cigarettes.

d o s.

Dos.

Nala se encontraba caminando con su pequeña hermana, Francés. La pequeña se encontraba en brazos de su hermana mayor, saboreando un helado de Galleta. Ambas se veían muy felices. Francés acabo su helado y se lo mostró a su hermana, ella le sonrió y tomo la basura, esperando pasar por un contenedor para echarla. Siguieron caminando, Nala trataba de acordarse de un parque cercano, ya que en el que estaba el día pasado, solo habían fumadores. Francés quiso caminar y con algunos gestos, se lo pidió a su hermana. Ella entendió y la bajo a la acera, pero tomo su manita. La nenita, de apenas 2 años, estaba aprendiendo a caminar.

Luego de caminar varios minutos, Nala se dio por vencida y entro a una cafetería que encontró de camino. Estaba comenzando a llover, y no quería que Francés pescara un resfríado. Al entrar, les acogió un calor hogareño. Desde lejos, Nala vió una cabellera naranja, supo de una de quien se trataba. Gruño, ¿que la suerte estaba en su contra?

- ¿Nala?- Escucho a sus espaldas. Con todo el esfuerzo del mundo, la chica volteo y se encontró con un Alan muy sonriente- ¿Que haces aquí?

- Buscando a Nemo, idiota- Dijo sarcasticamente- ¿No ves que el cielo se cae a pedazos?

La chica rodó los ojos y miro a Francés de reojo. La nena estaba sentada en frente de la puerta de cristal, viendo como las gotas de lluvia empañaban el cristal. Nala sonrió y saco su celular del bolsillo de su pantalón, dispuesta de tomarle una foto a su princesa. Algo - o alguien- la detuvo.

- ¿Nala? ¿Qué haces?- Pregunto el pelirrojo, con cierta duda en su rostro.

- Vete a la mierda, y no vuelvas- Le respondió la chica sin importancia y continuo tratando de sacar la foto a Francés, se veía tan indefensa y tierna de esa manera. Tan pura y viva.

La chica vio como una pareja corría hasta la puerta, rápidamente, tomo a su hermana y la elevo, quitando su pequeño cuerpo de allí. Camino hasta un mesa libre, se sentó y coloco a Francés en su regazo. Encedió su celular y le coloco un juego infantil que tenia.

- ¿Es tu hija?- Pregunto -nuevamente- Alan. Nala tomo una respiración profunda y le respondió.

- Mi hermana, tarado.

Alan se río nerviosamente. Desde que conoció a Nala, no hacía más que cagarla.

n/a; no me aguante y lo subí ;-;