Park JiMin, un joven de diecisiete años, carismático, amable y buena persona, había logrado ingresar a una de las mejores instituciones del país, nada más ni nada menos que ZhamTec, la misma institución que ha salido mucho en los reportajes y noticieros al tener egresados de ese lugar y que ahora forman parte de alguna organización o universidad altamente reconocida y con gran rendimiento académico.
Muchos a sus cortos doce años se proponen como objetivo el poder rendir el examen de ingreso y quedar postulado para formar parte de los alumnados de lugar. Aquello formaba parte del sueño de muchos adolescentes, pero era toda una realidad para el joven Park.
En la vida de los estudiantes del colegio superior existen diversos tipos de personas.
Primero están los que cumplen con sus labores y tareas, que mantienen sus notas impecables.
Y luego están los que olvidan que había una.
Y es en ese momento en que se alegraba de pertenecer a los del primer grupo. Podía mantenerse sereno al tener la consciencia limpia y sin ninguna preocupación de tener que realizar un trabajo en menos de una hora antes de entrar a clases. No es que fuera el más responsable y ordenado con sus labores, es más, se consideraba un pequeño desastre cuando el tema de estudios se tratase, siempre llevaba consigo una pequeña libreta para apuntar cada una de las cosas que posteriormente llegado a su casa debería de realizar, y aunque muchas veces terminaba acompañando a sus amigos a través de juegos virtuales y pese a que al inicio planeaba hacerla con el tiempo suficiente la terminaba dejando con el pretexto de siempre: después de la cena me pondré a hacerla, había sido una gran mentira que con el tiempo tuvo que ir cambiando. Dejó los videojuegos a un lado, las constantes salidas con sus amigos ahora se habían vuelto un tema que muy pocos querían mencionar, ¿la razón? Ni el mismo Park lo sabe.
El JiMin que conocieron tiempo atrás había cambiado, pero para una buena manera. El niño de mejillas regordetas había dado un cambio notorio en su cuerpo, su obsesión por sus hobbies y comics se fueron evaporando dejando paso a un escritorio lleno de libros con apuntes y días de insomnio. Quería sentirse contento consigo mismo y ser el orgullo de sus padres y aquello parecía lograrlo perfectamente.
Sin embargo, para ese lunes se les habían pedido reconstruir una historia e incluir una actuación en donde pusieran a prueba todo lo visto en las clases. Y Park estaba más que feliz por su resultado.
Pero luego estaba su mejor amigo, él era una de las personas que formaban parte del segundo grupo de estudiantes.
Y ahí estaba Park, con el celular en altavoz escuchando los pedidos y reclamos del chico al otro lado de la línea.
—El profesor hará que todos se burlen de mí. —Un sollozo mal actuado le hizo poner los ojos en blanco. —¿Cómo se supone que haré el trabajo en menos de cuarenta minutos? ¡Es injusto!
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Noches de verano entre dos almas || YoonMin
DiversosJiMin, un chico al que nunca le gustó los cambios y menos si se trata de aquellos que pueden afectar en gran medida en su vida, por ello siempre necesita realizar una planificación cuando algo nuevo surge, por eso cada inicio de año escribe en su li...