Capítulo XXXIII

29.2K 1.9K 631
                                    

Abro los ojos como platos, totalmente sorprendida cuando él presiona sus suaves labios contra los míos.

¿Por qué me besa? Tenemos menos de un mes conociéndonos y las primeras semanas no nos llevábamos bien... Así que no entiendo porque me besa. Sólo sé que se siente bien.

Pero, está mal.

Sé que no es un asesino, es una gran persona pero yo no puedo besarlo cuando mi familia está desvelándose, no puedo quedarme acá sabiendo que ellos están buscándome. Bueno, no tengo de otra, ¿cierto?

Trece no me dejará ir hasta que cumpla su maldito plan y yo no puedo dejar a Grey con él.

Mejor dicho, no puedo dejar a Grey.

La presión en mis labios desaparece, haciendo que yo pestañee aunque no tenía los ojos cerrados. Encuentro a Grey observándome con una mueca.

—Joder, lo siento. —Maldice tapándose el rostro con frustración y luego las retira—. En serio lo siento, Emma. Entiendo que no sientas lo mismo. Yo valgo mierda y tú te mereces a un chico que te pueda regalar el mundo, y lo siento... Yo...

—Bésame. —Lo corto. Estoy sorprendida de mis palabras, pero no me arrepiento. Quiero que me bese.

—¿Qué? —Pregunta sorprendido.

—Bésame. —Repito sintiendo cómo mi corazón lucha por salirse mi pecho. Mis latidos son tan intensos que duelen.

Grey respira hondo, acercándose a mí y toma mi cintura, elevándome lo suficiente para que este sobre sus pies. Observo sus hermosos ojos verdes, sus rizos castaños y sus labios entreabiertos. ¿Él siquiera es real? Joder.

No puedo evitar sonrojarme al pensar en que soy tan pequeña que debe colocarme sobre sus pies.

Nos miramos cómo si estuviéramos hipnotizados el uno por el otro, no nos apresuramos, sólo nos miramos. Quisiera saber que piensa al mirarme así; cómo si no creyera lo que está pasando. Me observa con inseguridad, cómo si me fuera a alejar de él. Me observa cómo si fuera la persona más especial del mundo. Es ese tipo de mirada que se dan los protagonistas en las películas románticas... Es cómo... Si me amara... Esa mirada me hace sentir amada... Por él.

Observo sus ojos verdes, perdiéndome en ellos mientras ignoro la voz en mi cabeza que me grita que rayos estoy haciendo. Pero quiero esto, lo quiero a él.

Nuestras narices se rozan una vez mas, y nuestras respiraciones cálidas se mezclan, al igual que nuestras miradas. Aprieto mis labios con nerviosismo y bajo mi mirada para observar sus labios. No sé si es peor, pero no soporto nuestro intenso contacto visual. Subo mi mirada una vez mas para encontrarlo observar mis labios y así sé que también quiere esto.

Sin poder evitarlo, me acerco a él, rozando nuestros labios cortamente antes de separarme sólo unos centímetros. Sólo fue un roce, pero se sintió cómo el mejor segundo del mundo.

Grey me despierta de mi ensoñación al rozar sus labios contra los míos, justo cómo lo hice yo. No sé si pueda aguantar mas.

Lo beso cortamente, y él hace lo mismo, pero esta vez, no nos separamos.

Las abejas asesinas parecen hacer una fiesta en mi estómago y estoy segura de que estoy roja cómo un tomate. Ignoro los rápidos latidos de mi corazón para concentrarme en el beso.

Si Grey es el demonio y sus labios son el infierno...

Me gusta cómo quema.

Enrollo mis brazos alrededor de su cuello, iniciando a mover mis labios contra los suyos, los cuales son dulces y suaves.

Folie à DeuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora