Otro nuevo día de trabajó, y apesar de qué llevaba tiempo haciéndo las mismas rutinas todas las mañanas, no se aconstumbrada. Sólo quería ascender de puesto y ganar un poco más de sueldo, aunque sea así se motivaría un poquito más para ir al trabajó.
Salió de su casa, cogiendo el autobús qué lo llevaba directo a la empresa, al llegar pagó y se bajó adentrándose al establecimiento, cogio el ancensor llendo al último piso el cuál llegaba a la de su jefe. Al llegar todo la puerta escuchando un "pase" de su jefe.
—Buenos días jefe— dijo mirando hacía él frente sin mirar a jungkook, él cuál tenía su mirada clavada en él.— Hoy sólo tenemos que firmar unos contractos, y listo.—
Jungkook, asintió. Taehyung estaba vez lo miró, deleitandose de la belleza de sus ojos negros. "Hermoso". Taehyung sacudió su cabeza sonrojado de la vergüenza por lo qué estaba pensando. Se dirigió hacía la puerta tomando la manija de ésta, pero sé giro un poco mirando a jungkook.
—muchas gracias por lo de ayer.—
Sonrió y salió de la oficina dirigiendose a su oficina mientras su corazón latía a mil por hora.
Volvió a sacudir su cabeza, tratando de no estar distraído por la belleza de su jefe; pero bueno, era inevitable no ver lo lindo que era cuando literal se la pasaba las 24/7 junto a él y como últimamente tenían tanto trabajo y juntas, tenían que pasar aún más tiempo juntos.
Ya había terminado su horario y cómo hoy no había tanto trabajó y era día de sueldo, salieron más temprano, parecía qué su jefe estaba de buen humor por que así no tuvieran tanto trabajó siempre lo quería dejar un rato más.
Salió del edificio y cogio el autobús, él cuál lo llevaba a su casa; al llegar al apartamento dejó sus cosas tiradas en el mueble y los zapatos puestos en la entrada, en el camino a su habitacion sé quitó su saco su pantalon, sólo quedando con la camisa blanca de fondo y la corbata. Dejó eso en el cesto de ropa sucia, y sé acostó boca abajo suspirando por la suavidad de su cama.
6:30 pm
Sé levantó sobre saltado al escuchar él pitido de su alarma, ahora qué sé acuerda había colocado una alarma en la tardé para salir de compras. Cogio su teléfono y entré cerró sus ojos por la alta luz de éste, apagó la alarma y suspiro. Estiró sus brazos y bostecio, sé paró y se dirigió al baño, lavó su rostro y comenzó a vestirse; unos pantalones holgados y una sudadera rosa, unas sandalias. Cogio su pagó y se dirigió al supermercado.
Al llegar, compró lo más necesario, verduras, frutas, condones, lubricantes y tenía 3 bolsas muy llenas de todo lo qué llevaba para su casa. Refunfuño por lo bajo, maldiciendo sus livianos brazos ya que no podía cargar todas las bolsas.
Salió del súper mercado, tenía qué caminar 4 cuadras para llegar a su casa.
—Putos brazos que no sirven para na— fue interrumpido por una voz qué sé escuchó detrás de el.
—¿te ayudó?—
Su salvacion.
PERDON LOS ERRORES ORTOGRAFICOS, ESPERO LES ESTE GUSTANDO.
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