Camille entró en un estado ansioso desde que mencionó su historia, pero ahí se encontraba. Obligada a dar el adiós, ya que huir era peor.
-Es difícil para mí poder hablar de esto...por que no recuerdo todo.
Y más difícil es pensar que nunca pude despedirme de él, y tener ese sueño de verlo vivo...Me cuesta asimilar que ya no está.Estaban atentos, incluso Zach. Pero ya no importaba, porque todo se sabía, y ella no tenía nada para ocultar.
-Corbyn mencionó que no era bueno. Lo que es verdad, pero tuve él privilegio de conocer a su mejor versión...La que estaba enamorada de mí.
Tal vez no era nuestro mejor momento, ni la mejor circunstancia. Pero gracias a él, retomé fuerzas. Fuerzas que hace mucho tiempo no tenía, o que me arrebataron. Aveces me recordaba cuán valiosa era con diversos gestos, cuando me admiraba o lo hacia sonreír.
Hay cosas tan simples que cualquier persona podría darme, pero nadie podrá remplazar, como sus abrazos, sus palabras, él exactamente.
Y aunque nuestra relación estaba oculta entra las sombras, de lo único que me arrepiento fue en no revelarla...por qué no me arrepiento de nada.Los susurros se atenuaron. Respiro, y se retiró después de desear que descansara en paz. Jonah no estaba en la banca, y era una oportunidad perfecta para estar sola. Estaba demasiado agotada para pensar el por qué de su primo ausente, también desatenta a los pasos detrás de ella.
Cuando se lavó la cara, la puerta del baño se cerró con seguro y otro grifo fue abierto.
-¿Sabes? Cuando supe lo de ustedes dos, quería matarlo. Ya sabes como suelo ser. Soy intenso y me cuesta controlar mis impulsos.
El mundo tembló mientras Zach miraba su rostro a través del espejo.
-Y cuando lo vi muerto, no sabía que decir...así que bebí. No sabía si ese día bebía por alegría, o por pena ¿te lo imaginas?--Sonrió--Estaba tan confundido, por que mi anhelado deseo se convirtió en una realidad, y me sentía tan culpable.
Camille retrocedió hasta contactar con la pared, ya no tenía espacio porque Zach estaba encima suyo.
Sosteniendo sus hombros, amenazaba con tocar su cuello. Ella recordó un poco del pasado, cuando estaba tan enojado y su hambre de ira se calmaba solamente cuando salía lastimada.
-Estaba arrojado tierra a su ataud cuando me di cuenta que no valía la pena estar enojado. Lloré todos los días a partir de eso,sigo haciéndolo cuando estoy solo. Porque un muerto necesita mi compasión...pero tú estas viva. Y mientras lo estés voy a seguir sintiendo lo mismo de esa noche.
Odio.
Por un instante, el universo le dio tiempo para formular esa pregunta ¿Acaso pudo...
-¡Dime algo!--Golpeó la pared--¿Como puedes vivir con ese peso!? No debía morir Ruel esa noche ¡debías ser tu maldición! No tienes idea de cuanto te odio,ahora mismo podría...
-Golpearme?!--Soltó impotente--¡Nada te detuvo antes así que hazlo! ¡Muéstrales a todos por qué preferí a tu amigo!
Y lo hizo.
Y con toda la vergüenza del mundo, esa simple cachetada fue suave, porque Camille había recibido cosas peores viniendo de tal persona.
Si, ardía, pero no le temía a eso, al menos ya no. Lo que volvía débil a la pelirroja era cuando Zach le pedía disculpas.
-L-lo siento.
Era una arma letal.
Cómo alguien podía convertirse en un ángel después de haber liberado un demonio interior.