Comenzamos con un deslumbrante día en un prado lleno de flores... Perfecto para un picnic. La dulce niña de rulos marrones dormía plácidamente en el suave y corto césped, sus cabellos estaban esparcidos a lo largo, tenía una mano extendida hacia arriba y la otra ubicada sobre su estómago. Vestía un vestido blanco de seda con una cinta roja en la ciltura que lo hacía resaltar.
Se podía escuchar un particular ruido, el ruido de una dulce chica durmiendo al compas del viento, un sueño dorado era el que estaba viviendo aquel chico que la cuidaba. Sus hermosos ojos azules estaban cristalinos, con una mano suavemente acarició la mejilla de la chica para relajarla en su plácido sueño, esta sonrió al sentir el contacto pero continuó sin despertar.
El chico sonrió y soltó una lagrima apartando su mano y apoyándose sobre ellas para contemplar el cielo... Al fin lo había cumplido... Su sueño hecho realidad...No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
El retumbante sonido de pasos por los pasillos blancos, habitaba toda la memoria de Abril.
Trata de no confurdite porque no se trata de un simple mes, se trata de una dulce chica que tiene en mente muchos sueños que cumplir ¿pero como lograrlos? Muchos de ellos son casi imposibles ¿como cumplirá todo antes de que cierre los ojos por última vez?.- Hija es hora de irnos.
Abril se levantó de la silla de espera con sus pequeñas piernitas, apenas tenía ocho años en aquel entonces, ese invierno frío que arrazaba cualquier lugar, traía la primera nevada consigo.
Los ojos de Abril se iluminaron mirando a la ventana tomando la mano de su madre, quien se agachó y le susurró al oído.- Te prometo que cada primer día de invierno nevará pero solo con una condición... - intrigada Abril mira fijamente a su madre - solo pasará si eres feliz durante todo el año. - Abril sonrió con una amplía sonrisa y respondió...
- ¡Púes seré feliz hasta el resto de mis días así todos podrán disfrutar de la nieve! - su humilde corazón estalló de alegría pues lo único que le importaba era que los demás fueran tan felices como ella que lo era cada segundo.
Habían pasado nueve años desde aquel entonces. Abril mantuvo la promesa de que siempre sería feliz para los demás y para su madre.
Una promesa verdaderamente difícil, el siemple hecho de que su madre ya no estaba con ella provocaba que se le llenarán los ojos de lágrimas.- Otro invierno que no nevará - se quejó su amiga con un aire desalentador.
Ambas estaban sentadas en el mismo pupitre de la escuela, mirabando hacia afuera, el gélido viento azotaba la ventana hasta el punto de empañarla.
- oh se me ocurrió una tremenda idea - Analí dibujó en la ventana un sol con su dedo. - ahora todo va a estar mas calido.
Abril rió ante el comentario de su amiga, la profesora no se percato de la charla entre ellas y siguió explicando la aburrida clase de historia.
- Hoy cocina mamá y pues... dijo que te invite ¿quieres ir a mi casa? - se notaba que Analí preguntaba de mala gana pero no se debia al hecho de que su amiga la visitará, se trataba de que su madre seguramente la avergonzaria de nuevo.
Abril la miró con una sonrisa de lado - mmm ¿sabes qué? Mejor voy derecho para mí casa, papá me está esperando con Toby seguramente se debe a otro festejo porque su hijita esta bien - ambas soltaron unas risitas.
- Señoritas Castillo y Palacios ¿tienen algo que compartir con la clase? - ambas negaron con la cabeza aun sonrientes conteniéndo las risas - pues si no tienen nada que aportar les sugiero que no hablen - ambas asintieron con la cabeza - Bien... En la guerra del golfo... - la profesora continuó explicando mientras ambas prestaban atención y tomaban nota de lo que iba hablando.
ESTÁS LEYENDO
Refugio ~
FantasyAbril es una chica que habita dos mundos. En un mundo vive atada a su cama conectada a maquinarias que alargan su tiempo de vida por una enfermedad extraña. Su otro mundo está lleno de misterios, lugares hermosos y magia. Ambos mundos carecen de e...