Refugio ~

Calido Bosque En Otoño

Lentamente abrió sus ojos con temor de lo que podía encontrar y definitivamente... estaba en la misma blanquecina cama con un million de sueros conectados. En medio de la desesperación empezó a sacarse los artefactos por si sola, intentando levantarse pero las máquinas delataron sus intenciones.

- ¡No, No, No! Cariño debes quedarte aquí - una dulce enfermera la ayuda a volver a la cama escuchando como la chica empezaba a llorar.

- ¡Me quiero ir! ¡No quiero que esto vuelva a pasar ¡Por favor! - Abril cerraba los ojos patalandeando para todos lados deseando que al abrirlos aparecería en una cálido bosque en otoño - ¡Por favor! ¡Por favor! - tan solo con abrir los ojos notó que varias enfermeras trataban de sostenerla hasta que una le inyectó lo que podría haber sido anestesia dejándola caer en un lento sueño...

- No quiero volver... - susurró.

Lentamente volvió a abrir los ojos con temor a lo que se encontraria, el simple hecho de estar otra vez en la cama de un hospital viendo como sus familiares sufren por ella, era doloroso.

- Por favor, por favor... - siguió susurrando.

- Abre los ojos - la dulce voz de una chica la insentivo a abrirlos quedando atónita con el bello resplandor del sol resbalando por las cálidas hojas marrones que anunciaban el otoño en ese enorme bosque. - ¿Quién eres y De dónde vienes? - Abril apenas podía pronunciar palabra, no podía creer lo que estaba pasando.
La chica observó a Abril de pies a cabeza, ella estaba sentada abrazando sus rodillas entre sollozos, vestida con un jean negro, una blusa blanca y una campera de cuero negra que convinaba con su look. - Parece que no eres de por aquí...
La dulce chica no parecía juzgarla, solo le intriga quien era y la razón de porque estaba allí, a un lado de una carretera de tierra, sollozando como si estuviese perdida.

- Puedo llevarte hasta el árbol central - anunció la chica señalando carreta, la cual se veía muy simple, hecha de madera y atada a un caballo marrón.
Abril aún no podía pronunciar palabra e intentó levantarse lentamente tambaleándose de lado a lado como si la anestesia hiciera efecto en esa realidad.

- Wow, Espera te ayudo - la chica la tomó por un brazo y la ayudó a llegar hasta la carreta sentandola en ella - ¿acaso estas herida? - Abril negó con la cabeza - Pues te llevare hasta la enfermería del árbol central, ahí te chequearán pero debemos apurarnos es la hora donde los guerreros vuelven de sus expediciones.

La chica continúa explicando mientras que Abril seguía sin entender ni una de las palabras que provenían de su boca. En cuanto la chica tomó las riendas del caballo partió a toda marcha asustando a Abril.

- Y dime ¿por qué estas tan enojada? - preguntó la chica concentrando su vista hacia el frente, controlando el caballo.
Abril la miró intrigada ¿cómo podía saber cómo se sentía?
- ¿Qué es lo que tanto te intriga de repente? - ya asustada, parecía que esa extraña chica estaba leyendo su mente.

- ¿Cómo... Cómo sabes lo que pienso?

Exaltada, la chica levantó una ceja mirándola de lado - ¿No es evidente? Soy una miuni.

¿Miuni? - ¿Qué es una miuni? - En cuanto la castaña preguntó eso la chica pareció estallar entre risas.

- ¿De qué país vienes? ¿Cómo no sabes qué es una miuni?

- Soy... De Argentina...

- ¿Argentina? - interrumpió la chica parando de reír - Nunca había oído de un lugar así... Bueno bienvenida al bosque cálido, donde sea que mires habrá un lindo lugar donde la convinacion de colores te atrapa y sientes que quieres permanecer en el lugar de lo hermoso que es - la chica parecía distraerse con las coloridas hojas mientras describía el lugar - ahora estamos viajando hacia el árbol central, una villa donde todos nos ayudamos. Si viajas un kilómetro pasando el árbol central encontrarás un prado lleno de flores, perfecto para un camping pero ten cuidado de los fuffles su ternura te distraera y te robaran toda tu comida - la chica parecía quejarse pero Abril largo unas pequeñas risas provocando que sonría. - Ahora podrías explicarme la razón de tu enojo y el porqué llegaste hasta aquí... Considerando que a cambio te estoy llevando.