Niam Hayne One Shots

Injured. (Smut)

El castaño era gustoso de acatar las órdenes del rubio, sonrió al notar el rojo que teñia el rostro de su amado y las respiraciones agitadas que llenaban la habitación al igual que el olor a lujuria, el cual pronto se convertiría en el olor propio del sexo.

Aprovecho el tener las piernas de su amado sobre sus hombros para besar sus muslos y dejar unas cuantas mordidas ganándose como respuesta los quejidos del oji-azul. Su miembro erecto exigía su atención, y el bulto en sus propios pantalón comenzaba a doler, sonrió y con delicadeza bajo las piernas de su rubio, se levantó de la cama ganando un quejido por parte de su novio y se bajó los pantalones dejando a su miembro erecto salir de su encierro, gotas de pre-semen se apreciaban en la cabeza de miembro y pudo notar como el rubio se relamia los labios, sus pupilas dilatadas reflejaban el deseo que recorría su cuerpo.

El castaño se acomodó sobre su amado para luego tomar su pierna lastimadas y posicionarla sobre su hombro con sumo cuidado, se apego más al calor de su cuerpo logrando una deliciosa fricción entre sus miembros, sacándole a ambos un gemido. Ambos deseaban más de esa deliciosa fricción por lo cuál las caderas del rubio se movieron al compás de las caderas del castaño.

-Liam. Aaa, no si-sigas, me correré.-soltó en un gemido gutural.

El castaño gruño en respuesta a su confesión, y apretó entre sus dedos la cabeza de su miembro para evitar que el rubio se corriera, el nombrado soltó un gemido lastimero.

La fricción para ambos era demasiado placentera, el castaño soltó un quejido cuando sintió una contracción en su pelvis, ese nudo que deseaba soltarse, no lo aguantaba más, y simplemente se corrió manchando el abdomen del contrario con toda su esencia.

Era una imagen tan excitante a sus ojos, ver a su rubio manchado de su esencia jadeando, deseando correrse, soltó la cabeza de su miembro y el oji azul soltó un gemido gutural seguido de chorros de semen, algunos de ellos cayendo en su cuello y otros mezclándose con los de Liam.

-Azul. ¿Dónde está el lubricante?

El menor aún atontado por los espasmos que aún recorrían su cuerpo, extendió la mano hacia el cajón de su velador y sacó de ahí una pequeña botella de lubricante que derramó sobre su mano libre, abrió un poco las piernas y se comenzó a preparar a si mismo mientras miraba con deseo a su novio, sus dedos entrando y saliendo de su estrecha entrada sólo le sacaban gemidos, pero necesitaba más.

-Miel, te necesito.

El castaño acomodó la pierna herida de su amado sobre su hombro para evitar lastimarlo y se alineó con su rosada entrada que ahora estaba libre y se introdujo de una estocada, comenzó embestidas suaves acompañadas de jadeos, mientras escuchaba los gemidos del rubio.

Pronto sus embestidas fueron más rápidas y certeras, tocando repetidas veces la próstata del menor, el cuál soltaba gritos de placer, y soltaba gemidos llamándolo por su nombre.

Sus dedos se clavaron en las caderas del oji azul dejando marcas, las manos del rubio tomaron su propio miembro y sus caricias iban al ritmo de las embestidas del castaño, que golpeaba con fuerza su próstata sacándole gritos de placer y dolor.

-Oh, Miel. Quiero correrme. - dijo lloriqueando.

-Aguanta Azul, lo haremos juntos. - dijo mientras agarraba con más fuerza sus caderas por la estrechez de las paredes del contrario.

Una estocada más fue suficiente para que el castaño se corriera dentro del rubio con un gemido gutural y el oji azul dejará salir chorros de semen con fuerza mientras soltaba incoherencias, Liam se deslizó fuera de su amado con suavidad y bajó lento su pierna lesionada, le sonrió a su pareja para luego besar su frente.

-Te amo Miel. - susurró.

-Te amo Azul. - respondió para luego acostarse a su lado y abrazarlo por la cintura.

-¡Niall ya llegamos! ¿Estás arriba hijo? - gritó su madre.

Oh oh, ambos jóvenes se miraron y soltaron una risa, era hora de decir la verdad.

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