Democracy.

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Las banderas ondeaban con la brisa del viento mientras los gritos, los aplausos y los cánticos llenaban la atmósfera.

El rubio gritaba a todo pulmón los cánticos que sus compañeros habían creado, junto a su amigo de ojos azules ondeaban banderas mientras hacían sus exigencias.

DEMOCRACIA.

Hacían explotar los cohetillos, mientras gritaban, pronto escucharon las sirenas de los autos de policía acercarse al sitio donde se estaba armando la revuelta, su amigo de ojos azules lo jaló de la muñeca gritando que debían irse, ambos eran menores de edad y eso les traería consecuencias con sus padres, comenzaron a correr haciéndose espacio entre las personas que seguían gritando y eran sus amigos que los apresuraban a correr.

Niall y Louis eran los menores del movimiento que habían armado entre muchos jóvenes, por lo cuál eran los más protegidos.

Pero las cosas se descontrolaron cuando comenzaron las cortinas de humo lacrimogeno, rodeando a todos, dejando sin aire a ambos oji azules.

Niall gritó al sentir que la mano de Louis soltaba su muñeca y lo perdía entre la multitud escuchándolo gritar su nombre, comenzó a sentir pánico y escuchó a sus compañeros gritarle que se cubriera la nariz y corriera, sus piernas flaquearon pero lo hizo sin saber donde se dirigía, sentía sus ojos ardes y sus fosas nasales aspirar el humo que lo quemaba por dentro, su vista era borrosa.

No supo contra que chocó o contra quién hasta que observó las botas de policía a sus pies, se congeló y levantó la mirada con miedo.

-Levántate. - dijo con voz imponente el oficial.

Niall se negó e intentó retroceder pero sintió las manos del oficial posarse debajo de sus axilas y levantarlo con facilidad.

-Por favor, déjeme ir. - lloriqueo el rubio.

El oficial no dijo nada, lo tomó del hombro y lo llevó consigo lejos del barullo que se había formado en las calles. El rubio comenzó a forcejear pero era bastante delgado comparado al oficial que lo tenía del hombro.

-Siéntate. - dijo el mayor, señalando la banca que tenía enfrente.

El rubio desconcertado siguió sus órdenes en silencio, y se sentó pero llevó las manos a sus ojos intentando quitar esa horrible sensación de ardor.

-No. No te toques la cara. -susurró el oficial. - Esperame aquí. - dijo dándose la vuelta hacia uno de los carros policiales que había en la zona.

El oji azul suspiró y observó sus manos resignado, era la 2da marcha a la que venía y había sido capturado, tendría tantos problemas, se mordió el labio con tristeza.

-Toma. - dijo el oficial extendiendo una botella de agua. - Lávate los ojos, aliviará un poco las molestias.

El menor confundido tomó la botella de agua pero agradecido se limpió el rostro sintiendo que sus ojos dejaban de arder como hace unos minutos, suspiró aliviado.

El mayor se sacó el casco y suspiró, el oji azul sintió su corazón golpear contra su pecho. El castaño frente a él con una barba de días, lo dejó sorprendido por lo masculino que era, además de guapo.

Ambos unieron sus miradas y el rubio sintió el rubor subir por sus mejillas, desvío la mirada.

- Soy el oficial Liam Payne. Lamento todo esto, es nuestro trabajo. - suspiró resignado. - Aunque muchos de mis compañeros tienen a sus hijos en esta marcha, debemos seguir órdenes.

El rubio lo observó triste, pero se puso a la defensiva.

-Entonces no deberían seguir esas órdenes. - soltó el rubio molesto.

-Es nuestro trabajo... - el castaño lo observó esperando su nombre.

-Oh. Soy Niall. - dijo el rubio nervioso.

El castaño asintió.

-No es tan fácil como piensas, muchos de nosotros tenemos familias que mantener, y no es tan fácil conseguir un empleo, además que nuestro salario es mínimo. - sonrió de lado.

Ambos se quedaron hablando sobre la situación que estaba atravesando el país, las medidas que habían tomado los oficiales contra los protestantes y la postura de ambos. El panorama era triste, gente corriendo y gritando mientras que los oficiales corrían tras de ellos.

-Revelense.. - susurró Niall para si. - ¡Si! Levantanse y únanse a nosotros, lo haremos juntos. - sonrió radiante el rubio.

El castaño pareció pensarlo por mucho tiempo, le podría costar su trabajo y a todos sus colegas también pero ya habían hablado de eso hace unos días, solo faltaba un impulso.

-No te dejaré solo. Te ayudare como tú me ayudaste a mí. - dijo el rubio tomando su mano con una sonrisa.

El castaño tomó aire y lo soltó en un suspiró largo, se sacó los guantes y tomó la mano del rubio.

-Hagamoslo. - dijo con una sonrisa.

Los ojos de ambos brillaron y corrieron a buscar un megáfono en el auto del mayor para comenzar el discurso que movilizaria a la gente y a los policías como una unidad, su país saldría adelante.




¡Hola! Bueno, espero que este One Shot haya sido de su agrado, la verdad me inspire en la situación que atravesó mi país y no había encontrado la manera de redactar una historia basado en ello pero aquí está. Espero que les guste :)

Niam Hayne One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora