Capítulo 1~ pesadillas

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Lia Manson.

12:00 a.m.

Me encuentro en un lugar oscuro, creo que es una habitación, tiene 4 puertas, una en cada pared. Pero por más que intente saber dónde me encuentro, se me hace difícil reconocer algo de éste lugar. Es tan sombrío que parece salido de una película.

Oye lia, ven, ven conmigo- escucho a lo lejos una voz muy perturbadora.

Ven, sólo quiero jugar contigo- Dice con un tono tan macabro que una sensación de escalofríos me recorre todo el cuerpo.

De repente comienzo a escuchar pasos, son tan lentos y suaves que parecen ser producidos por un niño. ¿Estoy sola?- pensé. Pues aquellos pasos no parecían corresponder a la voz que me llamó hace un rato. Los pasos cada vez se van acercando más y más, lo extraño es que mientras más cerca están, más pesados y acelerados se vuelven.

Ahí es dónde un escalofrío nuevamente me recorre el cuerpo. Algo está mal. Ya no son pasos, está corriendo, viene por mí.

Cuando reacciono y decido salir de ahí lo más rápido que puedo, escojo la puerta que está al contrario de donde estoy, tomo la manilla y para mi suerte se encuentra abierta. Así que la abro y salgo corriendo de ahí lo más rápido que puedo. En lo que salgo de la habitación en la que estaba me doy cuenta de que estoy en otra sumamente parecida. Vaya, ahora es esto es un laberinto- bufé. Comienzo a escoger puertas al azar mientras huyo de aquella cosa que corría con más desesperación hacia donde yo me encontraba. A pesar de que corro como si estuviera en un puto maratón, parecía que esa cosa era mucho más veloz. Después de un rato de abrir puertas y toparme con habitaciones exactamente iguales llego a una habitación e intento abrir una puerta como lo había hecho en muchas otras habitaciones. Pero estaba cerrada. Mierda mierda mierda- repetí en mi mente una y otra vez mientras trataba de hallar una salida. Así que reviso las otras y están cerradas. Cuando intento salir por la que entré una gran figura aparece, delgada y alta, vestía de negro y usaba una capucha que no me permitía ver su rostro. Mis ojos se abrieron como platos ante este... ¿humano, ente? No lo sé. Comienzo a retroceder lentamente, cuando lo oigo decir:

Te dije que sólo quería jugar ¿no es así?, vamos, ya estamos aquí, juguemos.

Me quedé atónita al darme cuenta que justo en el momento que sus labios pronunciaron esas palabras, un gran objeto salió detrás de él, algo que se veía tan filoso que con un toque parecía que haría pedazos. Comenzó a acercarse lentamente hacia mí, y yo a retroceder, hasta que en un momento, choco con la pared. Ya estaba acorralada, no tenía a dónde ir, moriría. Cuando se encontraba tan cerca de mí, alzó su brazo con toda las fuerzas, y lo bajó aceleradamente.

Justo antes de tocarme, sonaba algo.

Bip, bip, bip. ¡Era el despertador!

Me levanté sobresaltada, empapada en sudor y con un cansancio inmenso, como si todo lo que acababa de soñar fuese sido real.

Al mirar al lado encuentro a mi mamá pálida.

¿Qué te sucede, mamá? - le pregunto al notar su expresión de pánico.

Es... que... hija, estabas gritando como si te estuviesen sacrificando, intenté despertarte y sólo decías: viene por mí! Viene por mí! Tengo que correr!

F-fue una pesadilla, nada más.
Pero aquella pesadilla me había parecido tan real que tenía miedo de dormir y volver a soñar con aquello.

Bueno hija, está bien- dice mi madre mientras me da un beso en la mejilla. Ya es hora de acomodarse, tienes que ir a la prepa.

Sale de la habitación y yo voy y decido tomar una ducha. Una vez salgo tomo unos jeans oscuros, una camisa de color azul oscuro con un leve escote que aunque no dejaba por completo a la vista mis pechos, los hacía ver magníficos. Y por último tomé unos tenis blancos, un poco de gloss, rímel y listo.

Hija, baja a desayunar! - dice mi madre.

Ya voy mamá!

Tomo mi celular y bolso, y luego salgo de la habitación, bajo las escaleras y entro a la cocina.

Mamá, la verdad no tengo ganas de desayunar, así que iré directo a la prepa! Te quiero mucho.

Está bien, cuídate hija, recuerda tener cuidado y ver a los lados cuando vayas a cruz...
Tranquila mamá, ya no soy una niña! Se cuidarme sola- la interrumpo.

Está bien, sólo que me preocupo por ti cariño, lo sabes.

Si, lo sé. Me iré, adiós.

8:00 a.m.

Al bajar del bus lo primero que veo es mi grupo, Melissa, Alan, Jonás y Vicky. Así que me acerco a ellos y Alan silba, vaya Lia si que estás hermosa hoy, te ves como para...- dice. Hermosa quedará tu boca después de un golpe si sigues diciendo eso- le contesto de mala gana. Así que todos se ríen. La verdad Alan era ese tipo de persona que se ligaba a todo lo que se le cruzara en el camino.

Suena el timbre de entrada y todos caminamos hacia la entrada, en ese momento Jonás me dice, no le prestes tanta atención, aunque si estás hermosa hoy. Gracias- dije, y le di una sonrisa de boca cerrada. Pero sabes que jamás me quedo con una.
Lo sé - dice él. Y se ríe. Todos seguimos caminando y riéndonos de Alan que se le insinuó de manera muy perversa a una chica y ella lo abofeteó.

A pesar de que éramos el grupo más popular de toda la prepa, a Alan aún lo rechazaban algunas chicas que lograban resistirse a sus encantos.

Teníamos la primera clase juntos, así que entramos al salón y nos sentamos todos juntos, ni tan al fondo, ni tan adelante. Comenzamos a contar que hicimos el fin de semana, y lo aburrido que fue hacer la tarea de historia.

La profesora entra al aula y nos dice que hagamos silencio. Así fue como fueron disminuyendo las voces hasta quedar en total silencio.

El día de hoy tenemos a un nuevo integrante, lo transfirieron desde la preparatoria Londstone.
La profesora hace un gesto de paso, y todos volteamos a ver hacia la puerta a ver quién era el nuevo. El es Ricardo, el nuevo integrante - dice la profesora. Así que voltee de manera relajada, con una ligera sonrisa. Hasta que lo vi, quedé paralizada. Era... era perfecto, un perfecto misterioso. Vestía una camiseta negra, pantalones del mismo color y unas vans negras. Tenía un cabello alborotado color castaño oscuro y ojos color miel. Un nuevo interés se había despertado en mi, un misterio que parecía ser peligroso. Así que la profesora le dijo que tomara asiento, y fue directo a los asientos del fondo, para mi suerte pasó justo al lado de donde yo estaba, permitiéndome notar más de cerca su rostro, a demás de ese perfume tan varonil que dejaba al caminar.

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Bueno mi gente! Hasta aquí este primer capítulo, espero les guste y lo disfruten tanto como lo hice yo escribiendo. ¿A qué se referiría Lia con "un misterio que parecía ser peligroso? Jumm, que interesante, atentos al próximo capítulo!

No todo es color rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora