Capítulo 11~ acechador

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Son las 10:55 a.m.

Me levanté con algo de pesadez.
Mi cabeza daba vueltas y recordaba con dificultad lo que había pasado anoche.

Me senté en la orilla de la cama, viendo hacia el vacío.
Recordaba difícilmente, estaba persiguiendo a alguien.
La verdad no lograba tener imágenes de lo que había sucedido, todo era borroso en mi mente.
Así que decido bajar, estaba un poco cansada la verdad, y quería un poco de agua.

Cuando voy bajando noto que los chicos están durmiendo aún.

Llego a la cocina y mis ojos se abren como platos. Lo primero que veo son un montón de cosas rotas en el suelo. Cosas dónde no van y un gran desastre como si un huracán fuese atacado la cocina.

Cuando voy caminando, con cuidado para no pisar nada de lo que estaba regado en el suelo, noto en la mesa un frasco, me acerqué para agarrarlo y noté que eran mis medicamentos.

En ese momento dejé caer el frasco a mis pies, y me puse a pensar.
Todo este desastre lo había hecho yo.
¿Pero por qué? ¿Qué más había hecho?
Comencé a temblar de sólo pensar que había sucedido.

En ese momento las piernas me comienzan a fallar, y justo en el momento en el que se dan por vencidas y voy a caer, unos brazos me sujetan por detrás y me ayudan a caminar hacia el sofá.

Cuando me siento y volteo, era Ricardo.

-¿Qué fue lo que sucedió?... ¿qué hice?- le pregunto un poco avergonzada.

-No tomaste tus medicamentos.- me contesta él.

-Lo lo sé... es que... eh... pues, se me olvidó hacerlo, ayer la verdad fue un poco difícil entender toda esta situación, y pues en mi mente no había espacio para más nada.- Digo. ¿Pero qué fue lo que sucedió realmente? Es que... hay un desastre, y quisiera saber que no fui yo.

-Pues, bajaste, tomaste un cuchillo y amenazaste a Ricky.

-Mierda.- me limité a decir.

Duré un rato sentada analizando la situación y relajándome un poco.
Pasados unos minutos, decido levantarme a recoger el desastre que había ocasionado.
Era lo menos que podía hacer, a parte de pedirle disculpas a Ricky por lo que había sucedido.

Comencé a recoger utensilios regados, algunos trozos de platos partidos y otras cosas.

Cuando estoy por botar todo, un vivo recuerdo se apoderó de mi mente.

Recordé con exactitud y detalle lo que había sucedido con Ricardo antes de que entrara Ricky, y antes de que ocurriera todo el desastre.

Una corriente me recorrió la espalda, y se me erizó la piel. Pero una voz me sacó de mi concentración y sensaciones.
Era Ricky.

-Hey Lia ¿cómo sigues?

-Bien supongo... eh... oye Ricky, siento mucho lo que sucedió ayer. No era...

-Tranquila, Lia. Me asusté un poco pero luego pude entender la situación. Aunque por un momento pensé que ibas a matarme.- dijo en un tono un poco divertido.

-Bien, yo no recuerdo nada.- digo y me río. - ahora terminaré de recoger éste desastre que aparentemente hice.

El asiente, da la media vuelta y se retira.

Yo termino de recoger y de barrer. Cuando ya tengo todo en la bolsa de basura voy a sacarla.

Voy caminando hacia la puerta con la bolsa en la mano, estaba viendo hacia el suelo.

Cuando de repente choco con algo... o alguien.

Al subir la mirada ahí estaba Ricardo, nuevamente.

No todo es color rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora