Noona nos quiere emparejar. 《Chanin》

Channie es independiente

-Pero, amor. ¡No es necesario que compres una lavadora tan grande solo porque te gusta el color!- dijo JeongIn.-¿Y si no entra por la puerta del departamento?

-Pero, Innie. ¡Es roja!- dijo. -¿Ves otra roja por aquí?- JeongIn negó con desaprobación.

-Chan. Nisiquiera tienes que comprar lavadora, los edificios tienen lavandería. - dijo. Chan abrio su boca con sorpresa.

-¿Enserio?- llama su madre enseguida.-¡Mommy! ¿El edificio tiene lavandería?

-Si, cariño, no debes comprar una lavadora.- dijo.

-Thank u.- dijo y colgó. -Bien. No llevaré la lavadora. ¡PERO! Cuando tengamos una casa para nosotros, debemos comprarla.-dijo. JeongIn suspiró.

-Se supone que el niño aquí soy yo. -dijo. Chan le mostró la lengua. -Bien, mira. Esa nevera esta chiquita y es roja. ¿No te gusta?-dijo. El mayor fingió pensarlo. Miro el precio.

-me la llevo.-dijo y anoto el codigo en su lista. -Ven, lo que en verdad importa aquí, es la cama. Y tu bien sabes porque.- dijo. JeongIn se ruborizo. Fueron al sector de camas y colchones. -Sabes, estoy pensando si tener una cama grande o un futon, ya sabes, esos sillones que se transforman en cama. -dijo.-Porque, ahorraría mucho espacio, además duermo poco así que...- dijo.- También así mis sabanas no se llenan de polvo cuando no este en casa. - dijo. JeongIn evaluo la idea. Compararon precios, y claramente gano el futon.

-¿Puedo ayudarlo en algo?- preguntó un empleado al ver como Chan apoyaba sus manos.

-¿Este futon resiste?- preguntó, apoyando su rodilla.- Osea. Necesito que sea muy resistente.

-Oh claro que sí, ¿pero en que sentido quiere que lo sea?- Chan enrojecio un poco.

-Creo que no es necesario darle detalles, buen hombre. - dijo y miro de reojo a JeongIn. Este le pegó en el brazo. El trabajador puso una cara de sorpresa y rió.

-Es bastante resistente en ese sentido. También si quiere, tenemos tablas antisonido en venta, para su habitación.

-¡Oh! Eso me interesa.- dijo. JeongIn estaba rojo hasta las orejas, Chan rió y el menor lo miro feo.- Hey, cariño, nos conviene a los dos. - dijo.

-Sí, pero es vergonzoso.- dijo entre dientes. Siguieron al trabajador, quién les mostro los tablones, parecidos a una baldosa, pero de un metro cada lado. Chan hizo mini calculos, y si según lo estimado, hasta el momento, llevaba gastado menos.- Las quiero. Las necesito. - dijo. -¿Cuanto mide la habitación, cariño?-

-Unos... 5  de ancho, 2 de alto y 3 de largo. No sé como se las medidas, si es tú departamento.- dijo. Chan rió y alzó sus hombros. El hombre saco cuentas y anoto en el papel de Chan. -Okay...¿Que queda por ver?-preguntó.

-¡Ah! Sisi. El ropero, y algunas decoraciones.- dijo. Caminaron hacía dicha zona, y Chan eligió un ropero sencillo. Negro. Cómo su alma, señaló. JeongIn sólo rió divertido y miro algunas decoraciones. Chan paso sus brazos por su cintura, besando su hombro, sin darle importancia a las miradas raras que algunos les brindaban. Estaban en su burbuja y nadie los sacaría de ahí.

Chan señaló ciertas decoraciones, en tonos negros y grises, aun abrazando a JeongIn mientras las evaluaban y criticaban.

-Mira, mis paredes son grises. Entonces no sé, si una decoración blanca, o una negra.

-ambas se verían bien, cariño. Deberías intercalar.- dijo JeongIn. -Puedes poner algo cómo eso, y luego, otro así, pero blanco, tu sabes. - dijo girandose para tomar sus mejillas y dejar un casto beso en sus labios. -Voy a ver unas luces para mi habitación, ya vuelvo. - dijo y beso su nariz, yendo a la zona avisada, viendo entre todos los diseños que había, y los colores. Chan observaba un marco de fotos, dónde se podían colocar varias, mirándolo de lejos con una sonrisa. Se veía tan adorable con las luces en sus manos, mirandolas con ojitos brillantes en cuanto encendían, pucherando si habia una parpadeando. Sonrió, cómo total enamorado.

Un trabajador se acercó a JeongIn, con una gran sonrisa, y andar confidente. Oh no, pensó Chan.

-Hey, hola ¿puedo ayudarte en algo?-preguntó, dándole una repasada, mirando bien lento sus piernas descubiertas gracias a los shorts, de la cuál JeongIn no se dió cuenta, por estar concentrando en las luces.

-Oh, no, yo creo que estoy bien.- dijo.- Ah, sí. ¿Con esto también debo anotar el codigo o solo las cojo y ya?- preguntó con la hojita en mano, agitandola, y en su otra manos las luces.

-Mira, bonito, estas, puedes pagarlas directamente en caja, si quieres, o también puedes anotarla y que las despachen con tus otros productos.- dijo.

-Ohh...  Gracias, creo que las pagaré ahora. Estan muy preciosas.- dijo. Chan observaba cuidadosamente todo. Anotando los códigos en su hojita.

-Cómo tú.- dijo el muchacho. JeongIn alzo sus cejas levemente, notando la intención de coqueteo. Rasco tras su oreja. Miró otras luces y tomo un cajita, agachandose a mirar las cosas de abajo, algo incomodo. La mirada del joven repasaba su silueta, deteniéndose en su trasero. Oh, claro que no, pensó Chan. Dejo el marco que tenía en manos y se acercó, fingiendose despreocupado.-¿Y puedo ayudarte en algo más, cariño?-le preguntó a JeongIn. Chris llegó a su lado y tomó unas luces.

-Estas estan lindas. - dijo.- Bebé, ¿ya elegiste algo que te guste?-preguntó. JeongIn se alzó al oír la voz de su novio.

-Ah, sí, Channie, llevaré éstas por el momento, para mi cuarto en casa.-dijo.

-Deberías elegir unas para nuestro cuarto.- dijo, recalcando las ultimas dos palabras, con una sonrisa cínica hacía el vendedor, pasando sus brazos por la cintura de JeongIn. Este le dio un pequeño pico en los labios y miro luces.

-Yo creo que unas así serían lindas  - dijo. El trabajador chasqueó la lengua, abatido.

-Estan tan preciosas cómo tú, mi vida.- le dijo tomando su mentón para mirarlo a los ojos. JeongIn rió.

-Me averguenzas, Channie.- dijo pellizcando su mejilla. Este rió y tomo unas cuantas velas que estaban por ahí. El muchacho se movió un poco en su sitio, algo incomodo y molesto.- Uah, mira, para el amor y la pasión. Lleva unas cuantas para la habitación. - dijo sugerente. Chan se sonrojo y le pellizco levemente. -Ah, muchas gracias, pero, ya no necesito ayuda. - dijo JeongIn al muchacho. Este asintió, con una mueca y se fue. -Estabas celoso, Channie.- canturreó.

-Sí, lo estaba. Dios, cuando te agachaste, su mirada estaba pegada a tu culo, y no, eso si que no. Aunque me moleste, puedo soportar que te coqueteen otros tipos o tipas, pero que te miren de esa manera, oooh no.- dijo. -Sabes que eres mío, y de nadie más. - dijo en su oído, dando una mordidita en su cuello. JeongIn suspiró. ¿Eres de Daddy, cariño?-preguntó juguetón. JeongIn rió, algo excitado.

-Sí, JeongIn solo pertenece a Daddy Chan.- dijo con un puchero girandose, mirándole lacsivo. El mayor sujetó sus caderas con fuerza. -No...Daddy aquí no, estamos en público.

-Ya acabamos de comprar. -dijo.- vamos a pedir el despacho. Necesito que ese puto futon este pronto en el departamento para estrenarlo y hacertelo una y otra vez.- dijo susurrando. JeongIn relamió sus labios.

-Me gusta la idea. - dijo.

-Quiero hacer que tus piernas tiemblen por mí.- dijo y le dio un agarrón antes de caminar hacía caja. JeongIn le siguió con las luces en sus manos. Se sentía bastante acalorado, y eso le avergonzaba un poco. Espero a Chan sentado en una banquita fuera de la tienda. Este volvió con el al cabo de unos 10 minutos.- El despacho es en tres horas, tenemos que gastar dos horas aquí y la otra de trayecto al edificio. - dijo con un bufido. -¿Crees que te dejen quedarte conmigo hoy?- preguntó.

-No lo sé. Espero que sí. Diré que te ayude con la mudanza, que acabamos cansados...- dijo. Chan asintió.

-Pero sabes que acabaremos cansados de otra manera.- JeongIn asintió. Su tensión sexual era abundante. -¿Sabes? Creo que no aguanto dos horas aquí.

-Yo tampoco.- dijo JeongIn.- Vamos.

-Vamos.-

《♡》

Se que dije que me tomaría un descanso, pero siento que escribir y subir capítulos me distrae bastante.

Los tkm.