XI

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Habían pasado tres días. Tres días en los que Jungkook había estado ignorando a Jimin. Tres días en los que el rubio se había hecho más cercano a Taehyung. Tres días en los que se había sentido un poco mal respecto a su salud. Tres días en los que sólo los chicos se habían preocupado por él. Tres días en los que se había sentido triste, había intentado infinitas veces que Jungkook le contara lo que sucedía y él sólo le respondía secamente que tenía cosas que hacer, y se iba, no sin antes llamar a una persona desconocida para el mayor. Se había cansado de buscarlo y ser siempre rechazado, así que comenzó a salir con Taehyung y Namjoon, ellos lo escuchaban y le alegraban el día.

Hoy era el cuarto día y Jimin decidió que sería la última oportunidad para que Jungkook lo escuchara, y si no lo hacía, entonces dejaría de intentarlo.

−Jungkook, ¿podemos hablar? –dijo aprovechando que había salido de su habitación.

−Lo siento, ahora no puedo, quizás otro día –respondió justo lo que el rubio pensaba, no pudo evitar rodar los ojos.

−Bien, igual ya me cansé de insistirte y buscarte siempre. Ten cuidado al volver –lo miró por última vez y se dio la vuelta para ir a su habitación. Jungkook lo tomó de la muñeca haciendo que se detuviera.

−Lo siento, no lo he pasado bien últimamente –dijo tratando de excusarse.

−¿Y crees que yo lo he pasado de maravilla? –lo miró con el ceño fruncido y se soltó de su agarre sin ser brusco−. Jungkook, tuve una recaída hace unos días y sólo Tae y Namjoon me ayudaron.

−¿Recaída? –abrió los ojos notablemente preocupado.

−Sí, pero ya no vale preocuparse, ya estoy mejor –soltó un ligero suspiro y sonrió sin muchas ganas−. No te quitaré más tiempo, deben estar esperándote.

−Cuando vuelva vamos a hablar –dijo por última vez antes de irse. Jimin lo observó de reojo y deseó no haberlo hecho. Una chica estaba esperándolo afuera, tan pronto lo vio se lanzó sobre él y lo abrazó rodeándole el cuello, Jungkook la tomó por la cintura levantándola un poco en el aire. El rubio se acercó en silencio a la puerta y la cerró. Subió a su habitación y tomó su teléfono llamando al que más necesitaba ahora.

−Hey, hey, bonito. ¿Cómo estás? –Jimin suspiró levemente y sonrió.

−Necesito hablar contigo.

−Oh, ya entiendo, voy en camino –asintió a pesar de que no podía verlo y colgó.

🐥🐥🐥

−No juegues conmigo. Juro que lo asesino –Taehyung se levantó apretando los puños y Jimin rió levemente tomándolo del brazo para que volviera a sentarse.

−Cálmate, no es para tanto. Supuestamente íbamos a hablar cuando volviera, pero creo que eso no sucederá –rió con ironía pasándose una mano por el cabello.

−¿Su madre lo sabe?

−No lo sé. Siempre que le pregunto me responde lo mismo, que ella no es la que debe responder –rodó los ojos con frustración.

−¿Te gusta? –preguntó de repente dejándolo algo aturdido.

−¿Qué?

−Que si te... −antes de que pudiera terminar, el timbre sonó. Jimin se levantó y fue hasta la puerta, abriendo sin siquiera ver quién era.

−¡Minnie! Te extrañé mucho –Namjoon se había lanzado a él en un fuerte abrazo.

−¿Joon? Pero si nos vimos ayer –contestó riendo y él lo soltó. Jimin lo invitó a pasar saludando a Taehyung. Se sentaron todos juntos en el sofá con el rubio en medio de ambos.

−¿De qué hablaban? –preguntó con curiosidad y Taehyung le contó todo.

−Y eso fue lo que pasó –suspiró una vez terminó de hablar.

−No puedo creerlo, que idiota –rodó los ojos cruzándose de brazos.

−Por cierto, no contestaste mi pregunta –interrumpió Taehyung mirando a Jimin fijamente.

−¿Pregunta? ¿Qué pregunta? –se hizo el tonto.

−¿Te gusta Jungkook? 

Promise Me 《KookMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora