Capítulo 16

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1 Estación


-Okey chicos, para comenzar la primera estación, o la primera misión, recuerden que esta tiene dos niveles por lo tanto escogeremos a los dos que sean más factibles para esta.

-El objetivo es encontrar a Leo junto con la piedra Violeta.

-En el primer nivel estará Silvia y en el segundo Mollie.

-Recuerden que deben ponerse de acuerdo y darse apoyo porque si obviamente no lo están no va a funcionar nada.

Katie dió las instrucciones mientras todos la miraban expectantes.

-Ustedes dos van a entrar por esa puerta en donde comenzará el desafío y deberán usar el poder. Recuerden que deben concentrarse para que se active.

-Habrán muchísimos obstáculos que los pondrán nada más ni nada menos que sus mismos compañeros.- La voz de todos se elevó en silbidos y gritos de emoción.

-Vaya, espero que no sean tan malos. - rió Mollie.

-Ya me esta empezando a gustar esto. - gritó Apolo.

-¡Por cierto! - cada obstáculo que aparezca deben deducir quien se los cargó.

-¿Y por qué debemos deducirlo? Será difícil. - Silvia se cruzó de brazos.

-Eso permitirá que se vayan conociendo y que tan malos o débiles pueden ser con ustedes.

-¿Están listas? - Dijo Katie y ambas asintieron.

-Que les vaya bien. Tienen al menos 2 horas.

Ambas se miraron y asintiendo entraron al cuarto.

-Okey chicas, ahora deberán separarse para que cada una busque lo correspondido. Silvia tu buscarás a Leo, recuerda tu premonición. Y Mollie, tú buscaras la piedra.

Mollie y Silvia se miraron y al mirar e  frente algo muy gigante las separó, Mollie ahora estaba a distancias de Silvia, siquiera la veía bien.

Silvia respiró y comenzó a caminar recordando el pasillo y todo lo que vió en la premonición. Todo estaba oscuro con apenas un reflejo de luz.

-Silvia, ven... - escuchó a una voz pequeña decir. - Silvia volteó y vió a una niña muy bien arreglada y con las manos cruzadas.

-Te indicaré en donde puede estar el chico.

-¿Eres buena o mala? - le preguntó Silvia pero ella no contestó.

-Tú, sólo sígueme. - dijo y Silvia siguió a la niña. Ella se paró frente de dos puertas gigantes. Una decía el número 2 y la otra el número 8.

-Aquí me retiro.- dijo la niña y Silvia la miró expectante. Luego fijó la mirada en las puertas y se pensó cual podría ser. Obviamente una la llevaría a donde estaba Leo y la otra quizás a quien sabe donde pero... Se la pensó bien.

-2... 8...- susurró. - se rindió y escogió la número 8, la abrió y entró en esta pero se encontró con un abrupto golpe haciéndola caer por mucho tiempo, los gritos de Silvia eran muy fuertes, cayó sobre agua, trató de abrir los ojos pero estaba muy oscuro. Nadó hasta llegar arriba y miró hacia todos lados, para ver hacia dónde podía dirigirse. Fue en vano, parecía estar en el mar mismo a mitad de la noche. Una increíble sensación de terror entró a su cuerpo, de repente comenzó a sentir como el agua se ponía más densa, de una manera extraña, apenas podía ver por un poco de luz que había. Silvia sintió como ya no era agua si no lodo, al parecer. Vio con más claridad hacia dónde podía salir y así lo hizo, salió de allí tosiendo un poco, parecía ser una playa en donde estaba, a mitad de la noche. Caminó sin saber hacia dónde.

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