Capítulo 48

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Cuarta Estación

Hoy era el día de Ethan y Connor para completar la cuarta misión. Todos se colocaron en su posición para comenzar, los chicos estaban sin saber la razón porque un poco desanimados a lo que Katie notó a tiempo y les preguntó.

-Estamos bien. - Ethan dijo a un costado.

-Si chicos recuerden que deben estar activos para cada misión.

-¡Empecemos ya! - Apolo gritó y todos prácticamente despertaron. Katie se colocó en su lugar y le indico a Connor y Ethan que entraran.

Ambos se separaron y Ethan comenzó el primer nivel. Antes de empezar sintió la presencia de alguien cerca detrás de él, frunció el ceño porque sabía que Connor no podía ser, si ya se habían separado. Al voltearse estaba Silvia mirándolo.

-Hola, ¿que haces aquí? Se supone que...

-Concentrate en la misión Ethan. - dijo seria. Él frunció el ceño y suspiró. - Bien. Caminaron hasta la primera puerta para el obstáculo. Dentro había un parque y en frente dos perros rottweiler. Según las indicaciones, tenían que correr y llegar al otro extremo del parque.

-No van hacernos nada, son... Orogramas. - Silvia tomó su mano y él sonrió y corrieron hasta el otro extremo. Sin embargo, los perros persiguieron a Ethan y mordieron su pierna y pie. Ethan se quejó y miró al perro atentamente haciendo que se petrificara y siguió corriendo, Silvia apenas lo escuchó.

-¿No que eran de orograma? Parece que estoy sangrando. - Ethan se detuvo y miró con el ceño fruncido a Silvia y luego tocó su pierna, de esta salió sangre y ella siguió caminando.

-¿Silvia estás bien? ¿me escuchaste?

-Hay que seguir. - soltó con seriedad. Ahora mientras caminaron sintieron un calor fuerte. - ¡Hace mucho calor!

-Nos estamos acercando a un volcán. - Ahí deberás entrar.

-¿Entrar al volcán? ¿Es enserio? - dijo señalando a este. Volteó para ver a Silvia pero había desaparecido.

-¿Silvia? - murmuró. Sin embargo, siguió el camino recto al volcán hasta llegar a la cima. Cuando llegó se afirmó bien y se asomó con nervios recorriendo por su cuerpo. Humo salía abruptamente por este. Aún así no estuvo seguro de lanzarse.

-Debes entrar, allí está tu siguiente obstáculo, ya casi llegas. - escuchó una voz, trago saliva y tomó una respiración profunda preparándose.

-Vamos, no seas cobarde. - murmuró para él mismo y después de decir esto se lanzó sin importar que pudiera pasar. Pasaron unos 5 minutos y todavía estaba prácticamente cayendo al vacío sin saber en donde estrellaria. ¿En lava? Al parecer no, no se veía lava ni fuego mientras más se acercaba a donde fuese que fuera a caer, sólo un abismo.

Ethan gritó y se escuchó un fuerte eco. Hasta que pudo ver más cerca el suelo, cayó sin sentir un solo golpe, aún así le dolía la pierna y se levantó rápido en busca del siguiente obstáculo.

-¿Y ahora que? - echó un vistazo y nada pasaba. Escuchó el rechinar de una puerta y entró a esta. Pasó por un largo pasadizo y llegó a un cuarto con muchos tubos dentro, sin entender entro a este cuarto y abrió los ojos preocupado al ver lo que tenía en frente.

-¡Silvia! - expresó acercándose a ella, quien estaba atada con los tubos. - ¿Que haces aquí? - no obtuvo respuesta y trató de desatarla.

-No podrás. - una voz detrás lo hizo sobresaltar, al voltearse frunció el ceño. La misma Silvia estaba hablándole. ¿O bueno era... otra?

-¿Como es...? - volvió a mirar a la Silvia en los tubos y frunció el ceño, se pusó la mano en la nuca y miró a la otra Silvia de en frente.

-No estoy entendiendo.

-¿Amas mucho a Silvia cierto?- dijo ella mirando a un punto fijo.

Ethan arrugó la frente y cerró los ojos. Silvia era una de las personas más importantes en su vida. - Pues claro, eres importante. - dijo y luego dudo a la pregunta de ella, ¿por qué estaba hablando en 3era persona?

-¿Eres tú la Silvia real? - se acercó lentamente y ella negó con la cabeza.

-Soy un robot, debes petrificame y romperme, dentro de mí está la piedra. - dijo seriamente y Ethan abrió los ojos como platos.

-¿Que? ¿Estás...

-Hazlo, no soy la verdadera.

Ethan la miró pero no pudo hacerlo al principio, era dificil. Aunque sentía que no era la verdadera, el simple hecho de verla petrificada y luego romperla iba a ser dificil, prácticamente era matarla.

-No puedo hacerlo.

-Hazlo. - le dio un martillo y escuchó decir con una voz fuerte, muy robótica. Eso fue lo que lo hizo concentrarse y la miró con firmeza. La robot de Silvia fue petrificandose. Ethan sintió mucha preocupación pero lo hizo rápido y seguro. La rompió y de ella salió la piedra. La tomó y fue en camino a la salida.

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Connor se preparó para la mision. Entró al primer obstáculo y vió una pista de patinaje en frente. Leyó una instrucción en frente. "Debes cruzar hasta el otro extremo". Asintió y comenzó a caminar en esta. A decir verdad, se resbaló varias veces debido a que no tenía los zapatos adecuados y el hielo estaba casi hecho agua, por lo que se apresuró en caminar pero se cayó de nuevo, haciendo que se rompiera el hielo y se sumergiera en agua muy helada. Trató de nadar de nuevo hasta arriba pero era muy difícil. Se estaba sintiendo muy mal. Aún así lucho y logró llegar de nuevo a la pista, alzó su cuerpo y corrió hasta el otro extremo, se sentó unos minutos. Tiritando se abrazó a él mismo. Se sintió muy débil. Por supuesto, el hielo lo había hecho perder sus fuerzas y poder de fuego.

-¿No pueden mandar algo caliente? - gritó y sintió un calor cerca. Miró a su derecha y había una mini fogata. Se acercó y en minutos se restableció y continuó. Caminó pero se dió cuenta que no había salida. Leyó otra instrucción. "Debes nadar hasta llegar al gran tapón, destapalo y entra en el".

- Voy a morirme. El agua y yo somos opuestos. - dijo con la mano en su cintura y con la cabeza agachada. Suspiró y sin ninguna otra opción accedió y entró al agua. Nadó rápido hasta la profundidad y vió el tapón. Lo destapó después de varios intentos, porque estaba muy apretado y la fuerza del agua lo arrojó por una corriente en una especie de tubo hasta caer en ... ¿Un Barco? - dijo mirando al alrededor, la estructura era de un crucero gigante, muy oxidado y antiguo. Leyó en una caja lo que debía hacer. En algún lado estaba la piedra. Esto si que iba a ser difícil. Era gigante y todo estaba muy desordenado. Para su favor, había mucha madera, por lo que formó una fogata y tomó fuerza de nuevo. Al rededor de dos horas se tomó para encontrar la piedra, estaba dentro de una caja pequeña muy escondida entre un montón de cosas. Luego se puso en el medio del barco y sintió que este se hacía más alto, miró al techo sin entender y cuando miró sus pies se dió cuenta que se estaba hundiendo en arena movediza. Trató de zafarse pero fue imposible. Contuvo la respiración y cayó  apareciendo en frente de Austin, quien lo miró sonriendo. Este estaba atado con los manos. No sabía nada con qué desatarla así que Connor usó un poco de fuego y quemó las cuerdas haciendo que se soltaran.

-Gracias hermano, fue larga la espera.

-Bueno, si que me tocó difícil. - ambos rieron y se encontraron con Ethan y la piedra. Salieron y saludaron a todos.

-¡Heyy! -Abril los saludó levantando las manos.

-¡Uf! Hasta que al fin terminamos. - Ethan suspiró y Connor rió asintiendo.

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Al terminar todos volvieron a casa encontrándose con una chica en particular, la sobrina de Katie. Su nombre es Ellen. Esta chica no tenía poderes ni pertenecia a ninguna comunidad pero tenía destrezas para entrenar a los de las comunidades. Y pues, ahora fue asignada para estar con los chicos un tiempo y mostrarles unas técnicas diferentes. Ellen saludó a cada uno hasta llegar a Ethan, lo miró fijamente y su sonrisa se amplió más.

-¡Ethan! - lo abrazó y él sonrió.

-Hola, Ellen. - dijo con una sonrisa.

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