Capítulo 6

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Blanco Fácil
 


Ethan y Mollie se ofrecieron de llevar a Connor y Silvia a casa y así pasó. Las horas pasaron muy lentas mientras Mollie estaba muy contenta hablando y hablando con Silvia sobre cómo organizar la fiesta, ellas dos eran en parte muy distintas, Silvia era una chica pasiva y fue sincera con ella comentándole que no era amante de las fiestas. Mollie la entendió pero aún pidió opinión sobre comida y música. Estaba más emocionada por organizar la fiesta que por averiguar lo que había sucedido. Ethan y Connor no dejaban de hablar de lo extraño y muy inusual que ocurrió en la universidad. Sacaban más conclusiones y eso frustaba, porque hacía pensar y estresar a las chicas mucho más.  Lo que habían vivido no le pasa a una persona común y corriente y pues no se podía pasar como si nada. En fin, eran aproximadamente las 5 de la tarde y Silvia quería ir a casa pero Mollie los invitó a comer pizza por lo cual los hermanos Brooks aceptaron y fueron por la amada pizza.

-¡Oh! La pizza me llena tanto de alegría. - expresó Mollie dando un mordisco y los demás rieron.

-Es la perfecta gloria. - sonrió Silvia.

Después de terminar Ethan se ofreció a pagar. Salieron del restaurante y se acercaron al auto. Mollie se quedó afuera, al igual que Connor, Silvia entró debido a que tenía frío y luego Ethan lo hizo. Mollie tocó su bolsillo. Arrugó la frente y se asomó por la ventana. - ¡Creo que dejé mi celular adentro! - caminó hacia el restaurant y Connor la acompaño. Silvia se puso de brazos cruzados mirando al frente, luego un poco incómoda miró hacia la ventana. Ethan le dió un vistazo por el espejo y sonrió para abajo.

Silvia sintió la mirada como la observaba y sus mejillas se coloraron. Ethan carraspeó la garganta y miró hacia abajo.

-¿Y... Que tal te pareció la pizza? - soltó Ethan y Silvia levantó ambas cejas. Que inteligente pregunta para iniciar una conversación. Nótese el sarcasmo.

-Bien pues... Estaba muy buena. Gracias por la invitación.

-No me agradezcas, Igualmente ustedes fueron muy cordiales al darnos la bienvenida el primer día que llegamos a la casa. Nos hacen sentir menos solos- él miró hacia la ventana y luego se volteó poco a poco hasta quedar frente a ella. Lo miró y sonrió de lado, fue un instinto, completamente sin pensarlo pero una sonrisa se mostró en su rostro, quizás estaba nerviosa y de seguro en cualquier momento se le saldría cualquier estupidez.

-¿Por qué los hicimos sentir así? Digo, ¿no se han acostumbrado a Londres aún? - dijo ella frunciendo el ceño.

-Mollie y yo siempre hemos estado juntos, no nos llevamos muy bien con nuestros Padres, es decir, ellos de vez en cuando se preguntan cómo estamos. Fue un milagro que habláramos bien con nuestro papá. En Texas vivíamos en una casa pequeña en el campo de uno de mis mejores amigos, allí Mollie y yo trabajamos en una granja para obtener dinero y reunir y poder venir a la universidad. Ahora vivimos en casa de un tío. Siempre hemos sido desligados de la mayoría de nuestra familia. Pero Mollie y yo siempre nos hemos apoyado en todo.

-Comprendo. Lamento que no se lleven bien con sus padres pero... Piensen que acá tendrán personas que los apoyarán. - Silvia quedó impresionada por decirle eso tan de prisa, él sonrió y agradeció.

-¿Y como son en tu familia?- preguntó mirándola.

Ella suspiró y se acomodó en el asiento. - Bueno, Somos tres hermanos, además de nosotros tenemos una hermana de 7 años. Y con respecto a nuestros padres, tenemos una buena relación.

Después llegaron Connor y Mollie, entraron al auto y ella suspiró muy aliviada mostrando su celular. - ¡Soy muy despistada! Lamento eso, estaré más atenta.

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