Capítulo 3

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DM:

Si no me bastaba con mi estúpida vida pues bueno ahora era responsable de otra al menos por 12 horas.

Cuando llegamos a la cabaña, Shay fue la primera en bajar de la motocicleta, pero logro dar 3 pasos antes de casi caerse, en seguida la tomé por la cintura, Shanon me dio una sonrisa boba seguida de un estornudo.

¿Qué voy a hacer contigo Shanon? Y pensar que de no haberla encontrado, si bien le iba habría caminado por horas tal vez, pero si no, algún imbécil pudo haberle hecho daño, si quiera la idea, me jodia la cabeza, hice a un lado todas las ideas y entre con ella a la cabaña, la deje en el sillon, se saco los tacones mientras yo iba a preparar algo de chocolate para ayudarla a calentarse, pero cuando regresé, Ricitos ya se había quedado dormida.

Se veía tan tierna en el sofa pero lo estaba mojando, así que la metí a a la ducha, aun usando su vestido, intenté hacerla reaccionar, pero ella literalmente estaba inconsciente.

Si la dejaba con esa ropa se podía morir de una hipotermia o que se yo de enfermedades. Así que fui quitándole todas sus prendas hasta dejarla en ropa interior, en ningún momento se me vino a la cabeza pro pasarme con Shay, pero se veía tan sensual así que acto seguido me quite la camiseta y se la puse rápido para llevarla a mi cama y arroparla para dormir, se veía tan tierna en mis brazos, tan frágil, tan bella.

En eso abre sus hermosos ojos miel y nuestras miradas se entrelazaron, no sabía que me pasaba, nunca había sentido algo así, ella me volvía loco, su sonrisa me daba paz y verla feliz era una de las mejores cosas del mundo, no se que pasaba, tal vez me
estaba enamorando o solo era el efecto del ron, no quería hacerle daño así que lo mejor que podía hacer era tratarla igual.

Tenía que salvarla de mí y de toda la mierda que llevo conmigo, no soy bueno para nadie y eso es la única verdad, ella es tan tierna y frágil, no puedo hacerle esto.

Una vez que Shanon estaba sobre la cama, sin despegar sus lindos ojos de los mios, recargo una de sus manos sobre su mejilla y estiró la otra, su pequeña mano temblaba en el camino a mi mejilla, como si tuviera miedo a que desapareciera, hasta que me tocó, una sonrisa boba se deslizó en sus labios mientras movía su pulgar sobre mi, yo bien sabía que esto era incorrecto y que mañana Ricitos no lo recordaría, asi que me permití disfrutar el momento y aunque sea por un momento pude sentirme en paz.

-Gracias DM -murmuró la castaña despegando su mano de mi.

Pequeño Ángelito, si supieras como estas jodiendome.

Shanon se removió entre las sabanas hasta que volvió a cerrar los ojos, me metí en la cama, no pensaba dormir ahí, sólo quería estar ahi un tiempo, en la paz que ella me daba.

~•~

Me removi sobre la cama hasta que mi cuerpo choco con el de otro.

¿Qué carajos? Abrí los ojos y lo primero que vi fue a Shanon Cooper dormida en la misma cama que yo, hice un esfuerzo por recordar y entonces los recuerdos me cayeron como balde de agua fría.

¡Me quedé dormido!

Carajo, tengo que salir de aqui, por el bien de ambos, me levanté de la cama con mucho cuidado y le di el último vistazo antes de salir por la puerta.

—Lo siento Shay —susurré.

Pense en varias opciones, no podía sólo irme, Ricitos no sabia ni donde estaba, podía dejarle dinero para un Uber, pero no era seguro o podía llamarle a Betty para que veniera por ella.

¡Betty! ¿Cómo no lo pense antes?

Cuando iba camino a la puerta principal de la cabaña, escuche un golpe en seco.

¡Mierda! Aborta misión.

En seguida llegué, para toparme con una pequeña confundida tirada en el suelo.

—Eres demasiado torpe Ricitos —dije con descaro.

—Deja de llamarme Ricitos, ni si quiera se que hago aqui.

—Pues ayer, Ricitos, decidió salirse de la fiesta, borracha, mientras se casi caía el cielo, a dar un paseo.

—Tu y yo lo...

—¡No! Vamos, claro que no —¿Eso era lo que ella creía de mi?

—Yo sólo creí por... —la vergüenza tiñó su voz.

—Pues deja de creer estupideces, sólo estas aquí porque me diste lastima, además eres importante para Elizabeth, no te hagas ideas erróneas angelito -solté lo más crudo que pude.

¡Mientes! Mientes, mentiroso, la trajiste aqui porque la amas y eres un cobarde.

—¿Ideas? Que putas ideas erróneas podría estarme haciendo con una mierda como tu —Pude ver en sus ojos una tristeza, lo cual me hizo sentir como una mierda— felicidades, hiciste tu obra de caridad, ¡ahora me voy a casa!

—¿Y cómo vas a irte? ¿Volando? Bruja —dije lo primero que se me ocurrió y al parecer fue suficiente para detenerla, se dio la vuelta y me enfrento de cara, era algo que me volvía loco de ella, no temia a llevarme la contraria.

—Tu vas a llevarme.

—¿Nunca te enseñaron modales verdad, Ricitos?

Yo tenía muy claro, que Shanon era lo suficientemente orgullosa como para caminar por horas hasta encontrar su casa, no era un pueblo muy grande, pero si lo suficiente, traté de convencerme a mi mismo de que el hecho de necesitar asegurarme de que llegara a salvo a su casa era por Elizabeth, pero sólo me estaba engañando a mi mismo.

—Sube Shay, voy a llevarte a casa —Ella había ganado y lo tenía claro en su rostro.

Ahora si que me jodiste Ángel.

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora