Shanon:
¿Cómo pasó? Ni maldita idea, ¿Por qué? Tampoco lo sé ¿Desde cuándo? Eso se resume al día después de la fiesta en la que DM se llevo a la rubia a casa, me había quedado con Tyler, respetó cuando no quise besarle, me dejo en casa y se fue, se sentaba a mi lado en las clases, en la cafetería y después de 2 semanas perdí las esperanzas esperando a que DM llegara con una sonrisa estúpida a disculparse, pero apenas y lo había visto en la escuela, hasta hoy, cuando lo vi me quede congelada, estaba corriendo y el bonito ramo de tulipanes rebotó en el piso, no podía dejarlo ahi, asi que lo lleve a casa, cuando Tyler me acompañó de regreso.
Tyler estaba en el baño del restaurante, mientras yo revisaba el menú de nuevo, aunque desde el inicio ya sabía lo que iba a pedir, pero sólo mataba el tiempo en lo que Tyler regresaba.
-Lo siento, regresé -escuche una voz a mi espalda y por un momento muy pequeño pude pensar que era DM, aunque en el fondo yo ya sabía que era Tyler, pero tal vez, si cierro mucho los ojos, pueda imaginarlo.
-No te preocupes, todo bien.
-Sabes lo que vas a pedir -se sentó en la silla frente a mi.
-Si, lo de siempre.
-¿Waffles?
Asenti con la cabeza riendo, habíamos venido 3 veces a este lugar y ya sabía lo que pedía, siempre era asi, desde que tenía 5 y mamá me traía a desayunar.
-Shay, yo... amm - carraspeo- se que lo dejaste claro en la escuela y que no debí besarte, pero ¿Cuánto más vas a tardar en tomar una desicion?
-Tyler, te lo dije, no estoy buscando una relación ¿Si? Podemos ser amigos y aun sigo impactada por tu beso en los casilleros.
-Perdón, pero es que, lo siento -bajo la mirada y mi corazón se partió- pero no pude evitarlo, sentí la necesidad y yo sólo...
-Basta Tyler, todo esta bien ¿Si? Pero ya basta, creí que había dejado las cosas claras.
-Sí y acepto ser tu amigo -sonrió.
Cuando llego la hora de ir a casa el tema de conversación ya se había terminado, las palabras ya no salían y yo sólo podía tener una casa en la cabeza "¿Dónde mierdas se metió DM?"
-Tyler...
-¿Si?
-Voy a sonar como la peor persona del mundo, pero ¿Puedes detenerte en aquella cabaña?
-¿No es la cabaña de DM?
-Necesito saber si todo sigue bien.
-Joder -paró la camioneta antes de llegar a la cabaña y con una mirada triste me dejo bajar.
-Shay, no creas ni por un segundo que voy a irme, ve, voy a esperarte.
-Tranquilo, le diré a DM que me lleve a casa de Beth, puedes irte.
-No voy a irme.
-Toda bien lo juro, vete.
-Bien pero si necesitas que regrese sólo llama ¿Ok?
-¡Si!
Y con eso bajé del carro, sentí esperanza cuando vi su motocicleta pero al llegar a la puerta, toque una vez, luego otra, luego otra y para la sexta vez, perdí las esperanzas, pero como toda persona normal, debió dejar las llaves bajo el tapete.
Yy ¡Lotería! Ahí estaba, abrí la puerta esperando encontrarlo molesto o dormido o teniendo sexo con una chica y aunque la idea me causo nauseas, el encontrar vacía la cabaña me dejó helada, por un momento, pensé que no estaba, que llegaría después asi que decidí esperarlo.
Pero el reloj pasó y pasó y DM no llegaba, fui al refri para buscar algo leche pero estaba vacío, los platos lavados y los muebles tenían polvo.
¿Y si se fue? En seguida quite esa idea de mi mente y regresé a la sala, con un vaso de agua.
Entré a su habitación con la esperanza de encontrarlo durmiendo, pero tampoco estaba, la mesita que solía ser un desastre estaba vacía y perfectamente arreglada, igual que su cama y no había una sola prenda tirada, totalmente diferente a la primera vez que llegué.
Lo comprendí, DM no estaba, se había ido, no sé donde, no se por qué, pero se había ido.
Aun olía a DM, una mezcla de colonia y cigarro, joder como extrañaba llenarme de su olor al abrazarlo, incluso cuando hacía morritos e intentaba separarme, o cuando hacía un comentario y él ponía los ojos en blanco, si me hubieran dicho que iba a ser la última vez que iba a escuchar su risa lo hubiera hecho reir más alto, más fuerte.
Se fue sin despedirse, se fue dejándome aquí, era un egoista y al final de cuentas, no fui tan inmune a los encantos del Fuckboy.
Con una sonrisa triste, me acomode en su cama, sintiendo sus sábanas que aun tenían su olor, como si me estuviera abrazando, y poco a poco mis ojos se sintieron pesados y mi respiración más tranquila.
Si se fue sin decirme nada, tal vez no quería que lo buscara y esa noche me quede dormida en la cama del amor de mi vida sin el amor de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Ángel
Teen FictionVamos a dejar las cosas claras. Aquí quien se hizo daño fuiste tú misma por creer que podías cambiarme. La vida no es como las películas las series o los libros. Aquí en el mundo real los que somos una mierda lo seguiremos siendo y destruimos todo a...