Capítulo 10

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DM:

Días sin saber de Shay y bueno, alguien tenía que ir a buscarla y si yo seguía en ese sofá nunca la iba a encontrar, me puse lo único que tenía, jeans negros rasgados, chaqueta negra, mi remera negra y mi par de botas, preparado para ir a sus brazos y rogarle por su perdón me sumergí en perfume, me intente peinar y bueno jajs me puse mis gafas negras y mi casco, pase a una floristería y compré el ramo de tulipanes más colorido que había, estaba seguro de que le iban a encantar, hace mucho que no pisaba la escuela pero había una canción que no dejaba de escuchar que me dejaba claro que la quería a ella, todo era tan bello, ella estaría en la escuela seguro, le llame a Beth para corroborarlo y bueno, nunca contestó jaja, pero ella nunca perdía la clase del viernes, ya que la profesora era su tía jaja, encendí mi moto y fui a la escuela, estaba demasiado feliz, no habría algo capaz de joder mi día, lo único raro era mi felicidad en estado de sobriedad, usualmente solo soy feliz mientras tome mis medicinas o varios litros de ron, pero al parecer ella era el motivo de todo esto, de mí felicidad, llegue a las 10:30 la hora exacta del refrigerio, entre a la escuela con aquel ramo y no pude evitar tener las miradas encima mío, pude percibir a Beth a unos cuantos metros, así que corrí hacía ella.

-¡Beth!

-DM, ya habíamos hablado de que lo nuestro no pasaría dr nuevo, por favor entiende.

-Estás muy confundida pequeña, creo que te afecta el calor.

-Ja ja ja, eres muy gracioso DM.

-Lo lamento jaja, estoy buscando a-No me dejo terminar.

-Cariñito, ¿No lo sabías?

-¿Saber qué?- dije en un tono algo confuso.

-No, nada, solo vete DM, es por tú bien, por favor.

-Mira allá está Shay, diablos, es tan hermosa.

-Mierda.

No pude evitar correr hacía ella pero al parecer un pequeño duende jalo mi brazo y me lo impidió.

-Qué mierda haces Beth, déjame ir con ella

-DM, no, por favor vámonos.

-¿Por qué no qui...- antes de terminar presencie lo peor que podía sentir, ahí estaba ella tan hermosa como siempre, besando a Tyler, besando a ese tipo como una vez me besó a mí, si tenía un poco de corazón pues ahí se había hecho mierda aún más, está bien yo me lo busque, yo la deje ir, ella no me debe ver, merece la felicidad que yo no le puedo dar.

Lágrimas empezaron a brotar de mis ojos y es como si su canción empezará a retumbar en mí cabeza, ella me vio y yo deje caer los tulipanes, no podía seguir ahí, así que salí caminando rápido pero parecía que tuviese el peso de todos mis ancestros en la espalda, mi corazón estaba hecho trizas pero yo no podía volver, escuché a Beth gritar mi nombre, pero no podía mirar a atrás no quería volver a aquel lugar. Subí a mi motocicleta y salí de ahí pero otra vez Beth me seguía gritando para que no me fuera, las lágrimas invadieron mis ojos y mientras las limpiaba Beth llegó a mi lado.

-Cariño, yo te lo advertí.

-La amo, en verdad la amo y ya es muy tarde para decirlo- al parecer las lágrimas no terminaban.

-Mi niño, lo lamento.

Arranque antes de que Beth me obligara a llevarla conmigo, no podía ir a ningún lado sin pensar en ella, en el por qué soy un maldito imbécil y la deje ir, no podía dejar de pensar en Tyler besando sus labios, sus hermosos labios.

Pensaba ir a casa pero ahí solo tenía alcohol y drogas, lo único que llevaba era la tarjeta de crédito de mi padre, 500 dólares en efectivo, un litro de ron y mis cigarros, es jodido saber que la perdí, pero no puedo volver, ella ya es feliz, ya tiene a alguien que le da lo que yo no puedo, es hora de irme nuevamente, de dejar atrás todo para que mi corazón sanará, una vez más todo se había jodido por mí culpa, ya no había marcha atrás.

Maneje por horas hasta llegar a una ciudad de la cual desconocía el nombre, parecía un buen lugar para desaparecer.

Volví a casa, hice mi maleta, tomé el auto que le compré al dueño del bar y maneje por última vez mi motocicleta, hice una carta para Shay donde redactaba todo, no sabía que hacer, fui a su casa y su madre me dijo que ella había salido con su NOVIO, no pude evitar que mis ojos se cristalizaran y con una sonrisa un poco falsa le dije.

-Ella y yo eramos amigos, quería saber si podría hacerme el favor de entregarle esto-Estire mi mano y le entregué una caja.

-Claro, ¿Cuál es tú nombre hijo?-Dijo con un poco de curiosidad.

-DM, dígale que le traje esto,por favor- una lagrima rodo por mis mejillas y no pude evitar ver la cara de asombro de la señora Cooper- Gracias y adiós señora, fue un placer conocerla.

Subí a mi moto y conducí a casa, al llegar vi a Beth esperando en el pórtico, estacioné mi moto en el garage y ella ya estaba a lado mío.

-¿Cómo te sientes?, perdón por no haberlo mencionado antes pero eso no me corresp- No la deje terminar y le di un gran abrazo y le acaricie su mejilla.

-No te preocupes cielo, ella merece la felicidad y conmigo no la encontrará- entre a la casa por mis maletas y ella me miró raro.

-¿Te irás de vacaciones o algo así?, deberías llevarme, yo también las necesito sabes.

-Me temo que serán unas vacaciones muy largas, así que no puedes venir Eli hermosa, por favor no le comentes esto a nadie- le di un beso en la frente y seguí subiendo mis maletas.

-¿Cuando piensas volver?

-No sé con exactitud, tal vez un par de meses, un año, idk no lo sé, pero quiero que cuides de mi pequeña -Dije luego de tomar sus manos y poner en ellas las llaves de mi moto- Se que te encantaba y pues no tengo a quien encargarsela mientras no estoy, el casco está en el asiento

-No puedo, es mucho.

-No te la estoy regalando jaja, solo te pido que la cuides, te mandaré dinero para su mantenimiento y te dejo dinero para que le pongas gas, no se cuando volveré pero ten - Saque de la cajuela mi gabardina negra y se la puse- Hace frío en estos tiempos, la vas a necesitar cariño.

-Por favor preteme que volverás, no quiero que me abandones.

-No lo haré pequeña, pero necesito irme, deje una caja en casa de Shay, por favor dile a su madre que se la entregue mañana que es su cumpleaños, por que yo ya no seguiré aquí, te amo pequeña.

Subí al auto y manejé a la nada, cambie el rumbo y solo manejaba a donde me dejara el viento y a donde más bares hubiera. La amaba pero tenemos que dejar ir al amor de nuestra vida con el amor de su vida, luego vendrá un amor que nos propondrá otra vida.

La canción de Shay, la canción de Shanon Cooper

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora