Día 5: Cielo

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Mirar el cielo desde que salieron de Grace Field, era distinto a mirarlo cuando estaban allá. Tal vez por la sensación de libertad y el ya no vivir una mentira; todavía quedaba regresar por Phil y los demás, eso claro estaba.

Pero por este momento, se permitiría respirar el aire que le brindaba la libertad. Un nuevo comienzo.

Aunque también, todavía seguían siendo vulnerables. Ella y Ray se fortalecerían con tal de proteger a su familia, como Norman también hubiera querido.

Salió de sus nostálgicos y melancólicos pensamientos al desviar su mirada por un momento hacia Ray, con quien hace unos minutos hablaba antes de quedar en silencio; no pudo evitar apreciar el cómo las estrellas se reflejaban en sus orbes oscuras, llamándole la atención por un instante.

Algo que Ray notó, pero no quiso decir.

Pues la luna llena estaba en todo su esplendor, siendo hermosa.

- La luna es hermosa hoy, ¿verdad, Emma?

La pelirroja salió de golpe de su ensoñación, apartando rápidamente sus ojos de los de Ray, mirando la luna; ignorando lo caliente de sus mejillas y oreja. Aunque luego pareció calmarse su rubor al notar lo que Ray estaba diciendo.

Pues en efecto, la luna estaba hermosa. Y el verla, le daba cierta paz y fascinación.

Como estar al lado de Ray.

- La luna se parece a ti, Ray. – le dijo, con su característica sonrisa y ánimo. El aludido la miró de reojo, curioso, esperando en silencio a que ella continuase. – Porque únicamente aparece en las noches, y es ahí podemos apreciar su belleza. Sin importar que sea luna nueva, cuarto menguante, cuarto creciente o luna llena... Y aunque en el día no podamos verla o apreciarla, sabemos que está ahí.

- ¿En serio piensas eso?

- Lo creo, y sí. – le sonrió.

Ray fijó su mirada al cielo, concentrándose nuevamente en el astro. Las palabras de Emma le habían traído calma y un nuevo concepto de él mismo. Al menos, para ya no despreciarse tanto.

- Ya veo... Entonces tú eres como el sol.

- ¿El sol?

- Sí... Demasiado brillante, cegador, y en algún punto, molesto. – ella estaba por reclamar, cuando él le sonrió de medio lado, mirándola. – Pero también, cálido y reconfortante, que igual y sirve de guía.

No supo qué decir o qué pensar. Igualmente, la mirada de Ray, no le ayudaba mucho que digamos.

- Ehhh, yo...

- Ve a dormir, me quedaré un rato aquí. – le ordenó, dándole un golpe suave en su cabeza. Ella cerró los ojos ante el contacto, para después mirarlo. Él le sonrió de medio lado. – Estaré bien.

Ella suspiró, devolviéndole la sonrisa.

- De acuerdo... Pero luego haré yo el turno.

- Como gustes.

Y finalmente en la soledad, Ray se quedó mirando la luna. Por un momento Ray creyó en lo que había leído sobre Natsume Souseki, una manera sutil de decirle "Te amo" a una mujer; suspiró, poniendo una mano en su cara, para después sonreír.

¿Y qué esperaba él? Emma era despistada en ese tipo de cosas.

Mientras que Emma, se ruborizaba al caer en cuenta de lo que le había dicho a Ray respecto a la luna. Cerró con fuerza los ojos, deseando que ese rubor se fuera.

Eran un par de tontos.

-Traumada Taisho

Sōseki, por su parte, fue profesor de inglés y tiene otra anécdota curiosa. Un alumno suyo tradujo «Te quiero» como «AISHITERU» y Sōseki se lo corrigió por «La luna está hermosa» (tsuki ga kirei da [月がきれいだ]). En realidad, fue su adaptación de ese «Te quiero» a la sociedad japonesa de su época, evitando una traducción literal. Os explico: los japoneses solemos ser menos expresivos que vosotros los españoles. A algunos japoneses nos cuesta mucho verbalizar lo que está en nuestro interior. Queremos decir «Te quiero», pero tenemos reparo en plasmar este sentimiento en una frase, ya sea por timidez o simplemente debido a la falta de costumbre. De modo que, aunque queremos decir «Te quiero», para disimular este sentimiento de vergüenza a veces decimos cosas como «Hoy es un buen día, ¿eh?» o «¡Qué bonitas las flores!». Es una manera indirecta de admirar a una chica de la que se está enamorado. ¡Qué reservados somos! Además, deduzco que las chicas de antaño debían estar dotadas de una sensibilidad especial para interpretar esta clase de circunloquios.

La frase completa del maestro Natsume Sōseki a su alumno fue como decir: «Eres japonés, es suficiente decir "La luna está hermosa". La mujer lo entenderá».

Sólo lo copié y pegué x'd

A Ray Of Light  [Ray/Emma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora