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¿ATAQUE?
Anteriormente.
El era perteneciente de una especie de clan , y cuando ellos se enteraron de que lo había matado , se enfadaron , y ahora estamos en guerra. Si tu llegas a salir por esa puerta , no creo que sobrevivas mucho.
Presente.
—Osea que , ¿no voy a poderme ir de aquí?—Le dije molesta.
—Ya te lo e dicho , si no quietes vivir, bien , largate.—Dijo el.
—Soy muy joven para morir , me quedare aquí—Le dije suspirando.
—Bien. ¿Amanda , podrías llevarla a alguna habitación?—Dijo el levantándose de la silla.
—Claro, vamos Alexia—Dijo ella.
La seguí hasta que llegamos a una habitación. Vaya , esto es mas grande que la habitación que yo tenía.
—Bien , esto , te puedo prestar ropa para que te duches y eso—Dijo ella.
—Claro , gracias.
—Bien , en un momento vengo.
Ella se dio la vuelta y salió de la que ahora era mi habitación. Me senté en la cama y me puse a pensar.
¿Como era qué hace un mes todo fuera tan bien y de un momento a otro todo se hubiera estropeado?
Tenía a mi madre , a mi hermano , a mi hermana , y ahora no tengo a nadie. Absolutamente a nadie. Estoy sola. Eso sin quitar que estoy en un lugar en quien sabe donde con unos licántropos los cuales están en guerra con vampiros.
Si hace un mes me hubieran dicho que eso era posible me hubiera reído en sus caras y les hubiera escupido en un ojo por idiotas. Pero aquí estoy.
La puerta se volvió a abrir mostrando a Amanda.
—Creo que esto te puede quedar bien , hay toallas dentro asi que.....adiós.—Dijo ella.
—Hasta luego.—Dije yo.
Me interne en el baño y me di una larga ducha mientras seguía pensando en todo lo que había pasado en el último mes.
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Habían pasado varias horas y ya era de noche , Amanda había pasado por mi habitación y habíamos hablado durante un rato , me contó que llevaba en Matera toda su vida , que tenía un hermano y que sus padres habían muerto en uno de los ataques a mano de los vampiros.
La noche había llegado y yo me encontraba tumbada en la cama mirando el techo. Poco a poco mis párpados se iban cerrando pero un golpe interrumpió mi intento de dormir. La persona seguía dando golpes sin parar.
—¡Ya , ya voy!—Grité. Abrí la puerta y me encontré con una agitada Amanda.
