CAPITULO 34. La isla del té solo

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NARRA: ____

La familia Holland reside en una muy bonita parte de Londres, exactamente en Kingston upon Thames. Todo aquí se ve como en las películas. Siempre había querido venir pero por el trabajo de mi padre y la falta de tiempo de mi madre nunca lo hice.

—Llegando, te enseñaré mi cuarto, tengo un videojuego que es buenísimo, los abuelos te caerán bien, ¿te sabes chistes?— pregunta Paddy.

—Mmm... solo algunos, aunque creo que no dan risa— digo y hago una mueca.

—Oh, esos le gustan al abuelo, aunque veas sus cara de pocos amigos le encantan los chistes malos— dice esta vez Tom —Estamos por llegar ____— señala una calle— ¿ves esa casa?— asiento— es nuestra casa.

Frente a la casa hay un pequeño jardín, con un árbol frutal, no logro visualizar de qué es. La casa es blanca, su puerta es pequeña y verde, el tejado es a dos aguas, es preciosa. Es como la casa de mis sueños, las que dibujaba de niña.

—Bueno, chicos hemos llegado, pueden bajar—dice la madre de Tom.

Lo hago, me bajo y como una loca, camino, no; corro hacia el árbol y veo por fin cuál es el fruto. Limones.
Estar al lado de el hace que el sol no se siento, me encanta.

—La abuela lo ama, y parece que tú también— dice Tom ponía do una mano en mi cintura y atrayéndome hacia el

—Es precioso

—Como tú —se acerca y me dan un pequeño rose de labios.

—Consigan un hotel, ¡que asco! — grita Paddy y saca la lengua.

—Te quiero ver diciendo eso dentro de unos años enano— una voz desconocida aparece — por fin has llegado, la abuela nos ha estado retractando de galletas, no lo soporto mas.— Es un chico, muy bien parecido, oh claro, es uno de los gemelos.

—También te extrañe Harry

—Hola— es lo único que puedo decir cuando veo que se han separado.

—Tú debes ser ____, mi madre nos ha dicho que Tom vendría con una chica, y que chica eh...— me ruborizo— hasta que te formalizas hermanito.

—Si, si, deja de incomodarla por favor— dice Tom viendo que le tiendo la mano a Harry y el me jala y me da un beso en la mejilla.

—¿Acaso te estoy incomodando?— dice Harry y mueve las cejas.

—Para ser sinceros un poco— digo y me ruborizo.

—Oh, oh. Lo siento— dice y sonríe— la verdad eres muy guapa, Tom no se lía con chicas así, es... raro— se encoge de hombros.

Creo que me incomoda a un mas sus comentarios, aunque se que no los hace intencionalmente si que me hacen sentir extraña, lejana, muy lejana a Holland.

—Para ya Harry, vete dentro

—Una disculpa, de verdad ____— dice por último Harry alejándose. 

—Oye, sobre lo que dijo Harry, ya sabes, las chicas... todo es diferente contigo, no quiero que esta experiencia sea mala, todo lo contrario— lo veo tan nervioso, lo abrazo y siento como su tensión se esfuma.

—Todo está bien, te entiendo, no pasa nada, el hablar de tu pasado no me causa nada— hay una pequeña mentira en esa respuesta, claro que me pasa algo, mi mente empieza a hacer historia completamente retorcidas, me da un piquete de celos, pero debo controlarme.

—Está bien ¿vamos dentro?— asiento.

Al abrir la puerta me llega el olor a galletas de mantequilla. El estómago me ruge, no he comido. 

AMOR CLICHÉ || T. H. [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora