Parte 7

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Lucas

Pasé a sentarme y ya Paula me estaba mirando sonriente nada más que me vio con la chica nueva. Una vez sentado empezó a interrogarme.

-¿Por qué te demoraste tanto? ¿Qué hablaron tu y Jessy?- Estaba ansiosa por saber, pero el turno estaba a punto de comenzar.

- A la hora de receso te digo, ya el profesor va a comenzar con la clase- Le respondí mientras seguía a Katya con la mirada cuando se dirigía a su silla. Sabía que a Pau le iba a gustar saber que rompí aquella relación tóxica que tenía con Jessy, era solo sexo, fiestas... nunca veíamos una peli juntos, no nos conocíamos casi, ni siquiera sabía su color o comida favorita y esas pequeñas cosas aunque a veces creamos que no, son las que consolidan a una pareja.

-Vale, pero atiende tu también a la clase- Me tomó por la mejilla y giró mi cara hacia donde estaba el profesor, que nos mandó a hacer silencio y continuó con su clase. Paula notó que estaba mirando a la nueva y quiso demostrarme con ese gesto que no le podía ocultar nada, me conocía demasiado.
Katya se había sentado en la mitad de la tercera fila y yo estaba al final de de la primera, justo cayó al lado de Carlos. Era un tipo bastante pesado, desde la secundaria venía cayendo en mi aula y siempre me desagradó, se creía que podía hacer lo que quiciera solamente porque era hijo del embajador de Portugal, su padre era un hombre admirable pero no tenía tiempo suficiente para su hijo, quizás por ello Carlos era así. Nunca nos llevamos bien debido a que era el capitán del equipo de fútbol de la escuela, siempre quedaba como mejor jugador pero desde que yo me uní a la plantilla fui quitándole protagonismo asta el punto que su posición pasó a ser la mía y lo único que le quedaba era el brazalete de capitán.
Pasé casi todo el turno mirándola pero ella solamente atendía a lo que escribía el profesor, me despertaba bastante curiosidad y pensé que no sería una mala idea intentar conocerla.

-Lucas, no te pregunté en la mañana... ¿Te lograste aprender todo para el exámen? solo quedan 20 minutos- Paula siempre preocupada por que estudiara, tenía esperanzas puestas en mi desde que le prometí no volver a suspender una prueba después de haber reprobado Matemáticas el año anterior.

-Claro... bueno más o menos, pero creo que cojo buena nota con lo que se- La verdad es que en la noche pude aprendérmela gran parte del contenido y haberme despertado a las 3:00AM también me ayudó bastante.

-Más te vale- Esa mirada que me echaba creyendo que era mi madre quizás fuera la mirada más sincera de preocupación y de cariño que me hacían a diario, por esa razón me sentía responsable de aquella chica que cada día se me quedaba mas pequeña.
El timbre sonó y teníamos 20 minutos para prepararnos antes del examen y aproveché para ir a hablar con la chica nueva.

-Espérate ahí, tu tienes que contarme algo- Pau me detuvo cuando me levanté para ir al puesto de Katya y me volvió a sentar.

-Ehh si, es verdad, pero te dije que a la hora del receso- Cuando le dije aquello empezó a reírse y soltó mi brazo.

-Mírame bien payaso, como me cambies por esa chica te castro me entiendes- Me tomó por una oreja y abofeteó mi cara mientras me lo decía- Ahora ve, ve y haz lo que quieras, ahora, porque en el receso tu y yo tenemos que hablar- Esos gestos de violencia eran su forma muy particular de demostrar que me quería.

Me levanté y moví la cara de mi amiga de un lado a otro mientras apretaba sus cachetes. - Te quiero y lo sabes- antes de que dijera nada besé su frente y fui a donde estaba Katya...

Promesa InquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora