Parte 4

27 3 0
                                        

Katya
Ya mi padre se había ido y dejaron de observarme un poco. Me dispuse a caminar hacia donde todos iban, sin saber a dónde me dirigía. Entre tantas miradas noté a un chico que me miraba fijamente, cuando notó que le miré directamente me guiñó un ojo, sonrió y giró la cara mientras conversaba con una chica que iba a su lado.
No puedo negar que era bastante guapo y muy alto, tenía el pelo perfectamente peinado hacia un lado y una mirada profunda que surgía de sus ojos oscuros. ¡Pero que atrevido! Seguramente esa era su novia.

-Hola, ¿Katya García? - Miré a un lado y vi que aquella voz suave venía de una señora con unos 50 años bastante pequeña.

-Sí, soy yo- Afirmé mirándola, esperando una presentación de su parte.

-Bien, ven conmigo- La señora me guió hasta una formación. -Por cierto, soy Carmen, tu profesora de español y estás en mi aula- Por fin se había presentado, me pareció bastante distraída.

-Ah, mucho gusto, ¿qué hacemos aquí? - Pregunté confundida.

-Esto es el matutino, se hace todos los días, ¿Sabes la letra del himno de Cuba?

-No- Negué con la cabeza.

-Bueno, no pasa nada, después te lo aprendes, ponte en firme y solo escucha cuando den la orden de entonarlo. -Me limité a hacer solo lo que me dijo y después de terminado el matutino todos se dirigían a sus respectivos salones.

Mi teléfono sonó, era una notificación de Whats App.

-Mi cielo espero que te valla bien en ese nuevo país, cuidate mucho y recuerda llamar de vez en cuando- Mi abuelo logró sacar una lágrima de mis ojos que recorrió toda mi mejilla. El era mi gran consejero, recuerdo que de niña siempre me llevaba cargada a montar a caballo e incluso me enseñaba a patear el balón. Siempre quiso tener un nieto varón pero la verdad es que conmigo ha sido el mejor abuelo del mundo.

Miré a todas partes y me di cuenta de que mi maestra no estaba por todo aquello y no supe a donde dirigirme...

Promesa InquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora