Promesa Inquebrantable

Parte 10

Katya
Ya eran las 12:00 PM y sonó el timbre indicando el final del turno de español y de la frecuencia de la mañana. Todos recogieron sus libros y salieron del aula, menos Carlos, que aún estaba sentado allí al lado mío observándome.

- Espera un momento, quiero decirte algo- Carlos se levantó de la silla y se acercó mucho a mi- Hoy doy una fiesta en mi casa, a las 8:00PM, van todos y bueno, quizás ahí tengamos la oportunidad de conocernos... mejor.

-Vale, veré si puedo, no te prometo nada, si me disculpas... ya debo irme- me alejé lentamente, tomé mi mochila y salí por la puerta, ya en el portón de la escuela estaba el coche de mi padre parqueado esperando por mi, aceleré el paso y monté en la parte delantera del coche junto al chófer. Mi hermana estaba sentada en la parte de atrás, aun vestida con aquel uniforme amarillo y blanco.
-Hola Katy- me tomó por los pelos y besó mi mejilla- Llévenos a la Plaza Carlos III por favor- Mi hermana indicó al chofer sin siquiera saber a donde íbamos.

- ¿A dónde me llevas enana?- Aún no conocía ningún lugar acá que no fuera mi casa o la escuela.

- Es un centro comercial, allí podemos almorzar también, y adivina... papá nos mandó la tarjeta- Ambas nos miramos, y empezamos a reír- ¿Tarda mucho José?- José era el chófer, supongo que ya se había presentado a mi hermana.

- No señorita, ya casi llegamos, tengan cuidado, y me llaman cuando terminen de hacer las compras- El muchacho me dejó su tarjeta y vi como entramos en una avenida con árboles, de lejos ya veía el cartel rojo del centro comercial.

Cuando llegamos, bajamos del auto y nos tiramos una foto en la entrada de la tienda, justo cuando conecteé los datos para ponerlo en mi estado de instagram me llegó un mensaje de Lucía. Ella era en España como mi hermana, era mi mejor amiga y sinceramente una de las razones por las que no quería irme de allá. En el mensaje me pedía que le escribiera pronto, que había pasado demasiado tiempo sin hablarnos( un fin de semana). En seguida le respondí que estaba de compras, cuando llegara a casa le escribiría.

-Katya, deja el teléfono, vamos que solo tenemos tres horas.
- ¿Tres horas por qué?, necesito comprarme ropa y zapatos nuevos.

- Porque papá me dijo que a las 4:30 PM debíamos estar en casa para recibir a unos amigos suyos de la embajada de Portugal, creo que iremos a cenar fuera- Camila odiaba las cenas con los amigos de mi padre, casi siempre eran señores muy aburridos y siempre se la pasaban hablando de economía y política.
- Vale, entonces vallamos directo a las tiendas y ya luego comemos algo- Tomé su brazo y entramos juntas al centro comercial.