-No puedo pasar una noche más en este hoyo.
Miro a mi alrededor. Solo hay oscuridad. Huele a mis heces, a mi sudor. Tengo hambre y sed. Y me invade la tristeza.
-¡Ethan! ¡Ayuda! -sus gritos resuenan. Su aguda voz, destrozada.
Lily. Mi pequeña hermana. Sufre, y no lo merece. Tal vez yo sí, pero ella nunca ha hecho nada malo. Ella no merece ser torturada. No merece el dolor que le causa mi madre.
'' Mi madre''. Ni siquiera tengo eso. Su mente la abandonó hace años. El demonio la consumió, su demonio. Al que le reza todas las noches, al que le rinde tributo.
El diablo si existe, lo descubrí a la mala.
Después de unos minutos, la puerta se abre delicadamente, y un halo de luz me ilumina los ojos.
Lily entra, caminando despacio hacia mi lado. Tiene el cabello castaño en un moño despeinado. Su pequeño cuerpo está desnudo, tembloroso y sucio. Detrás de ella, mi madre me mira, con una ligera sonrisa.
-Tenemos visitas niños. Portense bien. Esta noche podrán dormir en sus cuartos, pero Ethan, si vuelves a intentar escapar, me enojaré mucho. -y se va por donde vino.
A mi lado, Lily solloza. Me acerco y la examino buscando cortadas. Las encuentro en su vientre, y en su espalda. La envuelvo en mis brazos, y ella se permite calmarse.
Para la juventud, para la salud, para la fortuna. Todos los trabajos necesitan la sangre de su hija, y es ella quien los prueba de primera. Solo de pensarlo me lleno de ira, de rabia. Ganas de destruirlo todo.
-Me arden las heridas , Ethan -susurra. - Ya no puedo seguir así.
Mi mirada está fija en la puerta.
-Voy a destruir este lugar. - digo, con la mandíbula apretada.
Oigo la risa de mamá en la cocina, con quien sea que está hablando, está contenta. Y nosotros en este sótano, lamentando nuestra asquerosa vida.
Cierro los ojos, e inhalo lentamente.
-Pero si nos vamos, estaremos solos.
-¿Y cuál es la diferencia, cuando ruegas por algo de amor? -murmura.
Tiene razón. Esto es una mierda. Y se va a acabar hoy.
—Cuando estés en tu cuarto, guarda en tu mochila un poco de ropa. Hoy nos largamos.

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Horror House
Short StoryDicen las malas lenguas que quienes se adentran en la casa del terror, ya no pueden salir más. Dentro te esperan historias de brujas y demonios, pero también de violadores y manipuladoras. Prepárate, porque, como en un sueño, no sabrás diferenciar q...