Camino por las calles solitarias de la ciudad, sin rumbo. Encuentro ojos en todas partes. Sé que me están siguiendo, porque constantemente escucho murmuros hablando de mí. Trato de actuar natural, para que no sepan quien soy, pero sigo viendo ojos por todas partes. ¿Cuándo llegaron?Hace un minuto estaba totalmente solo.
Me tomo un momento para respirar y cerrar los ojos. Al abrirlos, ya no me observan. Suspiro, tranquilizándome.
-Estaré bien-digo para mí mismo.
Al fondo de la calle veo un pequeño local. Parece un bar, con luces fluorescentes y basura en la entrada. Tengo poco dinero, de lo que le robé a mi madre. Espero que alcance para poder comer algo, lo que sea.
Al entrar puedo recordar cuando iba a lugares así con mis amigos. El olor a cerveza derramada, a ebrios y a sexo. La música estridente. Me escapaba de casa para liberarme en ese entonces, esta vez fue por que mi hermana corría peligro. Mi hermana...
Me acerco a la barra, veo que en el menú hay hamburguesas muy baratas así que pido una. Y cuando me la sirvo, la engullo como si no hubiera comido nunca. La saborié mientras probaba también el sabor de mis lágrimas.
-¡Ethan!,¡Ethan!-Una voz femenina me llama, luego una masculina. Giro para saber de donde viene la voz, pero veo que todo el mundo está en lo suyo. Al frente mío solo hay una chica, que me mira de manera curiosa.
-¿Cómo sabes mi nombre?-le pregunto.
No responde, solo sigue mirándome, y al final, sonríe.
-No sé tu nombre, cariño. Te ves muy solo, ¿Qué haces aquí?
La estudio, y me doy cuenta que es muy bonita, con ojos brillantes y cabello rizado. Tiene una sonrisa pícara y labios carnosos. Si fuera una circunstancia distinta, no hubiera dudado un segundo en pedir su número.
-Tú también pareces muy sola-respondo.
-No tienes que contarme-vuelve a sonreír. - ¿Quieres un trago?Yo invito.
Me vendría bien algo para calmarme y tratar de distraerme, entonces le digo que sí. Después de todo, no tengo nada más que hacer que huir. Nisiquiera tengo donde quedarme.
Luego de unos cuantos tragos, enserio me siento dormido. Como si ya nada importara. Se que ella me está hablando, pero solo miro sus gruesos labios, mientras que pienso en el fuego. La respiración se me hace pesada, ya casi no escucho la música. Solo escucho muchos gritos y susurros que me empiezan a sofocar.
Ella se da cuenta, y chasquea el dedo para que la mire. Y cuando veo sus ojos, solo quiero perderme en ella. Se acerca lentamente y a mi rostro y siento su aliento caliente sobre mis labios. La beso, y sabe a cereza, es lo único en lo que puedo pensar.

ESTÁS LEYENDO
Horror House
Cerita PendekDicen las malas lenguas que quienes se adentran en la casa del terror, ya no pueden salir más. Dentro te esperan historias de brujas y demonios, pero también de violadores y manipuladoras. Prepárate, porque, como en un sueño, no sabrás diferenciar q...