Horror House

Infierno Arriba

-¡¿Lily, dónde estás?!-Grito, tratando de que mi voz se escuche por encima de los chillidos de muchas personas quemándose. 

Recorro cada habitación buscándola, abro cada puerta frenéticamente. El aire está lleno de espeso humo negro. Toso varias veces, necesito oxígeno, el calor es sofocante. Tengo que encontrarla, no me puedo ir sin ella.

Corro hacia las escaleras, cuando siento que piso algo suave. Lanzo un alarido, es dolor y miedo mezclándose. Temo mirar hacia abajo, pero me fuerzo a hacerlo.

Es su brazo. Es el brazo de Lily. Vuelvo a gritar, pero esta vez si es llanto.

-¡Lily!-Caigo al suelo, y tomo su pequeño rostro en mis manos quemadas.-¡Despierta, porfavor!¡Te lo ruego!-Entre llanto la miro, sus ojos están desorbitados, y me devuelven la mirada fijamente. Sus hermosos ojos café me miran sin vida. No puedo parar de llorar y abrazarla, siento el corazón encogido.

Mi pequeño angel tiene la piel quemada. Tiene los ojos brillantes. Por mi culpa.

Los gritos cesaron, esas brujas deben estar muertas ya. Pero no sirvió de nada. Maté a mi hermana. No tengo fuerzas para nada más que encogerme y llorar, aunque ya no pueda respirar.

Y así fue, silencio absoluto. Hasta que escucho pisotones. Alguien corre hacia mí. Muchas personas. Muy fuerte. Debo salir de aquí.

Corro hacia abajo, veo a mi madre tirada a un lado de la puerta, pero no me molesto en revisar si sigue viva. Escucho sirenas acercándose, así que me apresuro a salir por la ventana más cercana. 

Siento el aire frío de la noche golpearme en la cara. Hay muchas personas rodeando la casa, con los flashes encendidos o solo mirando con caras de pánico. Escapo, con las piernas cansadas y la piel quemada. Siento como todos me observan mientras me alejo.

No tengo un plan, solo quería que el infierno terminara. Ahora solo está sobre mí.