Los rayos de sol se filtran a través de la pequeña ventana. Al abrir los ojos, la veo recostada sobre mi brazo, profundamente dormida. Siento cierta paz, no quiero que esto acabe nunca. Sin embargo, sé que va a acabar. A ella no le queda mucho dinero, el mío se acabó hace un tiempo. Desde hace seis meses duermo en esta cama, junto a Esther. Siento preocupación por lo que nos pueda pasar.
Sé que allá fuera siguen buscándome, aunque ella no me lo diga.
Sé que tengo que hacer. Maté personas. Solo pensé en mí. Maté a mi hermana y a mi madre. Soy el asesino que quemó su hogar. Tarde o temprano me van a encontrar.
Así que me voy a entregar. Ayer lo hablamos, ella estaba un poco drogada. Antes no lo hacía, pero sé que es por mí. La he dañado. Y es irónico, porque ella solo me ha hecho querer ser mejor cada día.
-"Despídete ahora, y vete en la mañana antes de que despierte"-me susurró.
Pero las voces me dicen que no la merezco, que le hago daño. Y por eso me voy. Y mientras me pongo las botas y los jeans gastados, siguen diciéndolo. La puerta chirría mientras la abro, y le doy un último vistazo. Se ve tan bella, con su cabello oscuro y lacio desparramado sobre las mantas, y las pestañas falsas que olvidó quitarse.
Camino lentamente y con la cabeza agachada. Sé que la gente me mira y susurra. Hasta que llego a la comisaría, entonces las cosas para mí suceden muy lentamente, porque me sumo en mis pensamientos.
Levanto las manos al entrar, me reconocen de inmediato y las cosas entran en movimiento.Solo pienso en aquella noche.
Me aseguré de que Lily estuviera en su cuarto, lejos de donde iba a iniciar el fuego. Se lo pedí dulcemente, y ella movió su cabeza indicándome que había entendido, un poco dudosa. Fui a mi cuarto, tomé la botella de vodka que tenía escondida, le puse un pañuelo y la prendí fuego. La arrojé hacia mi cama. Tomé mi bolsa y empecé a buscar a Lily.
Me apuntan con sus armas, como el criminal que soy. Mientras que dos más se acercan, y toman mis brazos hasta ponerme las esposas. No opongo ningún tipo de resistencia.
Rompí en llanto cuando no la encontré en su cuarto, entonces solté mi mochila y empecé a gritar su nombre desesperadamente. A pesar de lo iluminado que estaba todo, no vi nunca la mesa donde mi madre solía hacer su brujería. Cuando encontré a mi hermana y la lloré, no vi cortadas ni señal de maltrato en todo su cuerpo. Eso me hizo sentirme loco, desesperado. En ese momento las voces me sofocaban, pero tardé en darme cuenta de que no proveníán de afuera, que no había nadie más en la casa que nosotros tres. Al ver a mi madre, ella no lucía como una loca tirada en el suelo.
Lucía como la mujer que me había llevado a la escuela a diario, la que hacía emparedados cuando estaba triste. Como aquella que me secaba las lágrimas después de un día duro.
Caí de rodillas al suelo, de repente muy exaltado. Me di cuenta de que todo había sido una mentira.Todo estaba en mi cabeza.
Meses después
Esther estaba cambiando canales al azar, cuando se detuvo en el canal de noticias. Escuchó su nombre, y paró de inmediato. Ethan. El asesino de su familia, iba a ser juzgado y condenado en breve, en una seción televisada. Ella sabía que él no era así. Pero había cosas que no terminaba de entender.
Preocupada, subió el volumen del televisor, y enfocó a un Ethan cansado y triste. Con un traje de carcelero, y esposado. En ese momento solo deseó poder abrazarlo, y rompió a llorar cuando el miró a la cámara. Sus ojos café solo estaban ahí, desviados. Como si ya nada tuviera importancia. Escuchó todo el juicio, incrédula. Nada encajaba con lo que él le había contado.
El juez es enfocado, todos hacen silencio:
-Ethan Miller, es declarado culpable para el homicidio de Bárbara y Lily Miller. Y es condenado a ser recluido en un hospital Psiquiátrico por tiempo indefinido, para tratar su grave enfermedad de esquisofrenia paranoide. La seción está terminada.
Suena su maso, y se marcha, dejándo a todos atónicos.
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Horror House
Cerita PendekDicen las malas lenguas que quienes se adentran en la casa del terror, ya no pueden salir más. Dentro te esperan historias de brujas y demonios, pero también de violadores y manipuladoras. Prepárate, porque, como en un sueño, no sabrás diferenciar q...