Me pongo peluca

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Sabéis esa sensación que sentís cuando estas apunto de cometer una estupidez, pues la estaba teniendo y no me estaba equivocando.

Nada mas llegar al aeropuerto en bici la cual dejé atada en la primera farola que vi y con mi máscara de Halloween, mi sentido común no paraba de repetirme que era una mala idea, una malísima y horrible idea, pero como me siento atraído por los problemas, para que cambiar esa tradición ¿no?

Mientras venía me aseguré de tres cosas:

- Que no me siguiera ni ninguna gallina emplumada, ni ogros con un bronceado extremo.... ni perros (Es una larga historia)

- Planear bien lo que iba ha hacer a continuación

- Asegurarme de que me había vuelto loco del todo

Así que antes de hacer nada me puse a mirar los vuelos que se dirigían a Sydney. Tras ver que el próximo saldría en 30 minutos decidí que todo debía empezar ahora. Mi objetivo principal es llegar al avión y colarme dentro de la carga, tras un primer vistazo desde fuera con la cámara de mi móvil y aun sin quitarme la máscara observé que había demasiada seguridad, como para hacerme una maratón e intentar ganarles en velocidad a los guardias, así que me decidí por el plan B...

En una fiesta de disfraces que dimos en el instituto los chicos de nuestra clase decidimos vestirnos de espías de los antiguos, de modo que me escondí en unos arbustos que había cerca y me disfracé lo mejor que pude (que es decir mucho) y me puse una peluca morena con un flequillo que me cubría bastante la cara, y un gabardina marrón oscura que le cogí prestado a mi madre de modo que si conocía a alguien o si me quisieran reconocer por las cámaras no pudieran. Así que tras utilizar 10 minutos en cambiarme me fui corriendo.

El aeropuerto era enorme, me quedé mirando la pantalla de los vuelos donde ponía que el vuelo a Sydney salía en 15 minutos en el embarque 7, me puse en marcha y observé que era una de las filas menos ocupada, solo habían dos personas una mujer de estatura media y pelirroja y estaba con el que parecía su pareja un hombre alto y moreno, los cuales no paraban de gritarse por llegar tarde y cosas como "Tardas mucho en maquillarte" o "Estabas viendo el baseball" o "Jamón".

Tras eso me fijé en que el guardia parecía cansado y las ojeras se le veían desde lejos, por eso intenté una brillante idea, me puse en un punto muerto detrás de él, y disimuladamente intenté pasar por un lado del detector de metales y lo estaba consiguiendo... pero en ese momento, pasó el hombre de antes por el detector y al llevar un cordón metálico en el bolsillo la cosa comenzó a pitar y el guarda despertó del trance en el que parecía sometido y le sobó hasta encontrar el hilo, eso lo aproveché para correr todo lo que pudiera mientras se escuchaba por los altavoces

- El vuelo con destino Sydney efectuará su salida en 5 minutos

Mientras veía casi al último pasajero entrar, al avión vi las maletas de ese avión y el tío que las llevaba estaba entrando con el carrito al avión, pero me fijé en que aun le quedaban cerca de otros dos trayectos antes de que esa cosa volara, por lo tanto mientras el estaba a unos 100 metros descargando el equipaje yo cogí una maleta púrpura gigante y la vacié por completo, camisetas, pantalones, calcetines... y la escondí en un rincón, después volví a poner la maleta donde estaba y mientras el chico estaba apunto de volver a hacer su último viaje me puse dentro sin pensarlo dos veces y la cerré todo lo bien que pude, y tras varios comentarios sobre lo que pesa noté como me subía por la rampa con el carro de las maletas, hasta parar y dejarme bruscamente en el suelo.

Tras estar 20 minutos sin movimientos y escuchando todo lo de las medidas de seguridad, el avión comenzó a despegar, y entonces salí de la maleta, y ahí estaba vestido de mujer, en la bodega de un avión y volando hacia un país en el que nunca había estado.

Pero entonces pensé en la única idea buena que tendré en mucho tiempo, me puse de pie como pude y me imaginé lo máximo que pude en mi habitación... y allí estaba de nuevo como si nunca me hubiera ido, pero era extraño... el pendiente estaba aun más caliente, pero no le di demasiada importancia así que me cambié de ropa, me di una ducha.

Cuando acabé abrí en portátil y vi que un vuelo de Nueva York a Sidney tarda cerca de 22 horas por lo que no tengo problemas de tiempo y decidí bajar a la cocina a comer algo, me pillé una manzana y me puse a investigar un poco sobre la mitología griega y sobre los demonios pero como un tema como este no es que me fie mucho de Wikipedia decidí ir a la biblioteca... hasta que me di cuenta de que me había dejado la bicicleta en el aeropuerto de modo que me concentre y volví en medio de los arbustos en los que me metí antes, y de nuevo ahí estaba. pero al salir hasta que vi algo que me dejó impactado.

Una mujer rubia y alta estaba mirando mi bicicleta mientras el que parecía su compañero la estaba... olfateando como un maldito perro, hasta que de golpe se gira y señala hacia estos arbustos, la mujer y el hombre se acercaron rápidamente dejando la bicicleta desprotegida, lo cual aproveché para teletransportarme a su lado y quitarle el candado mientras aquellos seguían como perros en los arbustos yo ya había abierto el candado pero, como no, soy gilipollas así que me giré y les grité:

- ¡Hey! par de mierdas con plumas estoy aquí

De golpe se giraron y me miraron con temor y a la vez asco y mientras se iban acercando les dije:

- Sé que sois ellos, y no me dais miedo, es más quiero que les digáis esto a los grandes, voy a por todos vosotros.

Los dos se lanzaron a por mi con rapidez e incluso desplegaron las alas pero yo les dejé claro con un dedo que no me importaba, y entonces me materialicé en en avión otra vez, ya que era el único lugar que se me había ocurrido y donde pensé que estaría más seguro, al menos durante un tiempo.

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