Sobrenatural

Me enfrentro con Hulk

Mientras observaba a esos tres, sentí una muy extraña sensación, como si alguien estuviera observando, pero como mi vida corría peligro no le presté demasiada atención.

la Hulk vino rápidamente hacia mí, preparando un golpe con el puño que esquivé agachándome y me alegré mucho de haberlo hecho. El puño atravesó la pared de piedra cómo si fuera papel y si me hubiera dado ahora no estaría contando esto. Aprovechando que estaba abajo de ella saqué mi espada y se la clave en el estómago. Cosa que no le hizo demasiada gracia así que volví a recoger la espada y me fui. Al momento tenía como a siete personas delante.

Por por su apariencia de inútiles no parecían seres sobrenaturales así que comencé a una pequeña pelea con ellos, mientras la Hulk se recuperaba lentamente del corte. En un primer momento vinieron todos a la vez a por mí, de forma que no tuve más opción que correr, puesto que no puedo usar la espada con estos tipos, ya que al ser humanos, no está bien visto matarlos, tenía que derrotarlos a la vieja usanza.

Al estar cerca de la pared me fijé, en que dos tipos un chico y una chica de ese grupo, no estaban demasiado centrados en la pelea, uno de esos tipos estaba frente a mí, y no paraba de tocarse la pierna y la otra estaba a mi derecha con aparentes fuertes dolores de estómago, supuse que seguían afectados por su pelea anterior de forma que ellos fueron mi primer objetivo. Estaba rodeado en un semicírculo, me concentré lo máximo que pude, miré a esos tipos y me preparé para... ganar

Corrí hacia el tipo que tenía enfrente, le di una patada en la espinilla, me giré y le di un puñetazo en la cara, al tipo que tenía a su izquierda, salté y con una patada en el aire golpeé a otro en la espalda. pero una chica me cogió de la pierna aun en el aire, y me lanzó al suelo, donde dos tíos me esperaban y me dieron unas cuantas patadas, finalmente, les lancé un puñado de tierra que había en el suelo a los ojos, y aproveché para colocarme en posición otra vez, aun con graves moretones en el cuerpo. En un instante giré la vista y vi que la Hulk ya estaba casi recuperada, cosa que me preocupó ya que aun me quedaban unos cuatro tipos y muy poco tiempo.

Saqué la espada, y con el dorso de esta empece a golpear en una primera instancia a la mujer que le dolía la barriga, con gran velocidad le golpeé en el estómago con el puño izquierdo, dejándola inconsciente, y con una estocada sin mirar a mi derecha le clavé la punta de la espada en la pierna a otra tipa que intentaba venir a por mi sin que me diera cuenta, y mientras se quejaba del dolor aproveché y le clavé aun más la espada, hasta que ya no pudiera caminar por un tiempo, pero un tipo me vino por la espalda y me agarro con una fuerza brutal.

Hasta podía oír mis huesos crujir, y tras soltar un gran quejido de dolor el tipo... me soltó... no, no me soltó, se desmayó y se cayó de espaldas. Miré a mi alrededor pero no había nada, el último hombre, al ver eso se le puso una cara de terror tremenda, y... huyó.

Finalmente conseguí derrotarlos a todos, o a casi todos. Pero acabé con unos cuantos moretones, y probablemente con alguna costilla rota. Sin un momento para respirar la Hulk me vino por la espalda y me dio una patada en el costado que me dejó en tierra y aprovechó para darme otras, pero tras unas cuantas patadas recupere la compostura y logré esquivarla, rodé por el suelo y logré estar a unos metros de ella, con graves golpes por todo el cuerpo, me levanté, la miré fijamente, cogí la espada con ambas manos, y la puse en posición vertical apuntando a su posición.

- Mocoso, no sabes como voy a disfrutar comiéndome tu alma,

- Buena suerte, primero tendrás que vencerme maldita Hulk

Tras decirlo, La tipa cambió... Le salieron alas rojas como la sangre, aumentó su tamaño, ahora medía cerca de 2,50 metros. Su ropa comenzó a arder, parecía que tuviera un aura de puro fuego, que junto a su nuevo rostro, digno de Freddie Kruger, le daba un aspecto horripilante. Pero lo peor era su arma, un tridente oscuro, tan grande como ella.

- Mocoso, antes te has llamado a ti mismo the Hunter ¿No? Bien pues déjame que me presente, Soy el II capitán del pecado de la Ira. ¡Ahora prepárate para morir!

Morir... Si muero todo lo que he hecho desde el instante en el que maté a aquel demonio en el callejón para salvar a mi tía... mi tía, mis padres, mi familia aniquilada por los Dioses y Demonios... y el juramento que hice... de matarlos a TODOS.

Mientras más pensaba en todo lo que me han hecho, menos dolor notaba y más me enfurecía y mayor sed de sangre tenía mientras mi espada se volvía azul oscuro

- Esta vez nadie va a morir, sucia rata roja

- Eso es mocoso, enfurécete saca toda tu ira. ¡Aliméntame!

Los dos avanzamos rápidamente hacia el otro, y chocamos las armas provocando una gran onda de choque que nos lanzó a los dos hacia atrás, y así seguimos haciendo una y otra vez, cada vez con una mayor fuerza, provocando bastantes destrozos en ese sitio. Mientras más fuerte atacábamos menos nos afectaba los choques, y finalmente se volvió una sangría, mientras más lo hacíamos, más veloz me volvía, más fuerte. En ese momento mientras luchábamos una gran piedra se cayó del edificio continuo, ella se fijo en eso pero ese instante de despiste le costó la vida. Justo en el momento en el que ella miró arriba dejó al descubierto su torso y le clavé la espada hasta atravesarla, mientras le dije

- Si vuelves ahí abajo dales un mensaje. El cazador nunca deja escapar a su presa.

Y finalmente se disolvió en el aire. Aun después de eso no tenía tiempo de descansar. Me di la vuelta por si quedaba alguien, o alguno de los tipos de la pelea se había levantado, pero no. Hasta que me fijé en el tipo que se desmayó cuando me tenía cogido. Y me fijé en que algo resplandecía a su espalda. Fui apoyado en la pared, ya que el dolor había vuelto, cuando estaba a su lado le di la vuelta y... me quedé sin palabras.

Tenía un cuchillo clavado... pero lo más extraño de todo era que el cuchillo tenía el mismo símbolo que mi pendiente, la luna nueva.