Tu Excitante & Desconcertador Regreso A Mí

Capítulo 3

—Quiero que te mantengas alejada de mi novia. –Exije Sara al entrar a mi salón, oscuro de fotografía.

—¿Disculpa? –Pregunto confundida.

—Lo que oíste, no pienso permitir que intervengas entre mi novia y yo. –Asegura.

Y al instante comprendo todo. No puedo creer que Mia se lo dijera.

—No sé a qué te refieres...

—Ya lo sé todo, Mia me lo conto. –Suelta de pronto interrumpiéndome.

La miro entre sorprendida y dolida.

Pero no pienso mostrarle que eso me afecta.

—Sara, Mia y yo hablamos y le deje bien en claro que no me interpondría entre ustedes dos. –Le hago ver.

—Eso no me importa, quiero que te alejes de mi novia y rompas todo contacto con ella. –Pide o creo que más bien me exige.

Y esa exigencia comienza a molestarme mucho.

—Sara deberías confiar en Mia –y de repente lo que ella le hizo a Mia, viene a mi mente–. Porque estoy segura que Mia, jamás haría lo mismo que tú. –Exclamo en tono frío.

Su rostro se descompone con sorpresa y enojo, al saber que lo sé.

—Eso fue un error, y...

—Una persona que ama, jamás haría algo así –la interrumpo–. Y no romperé mi amistad con Mia a no ser que ella misma me lo pida. —Aseguro con frialdad.

—Ella no siente nada, no hay nada que mi novia sienta por ti...

Me dirijo a la puerta, y la abro.

—Ya deje todo claro, ahora lárgate. –Pido interrumpiéndola.

Ella comienza a acercarse.

—Esto no se quedara así, eso te lo aseguró. –Sentencia al salir por completo.

Dejando esa amenaza flotando en mi salón...

Me sobresalto, con el corazón a millón al haber soñado con ese momento tan horrible para mí.

No permitas que te afecte. Comenta mi razón.

Tal vez ella no podía estar contigo, por estar con ella. Contraataca la voz de mi corazón.

Ignoro esos comentarios, al levantarme para asearme y después ir a ver a Lauren al hospital...

Al llegar Lauren está mucho mejor que ayer, y ya no pudo esperar el alta, para empezar a trabajar.

—¿Lauren que haces? –Pregunto al ver su Laptop y papeles regados en la cama del hospital.

—Dame un minuto. –dice al estar hablando por teléfono—. Eso es seguro señor Kim, para esta semana el decorado de su jardín estará terminado. –Le oigo decir al finalizar la llamada.

Lauren toma su cabeza con preocupación, algo está mal de eso estoy segura.

—¿Qué ocurre Lauren? –Pregunto al tomar sus manos.

—Este diseño de jardín en el que estoy trabajando es importante, tanto para mí como para mi empresa – me mira con preocupación–. Y me daría un miedo atroz, que eso se viera estropeado. –Me cuenta.

Y al instante sé que debo ayudarla, así como ella lo hizo conmigo en ese día tan doloroso para mí.

—Dime en que te puedo ayudar. –Pido que me diga.