RED DE MENTIRAS.- ARÓN PIPER/ 2da parte 'El arte suicida de amar'

Cap.9 El loquero

No puedo asumir que han pasado tantos meses del accidente. Ya casi se acaba el año y es como si fuera ayer cuando todo ocurrió.
Llevo casi dos semanas sin verte y me estoy volviendo loco. Las cosas han estado difíciles, desde las estupideces de Jaxon por querer salir de prisión hasta los intentos de suicidio de Omar.
Créeme que he ido a la clínica pero no me han dejado entrar. Las enfermeras dicen que no pueden darme información, que es pedido de tu médico  tratante y no he querido interferir, pero ya no puedo más.
-He venido unas 5 veces y nadie me dice nada – Traté de calmarme-
-Lo siento, no pue...-
-¡PUES ME JODE!- Grité- ¡No te estoy pidiendo un cheque en blanco, mierda!- Se asustó y llamó un chico que al principio parecía seguro, pero al verme el ceño se ha arrepentido-
-¿En qué le puedo ayudar, señor?-
-Pues que te lo diga la tipa esta- Le miré- O solo puedes decir 'LO SIENTO NO PUEDO DARLE INFORMACIÓN'-
-Cálmese, señor, nosotr...- Golpeé la pared, pero respiré profundo. Así no lograría nada, solo que llamasen a la policía-
-He venido dos veces, yo la traje y hasta ahí no habido ningún problema. Explícame ahora, por qué desde la semana pasada me impiden saber sobre su condición? -
-Por qué son órdenes internas, no podemos dar información sobre nuestros pacientes a nadie más que su familia-
-Y si te digo que no tiene familia, que su tutor fue corrido el mismo día que la traje porque la puteaba desde que entró, y que al único que ha dejado pasar es a mí?- Se pusieron hablar entre ellos y las ganas de reventarle la cara al tío iban en ascenso.
Se dieron unas vueltas indecisos y cuando la paciencia estaba en su límite habló- Ya no está aquí- Antes de que soltara mi rabia, siguió- La han derivado a una clínica de salud mental hace una semana, tenga- Era un papel- Esa es la dirección pero dudo que pueda visitarla, no se les permite que...-
¿Real? Te habían enviado a un loquero?

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Terminé de leer la última conversación que tenía Omar con Manuel. Gary me ha comentado que estuvo visitando constantemente a un abogado.
'La empresa no está mal pero esa plata es mía, es mía y de Jannis'
'Qué te dice el abogado al respecto?'
'El dinero le pertenece a ella por ley pero ya me he traspasado un 15%.'
'Podrías traspasarte todo y ya no importará más. La niña está sola, no te demandará.'
'No es tan fácil idiota. Crees que he sacado todo eso de una vez? que te partan!! necesito más de un puto año para transferirme todo sin que sea sospechoso. Tendré que hacerme el arrepentido o esperar que se quede toda la vida en ese lugar. Me conviene darla por loca y quedarme con el dinero pero la psiquiatra esa me tiene en la mira, dudo que pueda convencerla'
'Nadie se niega a un par de palos'
'Esperemos unos meses'
'Para qué?'
'A que se quede ahí, estúpido. Que se calmen las cosas con la doctorcita, luego veremos si cede... Si no tendré que ver otra forma...'
'¿De qué hablas? ¿Qué forma?'
'Ya sabes, otras formas. Buenas noches Omar, cuida a mi primita no seas un mal marido acuérdate que te necesitaré acá muy pronto.'
Estaba claro, te mataría de ser necesario.
Aparqué la moto una cuadra antes y me escabullí por detrás. Era un centro bastante amplio y resguardado. Casi imposible de ingresar.  Había dos grandes estructuras antiguas, una al principio, en medio un gran parque seguida de otra un poco más pequeña con otro jardín similar al primero. 'Departamento Adolescente', ahí debes estar.
¿Y ahora como entro?  Si bien pude subir al techo de la casa que le avecinaba, era un acto suicida saltar desde ahí. Aunque de hacerlo, podrían internarme y ser tu compañero. Sonreí.
Miré bien la estructura y no hallé forma, pero luego me fijé que donde estaba solo habitaba un anciano sordo, asique bajé e inspeccioné el patio.
Perfecto! Una parte de la pandereta que separaba el hogar de la clínica, estaba defectuosa en su parte baja. Bastó que la forjara un poco para que parte de esta cediera dejando un pequeño hueco.
Rasgué un poco la tierra y me arrastré. Tapé con hierba seca para que ningún loquito descubriera la salida y me dirigí entre los arboles hasta el último departamento.

No sé si es el destino, quiero creer que sí, pero en la primera ventana, ahí estabas. Un cuarto amplio, con dos camas, parecía que estabas sola porque en una, solo estaba el colchón. Así sin nada.
Sentí ruido, creo que provenía de la segunda puerta. 'El baño', pensé y te vi.