Capítulo 8

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Al día siguiente cuando Yami se despertó miro hacia la cama de su hermano pero ésta estaba vacía, se levantó a toda prisa y salió al pasillo pero no había nadie, la casa seguía vacía y en silencio, bajo las escaleras y miro en la sala, en la cocina, en el jardín pero no había nadie, finalmente volvió a subir al segundo piso y miro en las habitaciones: primero en la de su abuelo, pensando que tal vez su hermano se había quedado dormido allí, abrió la puerta lentamente, todo seguía tal cual el abuelo lo había dejado el viernes en la mañana, pero enseguida se arrepintió de haberlo hecho pues recordó que su abuelo ya no estaba allí con ellos, inmóvil en el umbral y con la mano aún en la manija de la puerta el chico agachó la mirada sintiendo como sus lágrimas por sus mejillas, cerró la puerta y miro en la habitación de invitados, allí profundamente dormido se encontraba Yugi, se veía tan tranquilo, tan en paz, su gemelo se le acercó y le acarició el pelo, él sonrió en sueños -¿Por qué se habrá quedado dormido aquí? -se preguntó -¿Me tendría miedo? ¿O sería por algo más? Bueno se lo preguntaré cuando despierte -pensó y bajó a la cocina, Anubis salió de la habitación y lo siguió, al mirar la hora se dió cuenta de que aún era muy temprano así que decidió sacar a pasear a su perro, le puso la correa y salieron, todo estaba muy tranquilo, le dieron un par de vueltas al parque y volvieron a casa, eran las ocho de la mañana.

Yugi bajó las escaleras y encontró a su hermano en la cocina preparando el desayuno -buenos días -lo saludó -hola -respondió Yami -¿Cómo dormiste? -le preguntó -bien ¿y tú? -preguntó su gemelo con cierta vacilación -la verdad no lo recuerdo, pero creo que bien -dijo su hermano no muy convencido -fui a verte anoche ante de dormirme y estabas llorando pero te dormiste rápidamente -explicó Yugi sentándose a la mesa y mirando a su gemelo -sí, ya lo recordé, me desperté a mitad de la noche llorando pero me volví a dormir -dijo Yami -por ciento Yugi -dijo volviéndose hacia él -¿Por qué te dormiste en la habitación de invitados? -preguntó intrigado mientras le sevia su desayuno y se sentaba frente a él -porque pensé que necesitabas tiempo a solas -respondió su gemelo, comieron unos minutos en silencio -el funeral será hoy a las dos de la tarde, mamá y papá vendrán por nosotros -dijo Yugi mirando a su hermano, éste asintió con la mirada baja pero él pudo ver una lágrima brillar en su mejilla, pero decidió no decir nada -me voy a bañar -dijo Yami levantándose y saliendo de la cocina, dejando a solo a Yugi, terminó de desayunar y subió a la habitación para decidir que iba a ponerse, al entrar vio la ropa de su gemelo sobre la cama y decidió ponerse lo mismo.

El chico salió de bañarse y entró en la habitación, ambos hermanos cruzaron miradas, Yami tenía los ojos rojos pues había estado llorando de nuevo, Yugi se metió a bañar dejando solo a su gemelo quien se sentó en su cama y se tapó la cara con las manos llorando en silencio.

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