CAPÍTULO IV ( III )

1.1K 82 14
                                    

Volumen 1
Capitulo 4: Conflicto
Parte 3

El funeral se llevó a cabo en el cementerio en las afueras del pueblo. El cementerio consistía en una reja destartalada que cerraba un espacio abierto con varias piedras verticales redondeadas que tenían nombres grabados en ellas.

El jefe del pueblo leyó un epitafio para consolar a las almas de los que partían. Luego oró a los dioses, que no existían en Yggdrasil, para que las almas descansasen en paz.

Aparentemente no podían enterrar a todos los cuerpos por la falta de mano de obra, así que solo enterraron a una parte de ellos. Desde la perspectiva de Ainz, enterrar a alguien en el mismo día de su muerte era algo prematuro. Tal vez este mundo tenía prácticas religiosas desconocidas para Ainz y enterrar a alguien rápidamente era algo considerado normal.

Los pobladores estaban todos reunidos en el cementerio, entre ellos Ainz que vio a las dos hermanas que había rescatado -Enri y Nemu Emmott. Ainz confirmó que los dos cuerpos de por allá eran sus padres; aparentemente el entierro seria dentro de poco.

Ainz observaba desde una posición cercana mientras acariciaba una varita de treinta centímetros de largo debajo de su túnica. La varita estaba hecha de marfil, en la punta estaba decorada con oro y grabados con letras rúnicas y despedía un olor divino.

El nombre de la varita era [Varita de Resurrección].

Con este ítem mágico era posible resucitar a los muertos. Ainz obviamente tenía más de una varita. Incluso tenía tantas que hubiera podido resucitar a todos los muertos del pueblo y todavía le hubieran sobrado muchas.

De acuerdo al jefe del pueblo, no existía ningún hechizo que pudiera devolver la vida a los muertos. Si Ainz usara la varita de resurrección, podría crear un milagro en este pueblo. Pero luego de que concluyeran las oraciones y que terminara el funeral, Ainz guardó lentamente la varita dentro de su [Dimensión De Bosillo].

Podía resucitar a los muertos, pero decidió no hacerlo. No fue por que creyera que era el trabajo de Dios ocuparse de los espíritus de los muertos, sino porque no tenía una razón para hacerlo.

Si tomaba en cuenta dos tipos de Encantadores Mágicos, aquellos que usaban su magia para matar y aquellos que la usaban para resucitar a otros. Era fácil imaginar cuál de ellos tendría más probabilidades de encontrar problemas. Incluso si los resucitaba con la condición de que no le dijeran nada a nadie sobre eso, las probabilidades de que todos mantuvieran el secreto eran bastante pocas.

Todo el mundo deseaba la habilidad de vencer a la muerte, ¿correcto?

Incluso sabia podía utilizar el hechizo de Resurrección cuando cambiaba a la raza de los ángeles ya que estuvo experimentando con los items desde que llegó al nuevo mundo.

Pero por el momento no tenía información suficiente. Era mejor no utilizar ninguna de sus opciones.

"Haber salvado su pueblo debería ser suficiente para hacerlos felices."

Ainz susurró una plegaria mientras observaba al Caballero de la Muerte de pie detrás de él.

El Caballero de la Muerte era otro misterio.

Cuando estaba en Yggdrasil, los seres mágicos invocados desaparecían luego de un tiempo a menos que fueran invocados con métodos especiales. Este Caballero de la Muerte no fue invocado por ningún método de ese tipo. Ya debía de haber expirado, pero no lo hacía.

Aunque Ainz podía especular el porqué, no podía encontrar una explicación debido a la falta de información.

Luego de que el funeral acabó, Ainz comenzó a buscar al jefe del pueblo.

Overlord - El Gobernante Supremo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora