I am || One-shots SKZ

20: Lento, suave y dulce

ChangJin

Changbin había ido a la casa de Hyunjin a pasar el rato y decidió quedarse aún cuando este le dijo que tenía tarea que hacer.

Seo observaba los labios de su menor, este estaba frente a él leyendo un texto de la universidad, pero apesar de estar concentrado, era conciente de la penetratente mirada que el pelinegro le dirigía.

Unos minutos después, Hwang soltó un suspiro y alejó el trozo de papel, dejándolo a un lado, para luego chocar mirada con el contrario, sonriendo.

-Tienes cinco minutos.

Changbin abrió los ojos con sorpresa y sonrió, para asentir repetidas veces mientras se levantaba.

Hyunjin, quien estaba acostado en el sofá, se sentó y espero a que su mayor se acomodara en su regazo.

El pelinegro observó los labios gruesos del rubio, por unos segundos, para luego dirigir sus dedos y tocarlos.

Amaba los labios del alto, tenía una extraña obsesión con ellos y agradecía que Hwang, quien solo era su mejor amigo, le permitiera tocarlos e incluso besarlos.

Lentamente pasó dos dedos por el labio superior y luego el inferior, acariciando el piercing que yacía a un costado.

Hwang, aún no totalmente acostumbrado al cosquilleo, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.

-El tiempo corre, hyung.

Changbin asintió, sus mejillas estaban sonrosadas y se le notaba nervioso. El alto alzó un ceja, confundido.

El mayor relamio sus labios y cuando estaba por acortar la distancia, titubeó. Sus mejillas estaban aún más sonrojadas y su cuerpo tembló levemente.

Hyunjin esta vez frunció el ceño, era la primera vez que Seo se colocaba nervioso al querer besarlo. Siempre era decidido y aprovechaba cada minuto, pero en esta ocasión, se le veía "sumiso" ante él.

Y extrañamente le gustó.

Le gustó ver a su mayor así, por lo que extendió su mano y acarició la mejilla ajena, recibiendo un leve temblor, para luego ver como el pelinegro disfrutaba de la caricia.

Mordió su labio unos segundos, alzó su otra mano y acunó el rostro del más bajo y se acercó, uniendo sus labios.

Lento, suave y dulce.

Siempre eran así, besos tiernos.

Pero como hoy todo era distinto, al separarse, Changbin sacó un poco su lengua y lamió el pircing del alto, sorprendiendolo.

-¿H-hyung?

El rubio alejó sus manos del rostro ajeno y cuando Changbin se acercó aún más a él, por instinto las posó en su pequeña cintura.

Seo tomó aire y posó sus brazos en los hombros del rubio y juntó sus manos tras su cuello, jugueteo un poco con la mullet de Hwang, enredando sus dedos y acariciando.

Volvió a acercar su rostro al del alto y pasó nuevamente su lengua por el objeto de metal, con extrema lentitud.

Hyunjin estaba estático.

Su corazón latía con fuerza y las pequeñas descargas eléctricas que sentía por todo su cuerpo eran señal de que estaba disfrutándolo.

Que aquellas acciones que su mayor estaba haciendo, le gustaban.

Y eso le asustó.

Posó sus manos en el pecho del pelinegro y lo empujó con fuerza, haciendo que este cayera al suelo, chocando de paso su codo con la pequeña mesa que yacía cerca.