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Al despertarme, tenia mucha hambre y sed, por lo que me vi en la obligación de despertar a Irene.
(tirandola de la cama).

— ¡Despiertate, Irene! – grite y la empujé al suelo.


— ¿Qué te sucede? ¿Acaso te volviste loca?

— ¿a mí? No me sucede nada, Sólo tengo hambre y sed...

— pues ve y prepárate algo.

— no, es tu casa, no la mía.

— ¿y eso qué?

— buenos días... – dijo Jisoo, bostezando.

— Buenos días. – respondimos.

Rosé solo se sentó en la cama, mirando a no sé dónde sin pestañear.

— ¡Alimentame! – dije encurbando mis labios hacía abajo y simulando llorar.

— ¡ay dios! está bien, ¡TODAS ABAJO! – gritó Irene y Rosé dio un salto del susto, saliéndose de su trance.

La señora Jung nos preparó el desayuno y lo llevó a la mesa para que pudiéramos desayunar viendo la TV.

(...)

— Bueno, adiós. – dije dejando un beso en la mejilla de cada una.

— Adiós, cuídate. – Dijo Rosé.

Salí de la casa de Irene, agradecida, porque ninguna recordó lo de anoche.

¿Lisa lo recordará?

— hija. – dijo mi mamá, sentada frente a mi.

— ¿qué?

— Creo que ya es tiempo de que empieces a trabajar en la empresa, conmigo. Ya vas a cumplir 18 y tienes que aprender a hacer negocios.

— pero... ¿y la escuela?

— iras a la escuela por la mañana y trabajas por la tarde.

— No podre concentrarme en la escuela de esa forma.

— Lo siento, pero no pienso mantenerte toda tu vida.

— Puedo encontrar otra forma de conseguir dinero.

— Inténtalo.

Mi madre me sonrió y se fue.

La gastronomía no es lo mío, amo comer, pero no trabajar.

¿Y si busco otro trabajo como excusa para no trabar con mamá?
No sé si sea la mejor idea, pero...

Podría hablar con la señora Soo, quizá me pueda tomar en cuenta.

No pienso que mamá me mantenga para siempre, pero tampoco pienso en trabajar, ahora.

(...)

— Hola, Jennie ¿cómo estás?

— Bien ¿y usted?

— por suerte, bien.

— Tenga, le vine a devolver el libro. – dije entregandole el libro que me había llevado.

—  y ¿Qué tal? ¿Te gustó?

— si, me encanto. Solo que esperaba que fuera más sorpresivo, pero me contaron una parte y la magia se perdió.
Pero queria hacerle una pregunta...

— Dime. – dijo mientras caminaba a guardar el libro.

— Pues...me preguntaba si por casualidad ¿necesita empleados?
Es que mamá me dijo que tengo que buscar trabajo y que no me puede mantener para siempre...

— Entiendo, puede ser que nesecite a alguen que pueda limpiar y ordenar los libros de vez en cuando. Te tomaré en cuenta por ser una muy buena clienta.¿Puedes venir el lunes?

— si, claro que si.

— bueno, el lunes veremos si te tomo o qué ¿Okey?

— si, muchas gracias.

You Will Be Mine 【Jenlisa】(En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora