Falta e' Fororo | Jung Hoseok

❝Prólogo: Maldita aguja❞

ㅡ¡Coño e' la madre!, ¡mi deo'!ㅡ medio grité mientras presionaba el dedo índice de mi mano izquierda con el contrario y el pulgar de la otra. ㅡEs que yo soy medio gafa, ahora parece que me estoy desangrando por el dedo, genialㅡ realmente al principio intente coser la insignia del liceo en la camisa nueva que me compro mi querida progenitora pero qué va, luego me puse a clavarme la aguja en el pellejito que está alrededor de la uña y ahora tengo media aguja enterrada en un dedo.

Lo primero que se me ocurrió fue sacarme esa guarandinga como en la películas, pero después de echar coco unos minutos supe que no sería la idea que me haría pasar de mis 17 años con vida. La segunda idea fue decirle a mi mamá, pero más bien iba a terminar con un zapato en el culo y una aguja enterrada aún en el dedo. Así que como la gafa que soy, recurrí a llorar en el baño mientras imaginaba mi futuro y definitivamente un enunciado en Últimas Noticias al día siguiente.

Adolescente de 17 años fue encontrada sin vida en la California en el baño de su casa por pega'.

No no no, Veronica Díaz no puede morir aquí, o por lo menos hoy. Me convencí a mi misma de que si me sacaba la aguja yo sola no me iba a pasar nada, ㅡRelájate cabeza e' huevo, va a ser cómo en la comiquitas cuando se clavan las espinas de las matas, recuerda; mente sana, cuerpo sanoㅡ no les voy a caer a mojonasos, intenté y falle como 6 veces antes de por fin sacarme la verga esa, hasta que a la séptima la vaina por fin salió, al igual que el chillido más agudo y feo que ha salido de este hermoso ejemplar de garganta en por lo menos unos 15 años.

Al bajar la mirada a mi mano me di cuenta que estaba sangrando de una manera casi descontrolada como la transferencia Plaza Venezuela - Zona Rental a las 4 de la tarde. Abrí corriendo la caja en que la mi mamá guardaba las vendas, curitas y el algodón pa' ponerme algo que detuviera la sangre en lo que escuché que tocaban la puerta de una manera que coño, no era normal. Escuche unos gritos pero púes, yo estoy en el baño, no en la sala. Le toca esperar a que vea qué hago con la guarandinga esta.

Después de ponerme un poquito de algodon por encimita y sin cuidado salí corriendo a la sala y ahí pude escuchar claramente ㅡ¿¡hay alguien ahí!?ㅡ gritó aparentemente un chamo, o, la señora del 7 C la cual habla exactamente como uno.

ㅡ¡SÍ!ㅡ grité con una mezcla de estrés y exasperación, es que una ya no se puede desangrar tranquila en estos tiempos. Como la salia' que soy, fui y abrí de una la puerta gafa esa sin siquiera ver quien era. No antes sin acomodarme mi pedacito de algodón con sangre.

Y ahí pude ver, era un chamo con el cabello entre castaño oscuro y claro, y solo un poco más alto que yo, sin destacar el hecho de que evidentemente era del continente asiático, o por lo menos con papás provenientes de el. Pero verga, por ahí van los tiros.

ㅡÉpa, ¿estás bien?, escuché un grito como de una niña y pensé que algo había pasadoㅡ dijo como cuando en las películas le hablan de poquito en poquito a los personajes que según eran de otros países para que entiendan bien el idioma, o por lo menos eso fue lo que le salió.

ㅡSí sí, nada más tuve un "accidente"ㅡ en el momento de hacer las comas con las manos supe que la cagué, justo se me cayo el pedacito de algodón que le quité a mi mamá y claro se vio como se me escurría un choro de sangre por el dedo. Maldita maña.

Al carajo los ojos se le abrieron los ojos como si hubiera visto a la mismísima llorona cuando vio como se caía la gótica de sangre en el piso, que me hizo acordar a mi querida abuela cuando me moché un pedazo de cabello en clases y me tuvo que ir a buscar porque me puse a llorar como desquiciada y ya no aguantaban mi llanto.

ㅡDios mio, ¿que hiciste?, ¿estabas pelando una yuca y se te fue el dedo?. Ven acá yo veo que te hecho en ese dedoㅡ Dijo el carajo poco antes de agarrarme el brazo con una delicadeza que coño, pareciera que estuviera jugando con un piaso' e' plastilina dura.