Falta e' Fororo | Jung Hoseok

•Tu trabajo será recompensado con un vasito con Rico Malt•

(Cuando escribo me gusta dejar cierta línea de tiempo entre capítuos pero esta vez podemos decir que la línea en muy corta, aquí es seis. Es decir, sólo ha pasado un día desde el otro capítulo. Por otra parte las letras que están como "en cursivas" son recuerdos. Gracias por su atención).

Verónica

ㅡ yo solo quiero saberlo todo, las respuestas que tanto anhelo y necesito saber. ¡mamá, perdón pero estoy harta!. Todo esto nada más se está yendo a la mierda y me parece que aunque sea difícil no quiero arriesgar algo que de verdad importa, ya es tiempo de que lo.

ㅡ¡¿Qué quieres que te diga, Verónica?!. ¡¿Qué tú papá era un alcohólico de mierda que cuando se emborrachaba hacía y desasia con uno?!ㅡ dijo o más bien grito mirandome, perdiendo la cordura. No me costó darme cuenta.

ㅡ¡Coño, gracias!, ¡después de diecisiete años de puras mentiras y más mentiras!ㅡ inhalé, recordando que a pesar de sus errores no todo era su culpaㅡ¿en realidad que te costaba decir eso?, más bien, ¿decir la verdad?.

ㅡ¡Si lo que tú quieres es la maldita verdad pues te la voy a decir, Andreina. ¡Pero no quiero que termines más jodida que ahora!.

Y si, ayer fue todo un desastre. Por suerte lo único que no hubo fue coñazo.

Empecemos por el principio así como quien dice. Digamos que casualmente ayer me fui como a las cinco de la casa de Hoseok y me fui directo para mi casa, gracias a dios y a todos los santos que mi mamá no estaba porque si no me iba a dejar hasta el culo morado.

Yo llegué, me cambié el uniforme, me bañé y me puse a hacer la cena. Era solo para mi, puesto que mi mamá me avisó que no iba a comer hoy aquí. La cena iba a ser mi platillo insignia: arepas con pasta. El truco era freírlas y luego rellenas con pasta, algo así como los tacos de espaguetti de Spencer solo que más rancio y veneco.

Y así lleve todo a cabo. Ella llegó justo cuando yo estaba cenando. Me dijo "hija, ¿cómo estás?". Y ahí todo se fue a la mierda.

Yo no le respondí, ni siquiera la miré. Ella en confusión y aprovechando que hace días estaba así, me preguntó qué coño me estaba pasando. Exactamente con esas palabras, qué decirles.

Y ahí exploté, me puse histérica, le dije de todo hasta que al fin ella cedió y me lo dijo todo, a los gritos, pero me lo dijo.

Ahora permitanme darles una explicación.

Si algo sabía de mi papá era:

Se llama Rodrigo, se murió cuándo yo apenas estaba de meses en la francisco Fajardo, tenía la misma nariz que yo y conocía a mi mamá desde el liceo.

Pero ahí hay un dato que no es cierto, pero para mí desgracia y suerte yo no sabía que no era cierto.

Nos remontamos en el 2006, nada en específico que decir de él. Resulta que yo estaba con mi papá en la casa de mis abuelos paternos, feliz saltando porai', la cosa es cuando por algún motivo la yo de seis años en su nueva patineta de Barbie no vio las escaleras y rodó cuesta abajo, pero al llegar no se pegó en peor parte que en todo el lóbulo pariental y temporal. Que para mi mala suerte y la de mis familiares, estaban encargados de la memoria.