•Si no eres viejo, no te sale•

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Hoseok

Otra vuelta a clases.

Otra vez a seguir acostandome a las tres.

Hoy me desperté tarde, se me quemaron las dos arepas que me hice para llevarme al liceo, pisé un charco de agua con la medias puestas cuando entré a la cocina, y no, sé que no todas las tragedias terminan aquí.

Son las siete y media de la mañana, sin embargo, sé que puedo entrar al liceo a las ocho y cincuenta gracias a que a esa hora estamos en recreo y constantemente hay gente entrando al liceo, por lo que, ahora no tengo nada porqué apurarme para hacer nada que no sea cambiarme la cochina media de verga esta.

Últimamente he estado interrogando mi existencia como nunca, con 5to año a la vuelta e' la esquina y la universidad una cuadra más allá, ¿quién no se angustiaria?, pensar en que pronto tendré que empezar a convertirme en un adulto, en que tengo que pensar en mi futuro e elegir una carrera que me guste y me dé comer, en realidad pareciera que todos mis pensamientos se confinasen en mi contra. Me duermo todos los días como a las dos de la madrugada pensando en mi futuro, hasta que al final el sueño y mis ganas de descansar ganan y termino soñando que me eché senda mata' por unas escaleras.

Pero coño, ese no es un beta para hoy.

Fui a mi cuarto con todas las intenciones de vestirme y ponerme fino pa' la foto, hice lo mismo de siempre, ponerme el pantalón, la camisa, correa, las medias y zapatos. Una vez listo el sistema me limité a buscar mi portiarepa para guardar mis arepas quemadas y mi bolso que no sé dónde carizo dejé tirado ayer con todo lo que necesitaría hoy adentro.

Seguí con mis ánimos de meter la cabeza en la licuadora de mi mamá hasta que me llegó la hora de salir a la chamba, antes de salir ya con mi bolso y el suéter puesto suspiré en frente de la puerta y abrí.

Qué ladilla.

Al otro lado del pasillo vi a Verónica recogiendo unos papeles del piso, no dudé en acercarme y ayudarla. Cuando se dio cuenta de mi presencia dio un salto en su lugar, supongo que por el susto y la sorpresa de encontrarme a esas horas tratando de ayudar gente a recoger papeles.

Hice uno de mis famosos gestos con las manos en forma de "v" con mis dedos y una buena pose de malandro, esperando que levantara su cabeza y me viera ㅡQué es lo qué es.

Rió ante mi especie de mantra y terminó de recojer todo para luego ponerlo en una carpeta, que casi casi y era más grande que su bolso. ㅡBuenos días, mi señorㅡ después de su saludo se aproximó hacía el ascensor y presionó el botón que cumplía la función de "llamarlo", pero hablando claro ya ni pa' eso sirve.

ㅡ¿Te quedaste dormido otra vez?ㅡcuestionó mientras veía que todo en su carpeta estuviera bien. Qué vaina, es que de verdad, yo todo lo meto doblado a la mitad en los cuadernos, y si es necesario, y no tengo dónde ponerlo lo doblo y me lo guardo en el bolsillo del pantalón, de todos modos, de ahí no lo voy ha sacar hasta que me acuerde, o lo lave, una de dos.

ㅡEstá bien, no planeo preguntarte cómo lo sabes, pero pa' te voy a decir que no, si sí.

Sonrió leve ante la burrada que acabo de decir, viendo al piso mientras una de sus manos reposaban arriba del botón de el ascensor.

ㅡLe verdad es que, Seokjin me escribió para saber si ibas a ir. Como tú no le respondiste antes, me preguntó a mí. Y bien sé que si te hubieras enfermado lo primero que hubieras hecho fuera pararte para decirle a tu mamá y para aprovechar el viaje, les hubieras escrito a ellos que no ibas a ir. ¡Fácil!.

ㅡA veces me pregunto cómo carajo si eres tan agüeboniada llegas a conclusiones tan acertadas. Sorprendente, Andreina Díazㅡ la miré riéndome, pero cuando al fin se dio cuenta terminé mirando al piso por la pena. Mardita sea.

Falta e' Fororo | Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora