Falta e' Fororo | Jung Hoseok

•¿Tú no sabes que a el que maldice se le devuelve la maldición?•

Hoseok

ㅡ ¡COÑO, SEOKJIN!, ¡PAPI QUÉDATE QUIETO QUE SI NO TE VOY A TERMINAR PINTANDO LA CEJA!.

ㅡ¡VUÉLVETE LOCO, MAMAGÜEVO!.

Estábamos en la casa de YoonGi tratando pintarle el cabello a Jin, pero qué va, pareciera que tuviera piquiña en esa cuca.

ㅡ¿'Tas seguro que ese es el color que quieres?, esta vaina parece como azul jabón panelaㅡ los actualizo, resulta que a los días de salir de clases Jin se decoloró el cabello, y no se le ocurrió mejor idea que ponerse reflejos de lila él solito. Total, pareciera que se lo hubiera hecho con marcadores Solita, y ahora se lo vamos a pintar todo de morado para medio tapar la cagada que se hizo.

ㅡCoño, Hoseok, ¡qUE SÍ!, ¡TÚ LO QUE TIENES QUE HACER ES ECHAR LA VAINA ESA, MÁS NADA!, ¡SI AL FINAL PARECE QUE ME LO PINTÉ CON PAPEL CREPÉ ESE ES PEO MIO!.

ㅡ¡NOJODA, YA ME TIENES ARRECHO!, ¡SIGUES GRITANDO Y NO TE HAGO UN COÑO!. ¡BELLO VAS A QUEDAR! ¡¿OÍSTE?!.

ㅡ¿Sabes qué?, mamalo, Hoseokㅡ ¿este mardito me reviro los ojos?, ¿a mí que según me quería?, qué va. Ya no creo en amor falso de putas.

Seguí echándole la verga esa en el cabello, y como a los diez minutos  escuché cómo la puerta de la casa se abrió. Esos tienen que ser Yoongi y Namjoon que andaban buscando a uno de los vecinos de Yoongi para cuidarlo.

Qué leche la mía. Lechuísimo.

ㅡNo digan cosas feas que ya traemos a Ale, no sean groserosㅡ anunció Namjoon de una manera dulce con el vecinito de Yoongi entre sus brazos y su vista fija en él como si estuviera a punto de decirle alguna cosa que provocaría diabetes tipo 3 en cualquier ser humano consiente, nojoda ni a mí.

ㅡ¡Hola, Hoseok!, ¿Hoy si me enseñarás como bailar?ㅡ maldito carajito pajúo de mierda.

Quisiera decir que es desagradable, malcriado, cabezón; pero no. Educaito, agradable, bonito y de más, pero cuál sería el punto de seguir peleando con un niño de siete años.

No sé, por eso voy a seguir en mi negocio.

ㅡNo sé Alejandro, si hoy te portas bien con nosotros, podemos llegar a un acuerdo, de resto, ni lo pienses.

Alejandro es un niño bastante chevere para mucho, e incluso para mí en un punto, pero desde que el muy mamagüevo llegó y se le fue un vaso enterito de Nestea encima del teléfono mío es más que personal. A esa verga se le descoñetó todo, ni siquiera sirvió lo de dejarlo en arroz una semana, y pa' rematar lo que me dio su mamá lo que me dio fue un mardito Alcatel, y eso que el mio era un iPhone plus seis recién comprado.

Tremendo pajúo.

ㅡNi sí ilijindriㅡremedó Yoongi ㅡDile que no y ya, gafo. Es más, ven Alejandro. Te voy a poner la comiquita esa de los perros que hablan.

Antes de que pudiera decir algo, lo tomó de la mano y tras un corto trayecto subió la escalera junto a él con pasos lentos, tanto que desde mi lugar al lado del mueble y la silla donde estaba Jin pude escuchar la constancia con la que sus pies producían un sonido hueco tras tocar la madera de los peldaños, sin saber si iban a esa velocidad por las piernas cortas de Alejandro o por el inexistente ánimo de Yoongi el día de hoy.

Venir a la casa de la mamá de Yoongi era el pan de cada día desde que empezaron las vacaciones, aunque quedaba más o menos lejos, era de bien. Nunca había nadie, la estructura daba la comodidad que necesitaban cuatro liceistas y la mamá todo el tiempo se la pasaba en una gastadera de plata comprando cucheria, una bendición.