Quiero Conocerlo

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-por favor Bocón yo no pienso cambiar de opinión

-y yo no pienso permitirte que lo hagas, es muy peligroso. Además ¿Que se supone que le diga a Estoico cuándo vuelva de su viaje? ¿He?. No siempre voy a tener una buena excusa para poder cubrirte y también sabes que soy un muy mal mentiroso

-eso depende de la situación- le dijo cruzándose de brazos

-no estoy de acuerdo con todo eso Hipo- dijo Bocón inquieto para luego pararse y empezar a ir y venir por la sala

-yo prometí que iba a ir, además si no voy el vendrá a buscarme y ahí si no volveré

-la cosa es que estarás sólo con un dragón y no cualquiera si no que un Furia Nocturna, Hipo

-podrías dejar de hacer eso Bocón me estás inquietando -sinceramente nose esperaba que actuará de esa forma y en verdad que lo estaba alarmando- se que suena peligroso pero él no lo es, es un buen dragón te lo aseguro

-la única forma en que pueda verificar eso es conociéndolo, si no, no te dejaré ir- con eso dicho detuvo su andar y con una expresión sería lo miro directo a los ojos- y no pienso cambiar de opinión, si quieres ir y que te cubra con los aldeanos y tu padre. Primero quiero conocer a ese dragón con el que vas a pasar todas las tardes y las noches

Esto es una locura, pero bueno se trata de Bocón supongo que no tiene nada de malo que lo llevé para qué conozca al dragón. Sólo esperó que no intenté matarlo cuándo estemos ahí.

-si quieres conocerlo, entonces tenemos que ir ahora mismo

Bocón asintió, yo me paré de mi asiento y me dirigió a la salida de la casa con Bocón detrás mío. Al salir nos topamos con unos vikingos que iban buscando a Bocón y no se veían para nada contentos, Bocón intento evadirlos pero no lo dejaron ir, se veían enojados por algo que el había echó aunque nose que fue lo que hizo.

-¡¡Bocón esto es inaceptable!!- grito uno de los vikingos alzando una hacha muy dañada, parecía que la había echo un principiante que no tenía ni la menor idea idea de lo que hacía. De inmediato los demás vikingos empezaron a quejarse mostrando sus armas dañadas y mal echas, algunas parecían que ni siquiera tenían filo y otras estaban quebradas como si fuera que apenas uno la tocase se aría trizas. Miré a Bocón esperando que pidieran disculpas por las armas mal hechas, pero en cambió tomó las armas y se dirigió a la herrería, yo lo seguí detrás junto con los otros vikingos que vinieron a quejarse. Al llegar vi cómo dejo todas las armas sobre una de las mesas y empezó a romperlas con un maso.

-¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! -grito una de las vikingas que había ido, Bocón dejo de hacer lo que estaba haciendo para luego tirar los pedazos rotos a la basura.

-les are unas nuevas para pasado mañana- dijo como si nada- pero ahora estoy ocupado, vamos Hipo- les presentes estuvieron a punto de quejarse nuevamente pero Bocón los ignoró a todos y salió de la herrería y yo fui detrás de él, salí corriendo para poder alcanzarlo.

-Bocón ¿Qué les sucedió a sus armas?

-Patán, Astrid, Brutacio, Brutilda y Patapez eso fue lo que sucedió

-¿Pero como?

-cuándo desapareciste justo en medio de la noche de la luna llena, yo necesitaba ayuda en la herrería y cómo eran los únicos libres no tuve más opción que obligarlos a que me ayudasen y como ya viste ese fue el resultado de pedir ayuda a los inexpertos en el tema

-por suerte volví para seguir trabajando ¿No?

-y pronto te volverás a ir, para estar con un dragón- asentí a lo que había dicho porque es verdad, lo guíe al bosque lo que no lo sorprendió ya que es de esperarse que se encuentre en el bosque en un lugar dónde nadie pueda verlo o encontrarlo. Cuanto más íbamos avanzando el miedo se iba apoderando de mi ¿Y si algo llegaba a suceder? ¿Y si Bocón no lo aceptaba? ¿Y si el dragón se enojaba y atacaba a Bocón? Esto no podría ser peor.

-¿Sucede algo Hipo? No tienes buena cara

-na-nada estoy bien- hice lo posible por ignorar mis propios pensamientos, si no Bocón no iba a parar de hacerme preguntas en todo el camino

-¿Cuanto falta?

-muy poco, ya casi llegamos -dije y Bocón suspiro cansado, al parecer ya le esta llegando la vejez- haya es- le apunte a una pequeña cueva .… ahora que la veo, ¿Será Bocón capaz de pasar por ahí?

-Hipo, no creó ser capaz de entrar ahí es muy pequeño para mi- se fue acercando cada vez mas hasta quedar enfrente de la entrada e empezó a analizarlo- tendrás que traerlo aquí, ya que no voy a poder entrar ahí por más que lo intenté

-y yo dudó que el sea capaz de pasar por ahí- dije señalando la pequeña cueva

-ve a buscarlo y después vamos aver si es capaz o no de pasar por ahí- hice lo que me pidió y entre en la pequeña cueva, no tarde mucho en llegar al final. Lo busque por todos lados pero no lo encontré por ningún lado.

¿Se habrá ido? .…
Pero ¿Porqué se fue?, si el fue el que me dijo que volviera … por las tardes y noches, de seguro aprovecha el día para ir a volar mientras no estoy.

-lástima para Bocón, tendrá que esperar hasta la tardé

-¿Hipo?

-¡HAAA!- salte en mi lugar por el susto, volteé de inmediato para ver que se trataba del dragón- me asustaste ¿A dónde fuiste?

-a dar una vuelta para estirar las alas .… no creí que vendrías hasta el atardecer

-si …bueno … esto ..vine a buscarte hay una persona que quiero que conozcas

-¿Quién?- pude notar como fruncía el ceño y al preguntar había un toqué de desconfianza

-te lo voy a presentar, el también desea conocerte. No te preocupes que no es mala persona, puedes confiar en él.

-¿Y voz confías en él?

-si, más que en cualquier otro vikingo en esta isla

-bien …-se escuchaba desconfiado- te acompañaré -a pesar de éso me acompañó cómo se lo pedí.

Lo guíe por dónde había llegado y como me imaginaba el no entrará por lo grande que es y de pasó sus alas.

-será más fácil, si vamos volando

-para voz, ya que yo no vuelo, no tengo alas- le dije señalando mi espalda

Me miró por un momento fijamente, lo que me incomodó un poco e inconscientemente empecé a jugar con mis dedos para distraerme.

-vamos a volar

-¿He?- antes de que pudiera hacer algo ya me encontraba a tres metros del piso- ¡¡NOOOO BAJA ME!! -me aferre a sus brazos como si mi vida dependiera de ello, aunque así era

-así sera mucho más rápido

-¡¡Estás loco!! ¡¡Me vas a matar!!

-si quisiera matarte, ya estarías muerto

-eso no significa que quiera estarlo, valoró mi vida- no dijo nada al respecto, sólo se apresuró a salir de ahí y yo con los ojos cerrados intentando no mirarlo. Para cuándo me di cuenta ya nos encontrábamos en el suelo, de inmediato me separé de él, no será qué justo Bocón nos viera de esa forma y más conociéndolo ya me imagino todo lo que se le vaya a cruzar por la cabeza, a ese vikingo cabezota.

Corazon y Alma de Dragon (HipoxChimuelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora