Cebo Vivo

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En la casa de alquiler

Ángela se encontraba en su habitación a la espera de que Tania volviera, pero no volvió.

Oyó a sus amigas rondando y charlando por la planta baja, se asomó por la rendija de la puerta para verlas, pero en cuanto ellas subieron a sus habitaciones, se escondió. No quería que la descubrieran.

Irene y Radka no tenían la más mínima idea de la existencia de Ángela.

A la mañana siguiente alguien tocó el timbre. Irene bajó las escaleras a toda prisa pensando que se trataba de Tania, pero al abrir la puerta, quien se encontraba al otro lado eran dos hombres trajeados como un par de armarios empotrados.

─ ¿Si? ¿Qué quieren?

─ ¿En esta casa se encuentra Irene Torres?

─ Si, soy yo ─ Irene se sentía algo nerviosa y se preguntaba quién demonios era esta gente.

─ ¿Podría acompañarnos? Necesitamos que responda algunas preguntas, es sobre el alquiler de la casa.

El hombre señalo hacia un coche negro aparcado justo enfrente de la casa, el cual ya tenia la puerta abierta invitando a entrar.

─ Lo siento pero yo dejé todo arreglado con la empresa de alquiler antes de llegar, si tiene alguna pregunta, hágasela a ellos

─ ¿Qué pasa Irene, quien es?

En el momento en que Radka apareció por detrás, Irene se dio la vuelta y le hizo un gesto para que se marchara.

─ Necesitamos que ambas nos acompañen ─ el hombre agarró a Irene del brazo.

─ ¡Corre! ─ Irene trató de soltarse pero el hombre la golpeó en la nuca dejándola K.o

Radka corrió escaleras arriba entrando por la primera puerta, la habitación de Ángela, cerró con pestillo y se metió en el baño, abrió la ventana pero era demasiado pequeña y estaba demasiado alto, cambió de idea y se metió debajo de la cama, después de dejar la puerta del baño cerrada.

Ángela ya se había escondido dentro del armario al oír los primeros golpes, trataba de aguantar la respiración, observando entre las rendijas de la puerta, esperando que no la encontrasen.

─ Ve tras ella ─ Dijo el hombre que cargaba con Irene debajo del brazo, como si no pesara nada ─ Mejor si nos llevamos dos

Después de decir eso sacó un móvil del bolsillo interior de su traje e hizo una llamada, mientras dejaba a Irene en el interior del maletero.

El segundo hombre subió dando fuertes pisotones por las escaleras, casi parecía un elefante al caminar, de una patada arrancó la puerta de la habitación de sus bisagras, el pestillo no sirvió de nada. Contempló el interior de la habitación en silencio y fijó su mirada en el armario, fue directo a él, Ángela en el interior se hizo un ovillo en el suelo, tapó sus oídos con sus manos y rezo que no la hicieran daño, mientras cerraba los ojos con fuerza. El hombre abrió el armario, eso la hizo estremecer, observó de arriba abajo apartando las prendas colgadas, después cerró la puerta sin decir una palabra.

Ángela abrió los ojos sorprendida "¡¿Cómo era eso posible?!¡¿No me ha visto?!" se puso en pie con cuidado y volvió a mirar por la rendija.

Radka por su parte seguía escondida bajo la cama, esperando no ser descubierta, el hombre esta vez fue a por la puerta del baño, la cual también arrancó de un solo golpe, Radka esperaba que el hombre no notase que esa puerta realmente no tenía el pestillo echado, el hombre miró por la venta abierta, tal vez imaginando que la chica había huido por ahí, cuando ya se disponía a marcharse se dio la vuelta y se agacho junto a la cama, agarró a Radka de la pierna y la sacó a rastras sin ningún esfuerzo. Ella gritaba y pataleaba, cuando estaba totalmente fuera la golpeó en la cara dejándola inconsciente, luego se la puso al hombro como si fuera un fardo y salió de la casa.

Alma DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora