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No tengo la menor idea de cuánto tiempo transcurrió desde el momento en que cerré los ojos hasta el momento en el que los volví a abrir. Vi por la ventana pero el cielo todavía estaba oscurecido por la noche. Voltee a mirar el reloj que estaba posado sobre el cajón a un lado de mi cama para saber la hora, las manecillas marcaban las 2:30 a.m.

Cerré los ojos tratando de retomar el sueño pero simplemente no pude. Me levante de la cama y baje a la cocina por un vaso de leche, he oído que viene bien para poder dormir. Trate de hacer la menor cantidad de ruido posible mientras estaba en la cocina y una vez terminado el trago de leche regrese a mi habitación.

Cuando entraba a mi cuarto lo primero que siempre veía era a lo que había al exterior de mi ventana. Se aprecian los techos de unas cuantas casas y si uno mira con detenimiento, podrá ver a la distancia unas pocas hectáreas de los maizales que rodean a Hollow. Claro, cuando es de día si era posible ver con mas claridad hacia el maizal pero como ya era noche era mas complicado ver aquel terreno. Esa noche en particular, puedo jurar que logre apreciar algo en la lejanía, algo que emergía del maizal pero luego volvía a ocultarse entre las plantaciones.

La cama se posaba a un lado de mi ventana, me prepare nuevamente para acostarme pero una brillante luz pudo ser apreciada saliendo de entre la oscuridad. Más que una luz, parecía que aquello era un denominado fuego fatuo, de un color entre purpura con orillas verdosas.  La flama se mantuvo encendido por varios minutos hasta finalmente desvanecerse entre el negro de la noche.

En todo el rato que estuvo encendido estuve hipnotizado observándola, dije no ser alguien que creyera mucho en lo paranormal por lo que trate de explicar dicho fenómeno. Una primera hipótesis sugería que un granjero estaba haciendo una fogata pero era estúpido ¿Quien haría una fogata dentro del maizal sabiendo que hay riesgo de un incendio? La respuesta por la que mas me fié sugería que de tratarse de un granjero, este seguramente solo estaba dando un paseo nocturno por ese basto terreno utilizando alguna clase de lampara para alumbrar su camino.

Aun no recuerdo el punto exacto en el que me volví a quedar dormido esa noche, el reloj despertador sonó exactamente a las 6:00 de la mañana. Salte de la cama y como cualquier rutina mañanera, me di una ducha, me vestí, baje a desayunar y me fui de camino a la escuela llegando justo a tiempo.

Durante las primeras hora tuvimos la clase de matemáticas y después la clase de física. Pasadas estas dos materias no dieron receso. De camino a la cafetería me encontré a mis amigos quienes ya estaban formados frente a la barra del cocinero para pedir su almuerzo. Tome una charola y me forme justo a un lado de ellos, yo aun seguía en completo silencio, pensando todavía en lo que vi la noche anterior. Me pregunte a mi mismo ¿Sería una buena idea contarles sobre lo que vi? No lo dude ni por un segundo.

Les dije a detalle todo lo que vi la noche anterior. Nos recorríamos poco a poco para que la fila siguiera avanzando. Vincent, a quien ya le servían el almuerzo en su charola volteo la cabeza para verme a la cara, al haberle dicho que aquello parecía un fuego fatuo lo conllevo a explicarme las razones por las cuales esa clase de llamas tienden a formarse.

La explicación que aun recuerdo, es que esos fenómenos se llegan a formar por la mezcla de ciertos elementos que salen desprendidos al aire a causa de los gases emitidos por animales muertos o por la vegetación, en este caso las hojas de maíz. A pesar de todo esto aún tenía mis dudas, sentía que a pesar de sus múltiples explicaciones algo no encajaba. Matt en modo de burla, sugirió que se trataba del alma errante del brujo quemado, Vincent respondió con un fuerte manotazo en la cabeza del enano. Los días se fueron volando hasta finalmente marcar 31 de Octubre.

Una noche de terror en HalloweenWhere stories live. Discover now