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A unos cuantos metros adelante, en donde terminaba el camino de tierra había unas cuantas plantaciones de maíz que sellaban el paso; los atravesamos. Al cruzar al otro lado nos topamos frente a frente con la fiesta.

La fiesta estaba ubicada en un punto muy particular del maizal. Era un enorme espacio totalmente circular que carecía de aquellas altas plantas de maíz, en su lugar solo había pasto seco.

Muchas caras conocidas de la escuela se encontraban ahí caracterizados con su propio disfraz. El sonido de la música, el cual salía de unas bocinas colocadas a los costados de una camioneta aparcada de frente a las plantaciones resonaba a todo volumen, los invitados bailaban, saltaban y celebraban al ritmo de esta. A las orillas de esa área en forma de círculo reposaban sobre postes unas cuantas lámparas de gas que alumbraban la fiesta así como unas cuantas luces navideñas que colgaban de entre cada poste para brindar aún más iluminación.

Al centro de la fiesta estaban varias mesas sobre las cuales reposaban frituras, bebidas gaseosas, ponches y otros cuantos antojos.

Matt no pudo contener más la emoción, se acoplo a los demás invitados para bailar al ritmo de la música, Vincent y yo lo seguimos.

Debieron pasar aproximadamente unas dos horas para que el tono de la música bajara a algo más "calmado". Matt se puso a charlar con otros chicos de la fiesta por un momento, Vincent fue a la mesa del centro a tomar unas cuantas frituras y un vaso de ponche, en cambio yo, me había topado cara a cara con Bradly y Heath, ambos eran acompañados por otros cuatro muchachos de la fiesta. 

-¿A donde van?- les pregunté.
-Nos dirigimos a la tumba del brujo- respondió Bradly.
La expresión en mi rostro indicaba claramente que aquello que dijeron me dejo un tanto confuso. Heath explico, que no muy lejos del punto de la fiesta había algo conocido como "La tumba del Brujo". Ese punto era parecido al de la fiesta pero mucho mas pequeño; circular, sin plantaciones de maíz, solo pasto seco en su suelo. El motivo del nombre, como quizás ya lo dedujeron, es porque se tiene la creencia de que en ese espacio están enterrados, a metros bajo el suelo, los restos del brujo de aquella espeluznante leyenda. 

Vi ese momento, como una oportunidad de acoplarme al grupo de chicos populares del instituto, me hubiera gustado llevar conmigo a Matt y a Vincent pero estos dos parecían estar ocupados en otros asuntos. Con toda la actitud del mundo, pedí a Bradly y a Heath que me dejaran acompañarlos a visitar ese punto en particular del maizal; aceptaron que los acompañara sin ningún problema. 

Atravesamos las plantaciones que rodeaban la fiesta adentrándonos en lo profundo del maizal. Aparentemente, Heath conocía ese terreno como la palma de su mano. ¿La razón? En sus propias palabras, su abuelo fue quien desde pequeño le enseño a moverse dentro de los maizales para que este no se perdiera entre las altas plantaciones.  La "tumba" es un punto que su propio abuelo también le mostró cuando este era chico. Tengo que admitir, que me impresionaba su manera para guiarse entre aquellos maizales. 

No paso mucho tiempo para llegar hasta esa área, en verdad era alucinante. 

Heath se acercó al centro para empezar a platicarnos sobre unos cuantos detalles mas sobre la leyenda del brujo quemado; el dijo lo siguiente: -De acuerdo a varios testimonios de los granjeros y a algunos registros del pueblo, es en este punto exacto del maizal en donde la vida del brujo fue arrebatada. Tan solo meses después de su muerte, los pobladores que pasaban por aquí empezaban a escuchar lamentos, susurros y una voz muy ronca la cual les exclamaba que abandonaran este lugar. Mi abuelo dice que el en carne propia ha escuchado los lamentos antes. Si no me equivoco, hay quienes plantean que la razón por la cual en este espacio no crece la vegetación, es porque el mismo brujo quiere que su punto exacto de muerte nunca sea olvidado o perdido de vista-.

Heath continuo: -Los granjeros cuentan que durante el año los eventos raros se mantienen a raya pero una vez que empieza Octubre, esos eventos se manifiestan de diversas maneras. Mencione los lamentos pero también dicen que les han lanzado pequeñas piedras, que los han empujado, en ocasiones sienten un frió insoportable cuando se supone que la temperatura es diferente, otros han descrito haber visto luces bajar del cielo y tampoco pueden faltar los fuegos fatuos, dicen que la aparición de estos anuncian manifestaciones todavía más agresivas-.
-¿Fuegos fatuos?- Pregunte.
Heath acertó moviendo su cabeza de arriba hacia abajo.
-Oh no...- pensé.

-Pero bueno, esas son solo patrañas así que no hay de que temer- .
-Claro que si, patrañas-. Bradly saco una cajetilla de cigarros de un bolsillo de su pantalón y aparte, también saco un pequeño encendedor de gas para prender los cigarros, paso ambos objetos a Heath y a los otros cuatro chicos que nos acompañaban. Me ofrecieron un cigarrillo pero yo me opuse a tomarlo; en mi cabeza solo seguia dando vueltas aquello que se acababa de decir sobre los fuegos fatuos que se aparecían en el maizal. 

Quise regresar corriendo al punto de la fiesta, estar ahí parado en la tumba solo me ponía los pelos de punta. Di la media vuelta ignorando lo que sea de Bradly o Heath me fueran a decir pero al poner un pie fuera de esa zona circular pude sentir que algo me había tomado del pie. 

Al mirar hacia abajo, me percate de que una especie de liana se había enrollado alrededor de mi tobillo izquierdo, jale de este con todas mis fuerzas pero no podía liberarme. Como si de una serpiente se tratase, la liana empezó a moverse por si sola empezando a subir lentamente por mi pierna a la par que apretaba.

Una ráfaga de viento empezó a sacudir el área alrededor de nosotros violentamente haciendo volar pedazos de pasto seco por los aires y sacudiendo las plantas de maíz de un lado a otro. El sonido de ese viento pasó de sonar como una ráfaga a sonar como una suave y ronca voz que trataba de ahuyentarnos con suaves susurros. .

Caí sentado al suelo; haciendo uso de ambas manos hice lo que pude para quitarme esa liana de la pierna, trate de desenrollarla pero era inútil, era como tratar de desenredar una cuerda con un nudo mal hecho. La estrecha planta se resistía a dejarme libre, tanto así que empezó a darme varios jalones tratando de arrastrarme lejos de ahí, hacia el interior de los maizales.

Bradly, asustado por el sonido susurrante que el viento estaba provocando empezó a temblar. De su mano temblorosa,  cayo el encendedor de gas, no tardo mucho para que un pequeño incendio se comenzara a propagar a nuestro alrededor.

El fuego y la liana sujetando mi pierna combinados ayudaron a darme un ataque de pánico. Pedí por auxilio en total desesperación hasta que dos de los muchachos que venia con Bradly y Heath se acercaron a ayudar. Uno de estos sujetos saco una navaja automática, de esas navajas características que cargan los punks o los busca pleitos, el sujeto ayudo a cortar la liana mientras que el otro me mantenía sujetado para que esa estrecha planta no me jalara lejos de ahí. Por otra parte, Heath, Bradly y los otros dos sujetos se estaban ocupando del fuego, intentando extinguirlo a base de patadas al suelo que levantaban grava, arena y polvo para luego caer encima de la llamas. La tarea se volvía algo inútil debido al pasto seco que recubría el suelo y solo se interponía en el camino. 

La liana fue cortada y yo por fin pude liberarme, aquella planta temblaba sin parar mientras que del borde cercenado le brotaba una sustancia de aspecto pegajoso de color negro. Como si de un tentáculo se tratase, la liana se retracta hacia el maizal velozmente, perdiéndose de vista entre el tumulto de plantas. 

Me puse de pie inmediatamente para luego acercarme hacia los demás chicos a tratar de contener el incendio, fue todo un caos pero al final tuvimos éxito extinguiendo las llamas. 

Tal como si alguien estuviera golpeando la parte superior de una mesa haciendo que los cubiertos reboten, el suelo empezó a retumbar, las plantas se sacudían aún más violentamente y el tronido de la superficie era escuchado. El viento se calmó por un momento junto con los pequeños temblores en el suelo. ¿Por fin había terminado?

Los chicos se miraron a los ojos en total confusión. Les reclame casi gritando que debíamos salir de ahí o de lo contrario, íbamos a acabar muertos. Accedieron a abandonar el área, debíamos avisar a los demás de inmediato sobre el inminente terror que acechaba por el maizal pero fue demasiado tarde para hacer eso.

Un largo brazo huesudo de color negro, con un aspecto un tanto chamuscado se alzó de la tierra seguido por otro brazo igual y un pesado rugido que nos estremeció como no pueden imaginar. Ambos brazos con apoyo de esas manos negruzcas con dedos alargados hicieron presión contra el suelo para que el resto del cuerpo de la criatura se levantara. Un dorso completamente negro se asomaba, la espina dorsal sobresalía de aquel dorso negro con piel putrefacta.

Los hombros también se empezaban a asomar, estos estaban recubiertos por lo que parecía una armadura de picos o espinas curvadas. Una cabeza se empezó a asomar también, cabeza que no lográbamos distinguir por la tierra y polvo que caí a medida que esta se levantaba. Eso sí, pudimos distinguir dos brillosos ojos de un color purpura. De la tierra luego salieron dos largas piernas, ambas se miraban menos esqueléticas que los brazos y hacían que la criatura alcanzara una altura de aproximadamente 10 pies o más.

Cuando el polvo y tierra habían caído por completo revelando el rostro del monstruo nos dimos cuenta de cierta peculiaridad, su cabeza... ¡Era una Calabaza!

Así es, tal como lo he dicho, su cabeza era la de una calabaza típica que se ven en Halloween con un rostro fantasmagórico tallado en él. Supongo que Bradly, Heath y el resto de los muchachos no supieron cómo reaccionar ya que estaban tan confundidos como yo al ver la cabeza de aquella monstruosidad.

El grupo de chicos huyo dispersándose entre el maizal en el proceso. Vi como de la espalda del monstruo dos pares de brazos se desprendían, estos brazos se miraban más como las ramas de un árbol, unas ramas torcidas y deformes, al final de cada uno de esos brazos habían unas manos muy grandes conformadas por dos largos delgados dedos y un pulgar cuya uña asemejaba una navaja. Con estos brazos atrapo a dos de los muchachos que trataban de huir, el monstruo los elevo en lo alto para después lanzarlos con todas sus fuerzas por los aires, dudo que ambos hayan sobrevivido la caída.

Una noche de terror en HalloweenWhere stories live. Discover now