《 I Hate Here 》 | Im Jaebum ✔️

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Rápidamente se dirigió donde el felino y lo cargó en manos, sin importarle mojarse por éste.

— ¿Qué le pasa? — dijo descontenta.

— ¿Eso es tuyo? — preguntó el dueño apuntando al minino. Ella sin pensarlo sólo asintió. — ¿No te quedó claro que no se permiten animales? — ella bajó la vista mirando al gato.

— P-Perdón, pero lo tendré unos días tan solo. — el dueño inmediatamente negó.

— ¿Acaso nunca has tenido un animal? Por dios, son una carga. Tú vas a estudiar, ¿quien se quedará con el gato? — dijo el mayor irritando.

— S-Solo déme unos días y no lo verá más. — suplicó. El mayor respiró hondo, y resignado asintió.

— Tienes, 2 semanas para que le consigas un dueño. — se retiró de ahí sin esperar respuesta de la peli-azúl.

Ella suspiró y se acomodó, aún con el gato encima. Lo miró de mala forma pero de igual manera se adentró al edificio, para dirigirse a su pequeño departamento.
Sí su departamento es pequeño, no cuenta con el espacio para compartirla con 3 personas. Agradecía la miniatura que llevaba en mano, se limitaría a causar problemas.

A pasos pesados subió las escalera, entonces recordó a BamBam. Su aura cambió y el felino pudo captarlo porque se removió en sus brazos. Los ojos de la azulada se volvieron oscuros y apretaba a cada tanto sus labios, por el coraje.

A zancadas pasó por el departamento de éste y tocó varias veces, con impaciencia.
Inmediatamente el chico salió mirándola expectante, pero luego su rostro denotó más confusión al ver aquel gato en sus brazos.

No pudo decir palabra alguna porque la muchacha empezó a empujarlo con una mano, mientras la otra seguía agarrando al felino. Empezó a dar golpes en su espalda y luego hasta su cabeza. Éste se quejó y agarró la mano de Eri.

— Ya! ¿¡Qué te pasa!? — demandó mientras ejercía presión a ésta.

— ¡Me dejaste! — dejó al gato en el suelo, y aprovechó tener su mano libre para golpearlo nuevamente. — ¡Tuve que soportar al idiota de Jackson! ¡Otra vez! ¿¡Sabes lo incómodo que fue!? ¡No, no sabes! ¡Idiota! — exclamó colérica mientras lo seguía golpeando.

— ¡Ya! ¡Que pares! ¡Joder! — ahora agarró sus muñeca y las llevó a una pared cercana, estampando ahí el cuerpo de la chica, junto sus muñecas.

Mientras tanto, el gato miraba expectante esa escena. Quería saber quien era ese tal Jackson, y porqué ponía así a la muchacha.

La chica estaba agitada por el ejercicio que hizo y lo miraba con furia, que él pudo notar.

— ¡Lo siento sí!... Se me presentó algo. — desvío su mirada.

— ¿¡Algo!? Conozco cómo mientes. — trató de normalizar su voz. —¿¡Porqué me mientes!? — volvió a removerse ante el muchacho.

— No es mentira. — volvió a presionar sus muñecas. — Vi a...- — no puedo terminar la frase.

— ¡Me importa un cara...

— ¡Me contacté con YuGyeom! ¡Coño! ¡Que pesada eres! — la soltó bruscamente y se alejó. La chica lo miraba con las cejas alzadas, sorprendida.