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Despertó por los rayos del sol que provenían de la ventana a su cama. Se pasó la mano por la cara e inconsciente se volteó, con intensiones de encontrarse con JaeBum, pero lamentablemente sólo vió el vacío de su cama.

Pasó la maño por el sitio donde anteriormente durmió JaeBum, y la dejó reposando ahí. Quiso seguir durmiendo en esa posición, pero un olor la hizo incorporarse.
En realidad no fue un olor malo. Olía delicioso. Y se puso a pensar de que JB le estaría haciendo un desayuno o algo así.

No quería hacerse más ilusiones, así que, se cambió la pijama y se aseó, para luego dirigirse a la cocina.

Y cómo pensaba, una vez ahí. Vió la espalda ancha de aquel muchacho, estaba cocinando algo y pudo presenciar que en la mesa ya estaban los platos y una que otra fruta. Sonrió inconscientemente.

Pero entonces se vio obligada a desviar la mirada, por que repentinamente el morocho volteo y le sonrió a la peli-azúl de manera tierna.

— Está listo el desayuno. — dijo con voz suave, mientras dejaba los huevos revueltos en la mesa. Y pasó la mirada a la chica. — Siéntate. — ella inmediatamente hizo caso, y ambos se sentaron. Pero el morocho no dejaba de mirar a la adolescente.

— Jae... ¿Enserio crees que soy insoportable? — dijo apenada, desviando la mirada.

— ¡No! ¿Cómo crees? — agarró la mano de la muchacha. — Sólo estaba frustrado por cómo me ignoraste.

Inmediatamente Eri se avergonzó, ya que prácticamente lo ignoró por que no sabía cómo actuar luego del beso que le dio el morocho.

— Lo siento. Es que... — ¿le confesaría que le incómoda la manera en que se comporta?. — ¿Porqué te comportas tan liberal conmigo?

— Porque me gustas.

La manera tan directa en que lo dijo, la hizo avergonzarse aún más, si es que se podía. Ni Jackson fue tan directo a la manera de confesarse a ella.

— P-Pero... Recién hace días llegaste. ¿Cómo puede ser? — lo miró repentinamente.

— Eres mi dueña. Y me enamoraste desde el primer día en que te vi, en cómo te preocupabas por un animal de la calle.

— No entiendo. — apretó los labios.

— Te pertenezco.

— Eso no. El hecho de que seas mitad animal no significa que te volveré a tratar como tal.

— Me gusta que me trates así. — sonríe ligeramente. Mientras que Eri estaba apunto de morir por aquella vergüenza. — Me gusta que me pongas encima tuyo, mientras me acaricias. — pasa su lengua por su labio inferior y entonces inconscientemente Eri se abanica con las manos. — ¿Calor?

— B-Basta, sigamos comiendo. — dijo ya con las mejillas coloradas.

Y JaeBum solamente soltó una carcajada y sin decir más siguió comiendo. Al igual que Eri.

Estuvieron en silencio, comiendo o tratar de hacerlo. A la chica le ponía nerviosa la mirada de JaeBum, además éste no le quitaba el ojo de encima. Y sostenía su ligera sonrisa.

《 I Hate Here 》 | Im Jaebum ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora