Capítulo 2.

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-Se te perdió algo? -digo con el ceño fruncido. Pongo la mejor voz de indiferencia que me sale.

Me vuelve a ver con una sonrisa burlona en sus labios, como si quisiera carcajearse pero por lástima no lo hace. Frunzo más el ceño en un gesto de: te estoy hablando a ti, no te hagas el gracioso que no tengo paciencia.

-Así que Chicos Mentirosos eh -dice mirándome con su sonrisa burlona. Ruedo los ojos por su comentario y sigo con lo mío. -Típica historia que leería una niña hormonada y tonta -señala con tono de burla.

Abrí la boca para defenderme pero llega el bus a la parada. Se gira para mirarme y me guiña un ojo. Ruedo los ojos ante su comportamiento y no digo nada. Después de todo un gesto vale más que mil palabras no?

Hubo un momento en el que pensé que quizás tendría una pizca de amabilidad en su ser pero me equivoqué al ver que hizo que mi teléfono se cayera y no se volteara a ayudarme. Aprieto mis manos fuertemente por la rabia que me da este tipo, a ver, qué se cree, no por ser un ser extremadamente sexy tiene derecho a hacer lo que quiere y lo que le pase por su pequeña mente de nuez que tiene. Me agacho y al voltear mi teléfono veo unas líneas que traspasan la pantalla. Me volteo y le grito lo más fuerte que puedo.

-Eh imbécil, qué te creés ah? La última Coca Cola del mundo? Espero que tengas los suficientes amiguitos para que te vuelvas y me explique que acabas de hacer y me des una buena razón para no demandarte. -grito llena de furia. Muchos pensarán que es un simple teléfono, pero para mí es el teléfono. Tengo muchas cosas allí que me niego a eliminarlas por cualquier razón. Se detiene cuando sube una pierna al bus, le susurra algo al conductor y se baja rápidamente caminando en mi dirección.

-¿Me hablas a mi lindura? -ignoro su apodo y lo miro con una furia que si los ojos mataran... Le pongo mi teléfono en su cara y le digo con voz chillona.

-Espero que pagues el arreglo o que me compres uno nuevo, y ya escuchaste, dame un buen  motivo para no ir directito a denunciarte. -se acerca a mi y  no retrocedo por más que quiera, levanto más mi rostro por su altura demostrándole que no me intimada, en parte porque es cierto pero aumentan mis ganas al ver que se acerca hasta quedar a unos centímetros de mi cara y verlo agachar la suya. Se acerca peligrosamente a mi oído y dice en un tono pícaro

-No lo harás porque sé que desde el momento en el que me senté a la par tuya no puedes apartar los ojos de mi por más que quieras y -baja su rostro un poco más y acerca su boca a la mía,  poniendo sus manos en mis caderas y aprentándome a su cuerpo -porque sé que te gusto - me ve rápidamente y luego me da un beso en los labios, no le sigo el beso por más que apriete  mis caderas para que lo haga. Me encuentro en shock y no cierro mis ojos. Al ser consciente de que me está besando lo intento apartar lo más que pueda. Claro que fallo porque su nivel de fuerza está muy por arriba del mío. Finalmente se da por vencido y se aleja tan solo unos centímetros para poder ver mis ojos

-Nos vemos luego lindura. -dice mientras me guiña un ojo y se da la vuelta.

Inconscientemente mis ojos se van a su trasero y aveces hay que admitir las cosas maravillosas que se encuentran delante de nosotros, y su bonito trasero es una de ellas.

Aparto la mirada cuando se da vuelta y me guiña desde lejos.

-Adiós lindura, nos vemos mañana -y seguido de eso arranca el bus perdiéndose de mi vista.

Trato de procesar lo sucedido en la última hora, primero el hombre saliendo de la casa de Kathe, luego el repentino cambio de humor de Kathe a darle mi consejo, después el mismo sexy hombre del bus que me besó.  Sencillamente,  este es el día para sorprender a Ivy.

Cuando me siento me doy cuenta de que he perdido el bus por ese idiota, y me enojo todavía más con él.

Me doy la vuelta y me dirijo a mi casa caminando.

Por tu culpa.Where stories live. Discover now