Capítulo 1

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El sol era muy fuerte, el agua clara y serena, apenas y se sentían las olas y en la orilla solamente nosotros. Nunca olvidaré ese dia, el día en que todo comenzó, o mejor dicho, el día que comenzó lo que sería el final, nuestro final.
Laura nadaba con Daniel, llevaban varias horas en el agua, estaban celebrando una año juntos el día que llegamos al campamento(osea hace dos días)Diana, Carla, Camila y Jackson llevaban rato caminando por la orilla de la playa, Hanna tomaba el sol en la arena mientras Adriel le endulzaba los oídos con frases y poemas otra vez, y Sander y yo descansabamos bajo una sombrilla gozando de la hermosa vista.
Todos disfrutábamos a nuestra forma, a pesar de ser muy diferentes éramos un grupo muy unido, habíamos ganado una competencia entre escuelas llamada "Sobre vivir al aire libre" que consistía en estar en una cabaña durante 5 días en los que teníamos que encontrar nuestra agua y comida, fue muy divertido. Al principio teníamos miedo, por qué la ciudad más cercana quedaba a 15 km y la cabaña era solo unas paredes y un techo, sin muebles o electricidad ni nada, y sin contar la cantidad de insectos, pero poco a poco entre todos logramos ganar puntos por supervivencia.
El campamento fue nuestro premio, teníamos una semana para disfrutar de las vacaciones antes de volver a la escuela, o eso pensábamos...
Aquel día recuerdo que habíamos llevado la comida preparada para la playa, pero Laura y Daniel insistieron en irse, después Diana (la hermana de Daniel) nos contó que él había reservado el cuarto de cristal, que era un restaurante en un 5to piso con vista al mar en “El Sirena”, un hotel cercano al campamento. Estaba comenzando a atardecer, así que comimos rápido y nos dimos un último chapuzón antes de volver, Camila se fue con Jackson, quien después de dos años de relación con ella perdía la cabeza con cualquier curva que se le atravesara, Diana con Hanna, Carla y Adriel cada cual por su lado y Sander y yo fuimos juntos a dar una vuelta por la costa.
En el restaurante Laura se sorprendía con cada paso que daba, Daniel era un chico muy detallista y estaba muy enamorado de ella, le había llenado en cuarto de cristal de flores rojas y blancas y un enorme cartel que decía te amo. Comieron viendo el hermoso atardecer que se reflejaba en el mar y mientras Daniel esperaba la cuenta Laura fue al baño. Después de pagar fue hacia el elevador y en unos sillones rojos muy llamativos se sentó a esperarla. Se sentía en el cielo, Laura rea la chica de sus sueños, pensaban casarse al acabar la escuela e irse a vivir juntos mientras cursaban la universidad, lástima que todos los sueños no se cumplen.
Todos llegamos super cansados al campamento. Teníamos 2 cabañas, una para las chicas y otra para los chicos. En la nuestra habían 3 literas y en la de los chicos 5 camas de las cuales 1 era del profesor Felipe. El profe era una persona un poco seria, pero no demasiado, en el campamento lo llegamos a conocer mejor, un hombre de pelo oscuro y ojos entre verdes y amarillos, no sabría decir bien que color, era misterioso, hasta extraño se podría decir, era profesor de matemáticas y aunque la asignatura fuera un ácido todas queríamos asistir solo por disfrutar las visitas. Siempre se le veía solo, la verdad llegamos a pensar que era gay y a partir de ahí empezamos a perder el interés en las matemáticas.
Daniel comenzaba a desesperarse, ya había pasado casi una hora y Laura no aparecía, así que fue al baño a ver si la encontraba. Llamo y llamo a la puerta pero no obtuvo respuesta alguna, así que se decidió a entrar, y al hacerlo encontró el baño totalmente vacío, no había rastro de Laura.
Las únicas formas de bajar eran el elevador frente al cual había estado sentado por 45 minutos y unas escaleras que Laura no utilizaría ni aunque el edificio se estuviera incendiando así que no sabía que pensar¿Por donde había salido su novia?. La llamo, pero su teléfono daba apagado, asustado subió al elevador para ir al campamento a revisar si estaba ahí.
¿Han visto a Laura? Preguntó dándole un tirón a la puerta de nuestra cabaña y sonándola contra la pared con los ojos llenos de esperanza. Casi a coro le dimos una respuesta negativa, sus ojos se oscurecieron, entonces salió corriendo hacia la cabaña de los chicos y nosotras detrás de él. Volvió a hacer la misma pregunta y de nuevo la misma respuesta "No", se sentó en la primera cama a la derecha de la puerta y se tapó la cara con las manos, manos enormes, que le cubrían toda la cara, tapando su preocupación, las manos que abrazaron por última vez la cintura de Laura.
Le preguntamos lo que había pasado en el restaurante, si él había hecho o dicho algo que la pudiera molestar y él respondió que no, que parecía feliz, que le había llevado las flores que le gustaban y que durante la conversación ella siempre sonreía. El no se explicaba que podía haber pasado o a donde podía haber ido. Eran las 9 de la noche y no sabían nada de Laura, el profesor nos consiguió unas linternas en la recepción del campamento y salimos a ciegas a buscarla por la orilla de la playa sin siquiera saber por dónde empezar nuestra busqueda.
-¿Por que no buscamos por el restaurante?puede que todavía este ahi- dijo Camila con la voz cortada de la preocupación.
Parecíamos una manada de locos corriendo hacia lo que se transformaría en el final de unas vacaciones que nos cambiarían la vida a todos, mejor dicho, que nos la arruinaría por completo.
-Miren esto - dicho Carla apenas pudiendo respirar. Ahí estaba el bolso de Laura.
-Es solo el bolso dije tranquilizandola pero con un llanto de terror aún más fuerte me abrazó, ella siempre ha sido la sentimental del grupo, la más dulce, la más buena, a exapcion de Camila que a leguas se notaba que era mucho más emocional, yo diría que hasta demasiado para una persona normal, así que me sentía con la responsabilidad de darle los ánimos que yo misma no tenía. A partir de qué encontramos el bolso comense a temer lo peor.
Ella me soltó y con los ojos inundados me miró y señaló un arbusto al otro lado de una piedra al que ya había llegado Felipe y que miraba con un rostro al que se le comprimían las facciones y se transformaba en la definición del miedo en su máxima expresión, todos corrimos al ver su reacción y al llegar vimos el pelo rubio de Laura enredado en un arbusto con unas cuantas flores moradas y muchas espinas, su pelo rubio estaba teñido de sangre, su vestido azul marino estaba desgarrado por las espinas, al igual que su piel y sus ojos verdes abiertos como siempre, pero esta vez sin su brillo natural y único de chica irresistible, Laura había muerto esa noche.
Entre luces azules y rojas, sirenas y hombres uniformados terminaron nuestras vacaciones. Laura al parecer se había lanzado del balcón del 5to piso, al escuchar esto Daniel miró al oficial a cargo con cara de sorpresa, ya que el balcón y el baño estaban en direcciones opuestas.
Felipe en un intento de tranquilizarnos a todos nos volvió a llevar al campamento, pero fue peor, vimos la litera que Laura compartía con Diana y comenzamos a llorar. Teníamos que pasar la noche ahí por qué no había transporte. Todos fuimos para la cabaña de los varones, Daniel y Diana se acostaron en una cama, Camila y Jackson (la otra pareja de grupo)en otra, Hanna con Carla, Adriel con el profe y Sander y yo en otra. En ese momento no nos importaba quien estuviera a nuestro lado en la cama, nadie podría pegar un ojo en toda la noche.
En la cabaña se podía sentir por sobre todo el llanto de Daniel y Hanna, ellas habían sido amigas desde niñas, el rezo de Carla que oraba por el alma de Laura y no sé de que forma pero Sander dormía.
Asomaba el sor por las ventanas y se ponían ver rostros de desconsuelo, amargura, tristeza, pero sobre todo dolor. Los ojos rojos eran evidencia de una noche de completo desvelo. Montamos en el bus y entonces pude dormir un poco.
Las palabras de mis compañeros me sacaron de un sueño de apenas una hora. Ninguno nos explicábamos que había sucedido pero había empezado una cacería que no terminaría nada bien para ninguno de nosotros.

Mi punto de vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora