Capítulo 6

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Camila dependía mentalmente de Jackson, el se había vuelto su equilibrio emocional durante los años en que su madre la había abandonado a ella y a su hermana, y sin el no tenía nada, había perdido su ancla y su norte.

Al escuchar nuevamente el pregón de la muerte en nuestras vidas estábamos cada vez más seguros de que ninguno saldría vivo de esto. Comenzamos a realizarnos la misma pregunta sin respuesta ¿Yo seré el siguiente?
El oficial continuo como si nada el interrogatorio pero Sander se aterrorizó y se cerró a no hablar.
Esa noche se quedó detenido y yo en mi casa pensaba en el suicidio de Camila, pobre chica, no pudo soportar la muerte de Jackson y tomo el camino más fácil, pero mis pensamientos volvían a Sander, y dándole vueltas al asunto caí en cuenta de un detalle que podía combinarlo todo.
Al amanecer salí para le estación y con la influencia de mi papá que tenía algunos contactos en la zona por haber sido jefe de brigada en la guerra pude hablar con el especialista que analizó el cuerpo y el corroboró mis sospechas.

-La herida fue hecha por un arma blanca con las huellas de el sospechoso, encontrada en su mano serecha, la sangre de la víctima estaba en la vestimenta del sospechoso y la herida fue hecha en la parte lumbar, atravesando los riñones-
El señor de pelo canoso me había revelado la suficiente información para demostrar que Sander no podía ser el asesino.
Fui directamente a el oficial y le expliqué mi punto de vista.
-Mire señor, Supongamos que yo soy Jackson y usted e Sander, Jack era mucho menor de taño que sander, así q las estaturas están más o menos parejas, si usted viene por detras, que es por donde está la herida, suponiendo que usted traiga el cuchillo en la mano derecha el arma iría directamente entre la tercera y la cuarte costilla y no en la zona lumbar, además quisiera aclarar un detalle que ha pasado desapercibido y es que saber es zurdo -
Habiendo abierto el libro de las dudas el oficial fue a corroborar mi hipótesis con el mismo seño que me había dado la información.

Me fui a mi casa y dando un paseo al rededor de las 4 de la tarde me senté en un parque al que solíamos ir todas las noches y comencé a llorar, por mi, por Sander, por todos nosotros, por Laura y Daniel y por lo que podía pasar si no atrapaban al asesino. Por mi lado paso Diana corriendo con su ropa deportiva y sus audífonos, la llamé, pero nunca contestó, así que retorne a mi llanto, una hora después me pare en la orilla, agotada de tanto pensar cuando de pronto vi algo flotando en el agua, no quería imaginarlo, no quería que mi subconsciente comparara aquel bulto azul con la ropa deportiva de Diana, pero mis sospechas se hacían realidad a medida que aquel bulto se acercaba, era su cuerpo, el cuerpo de Diana.
¿Y si la hubiese llamado más fuerte, y si la hubiera seguido, y si en vez de quedarme llorando la hubiera ayudado? Posiblemente Diana estaría viva y yo no me sentiría tan culpable.
En ese momento tuve la sensación de que alguien me miraba, como si estuvieran esperando el momento de atacar. Llame rápidamente a 2 policías que hacían ronda y les dije lo que había visto. Ambos hla sacaron del agua por los hombros y la acostaron boca arriba en la hierba, no había duda.
Mi mente buscaba un culpable entre Carla y Adriel, y pronto la verdad saldría a la luz.

Mi punto de vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora